Siento
una respiración en mi oído y poco después un suave susurro canturrea en mi oído
izquierdo ‘despierta, princesa’. No tardo en hacerle caso y abro mis ojos para
luego cerrarlos un par de veces hasta acostumbrarme a la luz. Lo primero que
veo cuando los abro es una sonrisa: la sonrisa más bonita del mundo sin duda.
Cuanto echaba de menos ver esa sonrisa al despertar. Elevo un poco mi cabeza
mientras suelto un gruñido que no tarda en convertirse en un acto gracioso para
Justin, ya que carcajea fuertemente. Sonrío al escucharle y me quedo mirando
sus ojos color avellana. Me mira mientras va dejando de reír. Se acerca y deja
un pequeño beso en mis labios.
-Ya vamos a llegar, _____.
-Mmm.
-¿Has
dormido bien?
-Mmmm.
-Parece que no estás muy conversadora al acabarte de levantar –ríe y me uno a su risa al momento mientras me acurruco mejor en su pecho. Suelto un suspiro lleno de felicidad.
Besa mi cabeza y acaricia mi espalda de arriba hacia abajo. El tren para poco a poco haciéndonos saber que ya hemos llegado. Cogemos nuestras pequeñas mochilas y salimos del tren entre el gran grupo de personas. Justin eleva su mano y coge la mía para luego entrelazarlas. Sonrío al recordar el día que vinimos aquí. Sin duda este es nuestro pequeño paraíso. Aprieto un poco más su mano y me doy cuenta que sabe perfectamente en qué estoy pensando ya que me dedica una sonrisa y un beso en la mejilla. Pasamos por el pequeño puente que nos lleva hasta la casa. Justin saca las llaves y abre la puerta para que segundos más tarde entremos.
Dejamos caer las mochilas al suelo, y nos quedamos en silencio. Sin saber qué
hacer o qué decir. Nos miramos de reojo y sonreímos. Me sonrojo, y sin darme
cuenta estoy entre sus brazos. Le quiero tanto, maldita sea. Baja su mano para
recorrer mi brazo derecho desde mi hombro hasta mis dedos hasta entrelazar
nuestros dedos. Sube nuestras manos y las besa para luego dirigirme una mirada
que juro que hace que mi mundo se pare en ella. Me acerco a sus labios y los
pego con los míos, empiezan a moverse uno encima del otro sin ningún tipo de
barreras. Baja sus labios hasta mi cuello haciendo que un gemido salga de mis
labios.
Aprieta mi cadera hacia él mientras mordisquea ahora mi clavícula.
Suspiro y enredo mis brazos alrededor de su cuello atrayéndolo más a mi. Suelta
un pequeño suspiro y damos pasos ciegos hasta que siento algo detrás de mí. Río
en sus labios mientras nos dejamos caer en el sofá torpemente. Nos separamos y
mientras me mira levanta mi camiseta poco a poco hasta dejarla a la altura de
mis pechos. Me da un beso en los labios y empieza a hacer una fila hacia abajo hasta
acabar en mi vientre el cual no tarda en besar y mordisquear haciendo que
sienta una ola de placer. Me estremezco cuando siento su mano sobre mi
sujetador, repasa la fila de besos que hizo antes con su dedo índice hasta que
repasa mis labios con el mismo dedo y poco después muerde mi labio. Elevo mis
brazos y Justin saca la camiseta por ellos. Bajo mis brazos y cojo su camiseta
para quitársela. Ahora lo siento piel con piel, y esto se siente terriblemente
bien.
- - ¿Sabes una cosa, pequeña? –arqueo mi espalda al
sentir el susurro de su voz ronca en mi oído.
- - ¿Qué?
- - Me muero por hacerte el amor.
Y dicho
esto besa mis labios de una forma jodidamente sexy, haciéndome rozar la locura
con las yemas de mis dedos. Me impulso haciendo que giremos. Beso su mandíbula
mientras que con mi mano desabrocho el botón de su pantalón. Y entre besos y
caricias todo tipo de ropa desaparece de entre nosotros.
- - Justin…-susurro al sentir su mano en mi bajo vientre.
- - Shh –dice mientras me besa y a la vez deja su dedo
entrar en mi interior.
Suelto
un gemido mientras que me aferro mejor a Justin para poder besarle. Siento como
mi interior desea explotar y cuando estoy a punto; Justin para. Gruño por lo
bajo mientras abro mis ojos con ganas de él, con ganas de mi chico.
- - Te quiero toda para mí –gruñe cerca de mi boca y sin
nada más que decir entra dentro de mí.
Grito de
la sorpresa y a la vez del placer, y él no duda en acompañarme mientras susurra
mi nombre y nos movemos al mismo compás. Y mientras nos demostramos el amor que
sentimos el uno por el otro, nos dejamos ir juntos con un sincero ‘te quiero’
pronunciado por los dos.
Me despierto al sentir su corazón latir suavemente
contra mi espalda, me muevo despacio hasta girarme para encontrarme con sus
labios en forma de corazón, subo la vista y me fijo en el lunar que tiene bajo
el ojo izquierdo. Subo mi mano temblorosa y con las yemas de mis dedos lo
acaricio. Bajo las yemas de mis dedos y con cuidado rozo sus labios. Sus
deliciosos y a la vez perfectos labios. Los entreabre y suelta un suspiro, pero
con suerte no se despierta. Sonrío y ahora bajo mis caricias hacia su pecho
desnudo, repaso el tatuaje que tiene justo encima del pecho. Y una sonrisa tímida
aparece en sus labios, amo esa sonrisa. Sigo acariciándole y él aprieta su
agarre en mi cintura haciendo que choque contra su pecho. Su piel es muy suave,
estiro de algunos vellos que tiene sobre su pecho y él suelta algún que otro
gemido entrecortado. Sonrío y me acerco a su cara para acariciar con mi nariz
sus parpados, luego un poco más hacia abajo hasta rozar su nariz con la mía.
Noto como sonríe, lo hace pocas veces pero prometo que cuando lo hace mi mundo
se para. Es la sonrisa más hermosa del mundo, pero es normal, ya que él es el
hombre más hermoso del mundo tanto por fuera como por dentro. Subo mi otra mano
y la pongo en su mejilla para dejarla descansar allí. Y siento como abre sus
ojos color miel para enfrentarse con un marrón oscuro que es el color que
adquieren mis ojos. Abre un poco sus labios pero yo lo silencio poniendo mi
dedo índice encima, lo muerde y suelto una pequeña carcajada. Él me abraza
mejor y con un movimiento bastante rápido me pone encima de él. Entrelazo
nuestras piernas, y él se coloca mejor debajo de mí. Con la mano que le queda
libre acaricia mi trasero desnudo subiendo hasta mi espalda. Piel con piel,
esto se siente realmente bien.
- Hola, pequeña.
- Hola.
Su respiración ahora un poco más agitada se mezcla con la mía. Me inclino un poco hacia delante para ahora poder rozar sus labios con los míos, suelta un leve suspiro. Uno de tantos que me producen un vuelco en el corazón y unas cosquillas en mi bajo vientre. Sonrío, y él me responde inmediatamente. Se inclina esta vez él, y pega nuestros labios sin ningún hueco que nos separe. Subo mis brazos hasta ponerlos por encima de su cabeza mientras toco su pelo, y él me abraza la cintura. Lo que más amo en la vida es despertarme junto a él, sin duda. Me separo un poco para coger algo de aire.
- Te he echado tanto de menos.
Puedo ver la preocupación en sus ojos. Me abraza aún más fuerte, como si me pidiera que no me marchara. Acerco mis labios a los suyos y deposito allí un pequeño y casto beso.
-¿Sabes que te quiero? –me pregunta mientras que con sus ojos me transmite… ¿amor? ¿miedo?
- Lo sé, Justin. Yo también te quiero.
Le sonrío con las mejores de mis sonrisas intentando que no vea mi miedo, mi preocupación por todos esos secretos que desconozco. El teléfono empieza a sonar. Es el mío. Lo dejo sonar hasta que la llamada termina.
- Hola, pequeña.
- Hola.
Su respiración ahora un poco más agitada se mezcla con la mía. Me inclino un poco hacia delante para ahora poder rozar sus labios con los míos, suelta un leve suspiro. Uno de tantos que me producen un vuelco en el corazón y unas cosquillas en mi bajo vientre. Sonrío, y él me responde inmediatamente. Se inclina esta vez él, y pega nuestros labios sin ningún hueco que nos separe. Subo mis brazos hasta ponerlos por encima de su cabeza mientras toco su pelo, y él me abraza la cintura. Lo que más amo en la vida es despertarme junto a él, sin duda. Me separo un poco para coger algo de aire.
- Te he echado tanto de menos.
Puedo ver la preocupación en sus ojos. Me abraza aún más fuerte, como si me pidiera que no me marchara. Acerco mis labios a los suyos y deposito allí un pequeño y casto beso.
-¿Sabes que te quiero? –me pregunta mientras que con sus ojos me transmite… ¿amor? ¿miedo?
- Lo sé, Justin. Yo también te quiero.
Le sonrío con las mejores de mis sonrisas intentando que no vea mi miedo, mi preocupación por todos esos secretos que desconozco. El teléfono empieza a sonar. Es el mío. Lo dejo sonar hasta que la llamada termina.
- - ¿Por qué no lo coges?
- - Luego llamo a quién sea –sonrío mientras dejo un casto beso en sus
labios. Asiente y me devuelve el beso.
- - ¿Te bañas conmigo? –pregunta mientras deja un rastro de una sonrisa en
sus labios.
Asiento mientras sonrío, y sin darme cuenta ya estoy
encima de sus brazos mientras río. Esta es por una de las cosas por las cuales
nunca me podré separar de él, por su manera de hacerme sonreír.
|| NARRADOR ||
_____ y Justin disfrutan teniéndose uno al otro, demostrándose
el amor que se tienen, demostrando que ningún tipo de secreto podrá separarles…por
ahora. Ya que esa llamada que ___ no ha cogido era una de las más importantes
de su vida.