viernes, 25 de octubre de 2013

Fear. Capítulo dieciséis.

Durante el camino a la universidad ninguno de los dos han dicho nada. Ambos mantienen la mirada para un lado distinto. Y esta vez, al contrario que antes, no hay ninguna melodía de por medio. Justin mira de reojo un par de veces a Jane, pero ésta siquiera le mira. Está tan cansada de la misma situación siempre, que ha decidido no prestar más atención a ese chico. A partir de hoy en adelante ya no querrá saber más nada de él. Y es que desde que le conoce no ha visto siquiera una sola vez que hayan podido estar más de una hora juntos sin gritarse el uno al otro.

No pasa mucho tiempo hasta que llegan a la universidad, Justin aparca en el mismo sitio que antes, casi nadie viene en coche a la universidad así que lo tiene fácil para aparcar. Cuando el coche se para, Jane sale rápidamente dejando a Justin solo. Éste frunce el ceño al escuchar el golpe de la puerta contra el coche. Y eso hace que se cabree más de lo que estaba. Pero intenta controlarse interiormente. Sale del coche y corre hacia Jane hasta que coge su brazo haciéndola girar. Ésta se suelta de su agarre.

-          Ya no más –susurra mientras mira a Justin fijamente- estoy cansada de toda esta mierda, no entiendo nada. No entiendo porque tus golpes de ayer por la noche, tampoco entiendo porque te pusiste así cuando viste a ese hombre. Y me voy a volver loca con todo esto, Justin.

-          No tienes porque entender nada, Jane.

-          ¿Y entonces por qué no me dejas en paz? –pregunta Jane- mi vida ya era una mierda antes de conocerte como para que tú la empeores.

Justin frunce el ceño al escuchar las palabras de Jane que fueron directas a su corazón en forma de bala, ¿por qué mierda le importa tanto lo que diga ella?

-          ¿Eso quieres? ¿quieres que te deje en paz?

-          Si, eso quiero.

-          Pues eso haré pero…-susurra Justin mientras se acerca a ella- cuando me necesites, no iré a ayudarte.

-          Nunca he necesitado tu ayuda, Justin.

-          Ahora sí.

-          ¿Y eso por qué?

-          Porque ya estás dentro de toda la mierda que me rodea.

Y dicho esto, Justin se gira para ir hacia el coche dejando a Jane mirándole confundida. Entra en el coche y lo arranca yéndose a toda velocidad de ese sitio. Nade de lo que había dicho era cierto. Si una cosa tenía clara era que no dejaría a Jane sola. Ahora no. Porque si le pasara algo, sería por su culpa. Y porque…necesita protegerla de ese hijo de puta que si le llegara a tocar sería hombre muerto.

Pero a veces, todo sale al contrario de lo que pensamos.



Enciende un tercer cigarro mientras mira con decisión la puerta de la universidad, espera a que Jane salga mientras fuma calada tras calada. Cuando la ve, aplasta el cigarro y lo tira por la ventana. Mira como sonríe a una chica y mueve la cabeza hasta que da con sus ojos. Christian sonríe y eleva la mano para saludarla. Jane le devuelve el saludo pero sin sonreír. Y se acerca al coche hasta entrar en el.

-          Hola –saluda Christian- ¿qué tal te fue el día?

-          Cansado –responde la chica mientras se encoje de hombro.

Christian decide no decir nada más y arranca el coche. Jane frunce el ceño al notar que el coche va a una dirección contraria a la de siempre.

-          Christian, mi casa es por allí –señala Jane.

-          Ya lo sé pero tú padre me pidió que te llevara a almorzar.

-          No, vuelve para atrás. Comeré algo en mi casa.

-          De ninguna manera.

-          Christian, llévame a cas…

-          Tarde, ya hemos llegado –dice el chico parando el coche y dedicándole una sonrisa.

Jane baja del coche mientras gruñe por lo bajo. Con las ganas que tenía de llegar a su casa y olvidarse de todo lo que ha pasado hoy. Espera a Christian, y juntos entran en el Macdonnals. Se sientan en una de las mesas vacías.

-          ¿Qué vas a querer?

-          Lo que quieras tú –responde Jane intentando ser amable. Christian asiente y se aleja de la mesa.

Pasan unos minutos hasta que Christian vuelve con una bandeja llena de comida. Jane le sonríe, y éste se sienta frente a ella. Ambos abren su comida y empiezan a comer. La puerta suena para saber que alguien acaba de entrar. La mirada de Jane se dirige hacia la puerta y se sorprende cuando ve a Justin entrar con Darren. Pide por lo bajo que no le vea, pero como siempre, la mala suerte le acompaña.

Jane se estremece cuando nota la mirada de Justin en ella. Aparta la vista de él y mira hacia abajo.

-          ¿Te encuentras mal? –pregunta Christian. Jane niega.

-          Tengo que ir un momento al baño ¿vale?

Christian asiente. Jane se levanta de la silla y se dirige al baño mientras siente como la mirada de Justin le quema la espalda. Cuando entra, se deja caer en la fría pared mientras suspira. Todo le tiene que pasar a ella, maldita sea. Jane se asusta cuando siente la puerta abrirse con rapidez.

-          ¡¿Pero qué haces?! –exclama Jane.

-          No, qué haces tú aquí con ese.

-          ¿Qué más te da, Justin? Hace unos minutos te dije que me dej…

Pero Justin le interrumpe acercándose a ella haciéndole chocar contra la pared. Sus caras están a centímetros, y ambos mueren por acortarlos.

-          ¿Por qué haces esto?

-          ¿El qué hago?

-          Comportarte como un...

Jane pone sus manos sobre el pecho de Justin y le empuja haciendo que éste de varios pasos hacia atrás.

-          Porque él no es un jodido gilipollas como tú –responde Jane con una sonrisa divertida en sus labios.

Pero cuando se va a alejar nota el brazo de Justin en sus caderas haciéndola girar y en a penas segundos sus labios se están devorando sin previo aviso. Rapidez y pasión. Lujuria y deseo. Tantos sentimientos en un beso.

-          Suéltame –intenta susurrar Jane entre besos. Justin la agarra más fuerte de la cintura mientras le sigue besando. Se separa cuando nota como el aire le falta- ¿por qué sigues con esto? ¿por qué no me haces caso y desapareces de mi vida?

-          Porque no puedo ni quiero –susurra Justin con sinceridad antes de volver a los labios de Jane- porque me siento bien a tu lado, jodidamente bien Jane.




Jane vuelve a su sitio y segundos más tarde Justin pasa por su lado. Ambos intentan no mirarse, pero ¿para qué mentir?, es imposible no fijarse el uno en el otro. Christian se da cuenta y quiere reprochar, pero prefiere mantenerse callado. Después de la pelea que hubo la anterior noche no cree que reprocharle algo a Jane sea la mejor forma de ganarse su confianza. Que es lo que hará a partir de ahora. 

-          ¿Quieres que vayamos a algún sitio ahora?

-          No creo que sea buena idea, tengo que estudiar. Ya sabes. –responde Jane con la primera excusa que le vino a la cabeza. Christian asiente.

Un camarero se acerca a Jane, ésta le mira. El chico le da una servilleta y le dedica una sonrisa. Jane sin entender nada, coge la servilleta y le devuelve la sonrisa al chico que no tarda en girarse e irse.

-          ¿Estoy manchada? –pregunta Jane confusa.

-          No –ríe Christian.

Jane frunce el ceño. Mira la servilleta y ve que está doblada, la abre y se sorprende al ver que hay algo escrito.

‘ Sal fuera, nena. ‘

Jane ríe al leer lo que pone en la servilleta y con una sonrisa en sus labios busca con la mirada a Justin que le mira atenta desde un par de mesas más atrás. Jane niega, y éste eleva sus cejas mientras asiente. Darren que está al lado de Justin se ríe por lo bajo y Christian mira con el ceño fruncido hacia Jane la cual muerde su labio nerviosa. 

-          ¡Acabo de acordarme que quedé con Enma dentro de cinco minutos! – exclama mientras se levanta de la silla.

-          Espera, te llevaré.

-          No hace falta, su casa está cerca –comenta nerviosa- gracias por la comida, Christian.

Y dicho esto, anda hacia la salida sin antes dedicarle un guiño juguetón a Justin que sonríe divertido. Maldita chica, le vuelve totalmente loco.

-          Bro, me voy.

-          Esto es increíble –ríe Darren ganándose una risa de su amigo que no tarda en corre hacia la salida.

Jane le espera apoyada en la pared del local por la parte trasera. 

-          Creo que estás un poco loco –comenta Jane divertida.

-          ¿No te gustó lo de la servilleta? Fue totalmente romántico.

-          ¡Creía que estaba manchada!

Ambos ríen y sin darse cuenta se acercan uno al otro.

-          ¿Para qué querías que viniera aquí?

-          Para que no estuvieras más con ese imbécil.

-          ¡Justin!

-          ¿Qué?

-          ¿En serio me has hecho salir par…

-          Por eso y porque moría de ganas de volver a besarte.

-          ¿Si? -pregunta Jane- Tendrás que demostrármelo…-susurra con una sonrisa.

-          ¿Y cómo se supone que te lo tengo que demostrar?

-          No lo sé, prueba.

Justin sonríe, le gusta cuando ella le reta a algo. Le encanta, y desde luego ese reto era uno muy bueno. Se acerca a sus labios y los captura suavemente. Con sensualidad y lentitud. Como si fuera a romperse con el mínimo tacto. Se separan.

-          Creo que lo puedes hacer mejor…-susurra Jane divertida.

Justin posa sus manos en la cintura de Jane y la atrae a su cuerpo. Moja sus labios para luego posarlos con los de ella. Pequeños toques con una gran velocidad. Tentación y obsesión. Posesión y deseo. Una pareja de sentimientos que les agradan a ambos. Jane sube sus manos hasta el pecho de Justin para dejarlas ahí mientras sus cuerpos se juntan cada vez más.

Justin se separa y no tarda en dirigir sus manos hasta el trasero de Jane haciéndola gemir. Ambos se quedan mirándose con sus respiraciones agitadas. Justin suspira cuando siente las caricias de Jane en su pecho. Es malditamente preciosa y provocadora. Le volvía completamente loco y eso le asustaba. Pero también le gustaba, demasiado.



Pero no muy lejos de ellos, Christian mira la escena desde su coche. Pulsa rápidamente un número en su móvil. Quizás no sea la mejor manera de ganarse la confianza de Jane con lo que iba a hacer. Pero si era la mejor forma para quitarse a ese niñato del medio, lo haría.


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¡Hola, lector@as! 

Espero vuestra opinión en twitter @espeblumer o si no tienes a través de un comentario en el capítulo.

Wooo, ¿qué os pareció? ¡Estos chicos son tan bipolares que me encantan! Pueden mandarse a la mierda en un momento, que poco después pueden estar besándose. Hay más momentos de Jane y Justin, y por no olvidar los pequeños celos que tiene Justin sobre Christian...que hablando de él, lo último deja mucho que pensar.

¿A quién pensáis que estará llamando Christian? ¡Dejadme deciros algo importante...!
Nadie es quién parece ser.

¡Hasta pronto y bienvenidas a las nuevas lectoras! Muchas gracias por todo. 

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