lunes, 14 de octubre de 2013

Fear. Capítulo trece.

“ Ven y toma una oportunidad, vamos a bailar y a vivir sin miedos. “

La música empieza a sonar más fuerte que al principio haciendo que todo el mundo grite mientras elevan sus brazos a un mismo ritmo. Miro a mi amiga que mueve sus caderas con una sonrisa y coge mis manos invitándome a bailar. Niego mientras me sonrojo. Pero ella no se da por vencida y me hace bailar. Un paso, dos, un movimiento de caderas y poco después mi cuerpo empieza a moverse solo. Sin siquiera yo misma poder manejarlo.

Ladeo mi cabeza para encontrarme con los ojos de Justin que miran  mi silueta sin parpadear. Muerdo mi labio al recordar lo que ha pasado hace unos minutos. Y sin querer sonrío mientras le miro y él no tarda en devolverme la sonrisa. Se ve tan jodidamente sexy con esa blusa de cuadros y esos pantalones negros caídos. Me dan unas ganas terribles de enredar mis manos en su cabello y despeinarlo mientras le doy pequeños besos. Sacudo mi cabeza cuando me doy cuenta que al tan solo imaginarlo mi respiración se ha agitado, y tan solo por su sonrisa divertida sé que sabe perfectamente lo que estaba pensando. Aparto la mirada con las mejillas ruborizadas. Y sigo bailando con mi amiga que me mira sin entender nada. Sacudo mi mano quitándole importancia. Cuando empieza el estribillo de la canción muevo las caderas más rápido y miro a mi amiga que mira detrás de mi divertida. Estoy a punto de girarme para ver a quién mira así pero esa persona ya está demasiado cerca de mí.

Siento una respiración cerca de mi oído haciéndome saber quién es. Sus manos aprietan mi cadera acercándome a su cuerpo haciendo que mi espalda choque contra su pecho. Suspiro sin poder evitar sonreír. Sus manos en mi cadera hacen que la mueva de un lado a otro. Me siento como una marioneta en sus manos y realmente ahora mismo no me importa. Me siento bien. Jodidamente bien, ¿es eso malo? Siento como coloca su barbilla en mi hombro y echo mi cabeza hacia atrás. Pongo mis manos sobre las suyas y bailamos pegados. Muy pegados. Tanto que puedo atreverme a decir que siquiera un alfiler puede caber entre nosotros. Sus manos bajan para pasearse por mi silueta y puedo sentir como el corazón de Justin empieza a bombear deprisa. Como el mío quizás.

-          Me gusta esto.

-          ¿El qué?

-          Tenerte así de cerca.

-          ¿Por qué?

-          Me hace sentir bien.

Sonrío al escuchar su respuesta. Cojo sus manos para que dejen de agarrar mi cadera y me giro para enfrentarlo. Vuelve a colocar sus manos en mí. Cuelgo mis brazos en su cuello para entrelazar mis dedos tras su nuca y pegar nuestros pechos. Un paso hacia delante y dos hacia atrás. Un movimiento más de cintura y la canción termina con los gritos de todas las personas que nos rodea. Pero que durante la canción he podido olvidar completamente. Escucho unos aplausos y me giro para encontrarme con Christian. Me suelto de Justin pero él no me suelta. Me pega más a él. Suspiro cuando veo que Christian se acerca a nosotros.

-          Vámonos, Jane –exige. Elevo mis cejas.

-          ¿Desde cuándo me mandas?

-          Desde que has venido conmigo. Vámonos.

-          No, Christian.

Christian coge mi brazo y me empuja hacia él haciendo que Justin quite sus manos de mi cadera. Veo como Justin tensa su mandíbula mirando hacia el chico de mi lado. Christian da un paso hacia delante y yo frunzo el ceño. Me adelanto a Justin y me pongo en medio.

-          Vámonos.

-          Primero quiero hablar con tu amigo –sonríe divertido.

-          ¡Vámonos! –exclamo mientras señalo hacia la salida y empujo su pecho para que dé un paso hacia atrás.

Christian me mira y luego se gira mientras me empuja a su lado. Miro por última vez a Justin que sigue mirando a Christian con su mandíbula apretada y sus puños cerrados. Aparto mi mirada y ando hacia la salida junto a mi acompañante. Y de pronto todo pasa muy rápido. El cuerpo de Christian se vuelve hacia atrás por culpa de una mano que agarra su brazo, y un puño le golpea fuertemente en la mandíbula haciendo que éste suelte algunos quejidos. Miro a Justin que está a punto de dar otro puñetazo. Me aproximo a él, y me pongo justo delante. Agarro su puño con mi mano haciendo que su cuerpo se relaje.

-          No sigas con esto.

Y cuando está a punto de decir algo, alguien golpea mi cuerpo echándome hacia el lado. Miro a Christian que acaba de pegar un puñetazo a Justin en la nariz. Intento pararlos y separarlos. Y pronto aparece Darren ayudándome. Hasta que conseguimos separarlos.

-          ¿Qué mierda ha pasado? –pregunta Darren sin entender nada.

-          No vuelvas a tratarla así –advierte Justin.

-          Vámonos, Christian –digo mientras empujo su pecho hacia la salida.

Y sin mirar hacia atrás me alejo de Justin, de esa casa y de esa maldita fiesta.

-          No vuelvas a tocarme –miro a Christian.

-          Jane, yo…

-          Tú nada. No eres nada mío. No tiene que importarte una mierda nada sobre mí.

-          Pero me gustas –confiesa Christian parando el coche justo delante de mi casa. Le miro sorprendida por su confesión. Se acerca a mí y justo cuando está a centímetros me echo hacia atrás. Niego con la cabeza. Abro la puerta del coche.

-          Adiós.

Cierro la puerta y entro en mi casa intentando no hacer ruido para no despertar a mi padre. Me quito los tacones y subo la escalera hasta llegar a mi habitación. Dejo caer los zapatos junto a mi bolso en la cama. Voy hacia el baño y quito mi maquillaje que está hecho un desastre. Cansada ando hacia la cama para tirarme en ella. Mi móvil empieza a vibrar dentro del bolso. Estiro el brazo hasta coger el móvil. Un sms. De Justin:  Quiero verte. Contesto rápidamente:  Yo no te quiero ver a ti.

La contestación me llega pronto pero no vía sms exactamente. Un par de toques suenan en mi ventana. Y suspiro al saber quién es, ¿qué otra persona podría entrar por mi ventana? Ando en la oscuridad de mi habitación hasta abrir mi ventana. Mi rostro encara el suyo que está hecho totalmente una mierda.

-          Te he dicho que no te quería ver.

-          Si no me quisieras ver no habrías abierto la ventana.

Mis mejillas se sonrojan y agradezco mentalmente a la luz de mi habitación por estar apagada. Pega un pequeño salto y cae de píe justo delante de mí. Un par de centímetros nos separan. Se acerca pero me echo hacia atrás.

-          No deberías de estar aquí…

-          Nena…-susurra en mi oído- se me fue las manos, está bien. Perdóname.

-          Justin…

-          Ya te pedí perdón, ¿qué más quieres que haga? –pregunta mientras se separa de mí.

-          Yo no quie…

-          Me arrastro como un gilipollas viniendo hasta aquí y tú me dices que no debería estar aquí.

-          ¿Qué te pasa? Solo quiero decirt…

-          Eres una perra…-susurra. Pero lo he escuchado.

-          ¿Qué mierda te pasa?

-          Todas las tías sois iguales, no sé ni que hago aquí.

-          Pues vete.

-          Eso voy a hacer.

-          ¡Adiós! –exclamo pero me calmo al saber que me podrían escuchar.






Aparco el coche para luego cerrar la puerta con fuerza. Entro en la casa y Darren me mira al escuchar el portazo que acabo de dar. Toda la casa está hecha una mierda por culpa de la fiesta, pero realmente no me importa. Ando hacia una mesa donde hay una botella de whisky y me siento al lado de mi amigo, que me mira sorprendido. Elevo la botella en mis labios y el alcohol pasa por mi garganta haciéndome arder.

-          Woo, ¿qué te pasa?

-          Las tías son unas putas.

-          ¿Todo esto es por una tía? –pregunta divertido pero su sonrisa se apaga cuando le miro- ¿es esa amiga de Enma, no?

-          Le fui a pedir perdón…-susurro mientras vuelvo a beber de la botella- y ella me dijo que no debería de estar allí.

-          Estará molesta.

-          ¡Me importa una mierda, ella solo defendía al hijo de puta ese!

-          Justin –me llama Darren divertido. Le miro – nunca te he visto así por una tía.

-          No estoy de ninguna forma, solo qu…

-          Te gusta.

-          ¿Qué dices, bro? ¡Tan solo quiero acostarme con ella! –exclamo intentando convencer a mi amigo. Y quizás también a mí mismo.

-          Te gusta y mucho. Acéptalo, man.

-          No aceptaré una mierda.

-          Te importa esa chica, quizás cuando te dije que era diferente no mentía. Estás acostumbrado a que todas las tías se abran de piernas cuando quieras. Y ahora llega ella y te pone el camino difícil.

-          Cállate –murmuro.

-          No diré nada más si no quieres –dice mientras se levanta y va hacia las escaleras- pero te importa.


Gruño por lo bajo y vuelvo a beber de la botella esta vez dando un sorbo aún más largo. Cierro los ojos y me echo hacia atrás dejando descansar mi espalda en el sofá. Lamo mis labios recogiendo el sabor a alcohol pero el verdadero sabor que quiero recoger es el de sus labios. Sus labios sientan tan bien sobre los míos. Y me entran unas ganas terribles de volverla a besar. Una vez tras otra. Sin parar. Abro los ojos y cojo mi móvil. Miro la pantalla un par de veces. Podría enviarle un sms para pedirle perdón o ir nuevamente hacia su casa y hacerle saber todas las jodidas ganas que tengo de besarla. Y me decanto por la segunda opción. Me levanto del sofá un poco mareado y cojo las llaves del coche con el pensamiento de ir hacia casa de Jane aunque un presentimiento me dice que no será exactamente donde acabe esta noche.


Si has leído el capítulo, pulsa aquí: 

¡Hola, pues estoy aquí de nuevo para dejaros el capítulo trece! Wooo, a mi personalmente, me gustó. No sé, más o menos ya se va viendo al Justin de verdad. La charla con Darren me gustó bastante, pero el final, justo la frase del final os va a dar mucho de lo que pensar. Y creo que pensareis de todos menos lo que va a pasar realmente.

Me hariais muy muy feliz si me dais vuestra opinión a través de twitter: @espeblumer y si no tenéis twitter pues podéis comentar en el capítulo. Espero que os guste y...


¡HASTA PRONTO, Y MUCHAS GRACIAS!

No hay comentarios:

Publicar un comentario