domingo, 22 de septiembre de 2013

Fear. Capítulo nueve.



Fireflies (escucha esa canción mientras lees el capítulo)


Las carreteras están totalmente repletas de coches los cuales esperan impacientes continuar su camino, una moto, exactamente una moto honda 250, continua su camino por medio de estos coches con  cuidado de no golpear ninguno. El chico que conduce la moto sonríe divertido al escuchar la risa de la chica que está justo detrás, una chica que en pocos días le ha enfadado, le ha hecho sonreír y sobre todo hace que cuando este con ella no recuerde el motivo por el cual está en esa ciudad. Los conductores de los coches tocan sus claxon mientras maldicen interiormente al chico que conduce la moto. Justin se aleja de todos esos coches, ahora, a toda velocidad haciendo que Jane grite y se agarre fuertemente a su cintura, y sin dudarlo, ese es uno de los motivos por los cuales va a tanta velocidad. Están haciendo el mismo camino que ayer, exactamente el mismo. Cuando Justin ve su antigua casa a lo lejos va bajando la velocidad hasta que la moto se para. Suspira y nota como Jane deja de apretar su cintura. Ésta se va a bajar pero Justin le detiene.

-          Esta era mi casa, yo vivía aquí con mis padres y mi hermana pequeña. Normalmente siempre iba a jugar allí –señala la parte de detrás de la casa- con mi padre. Un día hicimos juntos una casa del árbol, ya sabes, cosas de chicos –ríe mientras lo recuerda. Jane sonríe tiernamente- mi padre no quería hacerla, pero finalmente le convencí.

-          Siempre sueles convencer a todo el mundo –dice Jane en un susurro divertido. Justin sonríe.

-          El otro día estaba enfadado porque la habían destrozado.

-          ¿La casa del árbol? – Justin asiente.

-          Era el único recuerdo que tenía de mi padre – Jane se sorprende y mira a Justin- mi padre murió hace tres años. Cuando yo tenía quince.

-          Yo…yo lo siento Justin.

-          Cuando mi padre murió, mi madre, mi hermana y yo tuvimos que irnos hacia Montana. Allí viven mis abuelos.

-          Justin…

-          Sh, te estoy enseñando mi mundo nena –dice él mientras arranca y hace que Jane se abrace a su cintura, ahora con más ternura. Justin conduce unas calles más abajo hasta llegar a un colegio- éste –señala Justin- era mi colegio. Aquí conocí a Darren, era el único que no me miraba mal por no ir vestidos como los demás. Por no tener el dinero que ellos tenían – Jane aprieta más el abrazo que tiene en Justin cuando escucha como este arranca- y ahora te voy a llevar a un sitio. Es mi favorito, como para ti ese parque. Pero…

-          ¿Qué pasa? –pregunta Jane. Justin gira su cabeza para poder mirarla.

-          Es mío, no me lo vayas a quitar –dice divertido. Jane sonríe.

-          Me lo voy a pensar.

Justin arranca y conduce a toda velocidad hasta uno de los sitios más importantes para él. Hace tanto tiempo que no lo visita que con tan solo pensar que está a metros de verlo después de hace tres años sus ojos se humedecen, cosa que no pasa desde hace mucho tiempo. Justin es la apariencia de un chico duro en un chico totalmente sensible. Es el típico chico que quiere hacerse el fuerte, el valiente pero todo lo que tiene en su interior que le hace ser así es una gran venganza. La moto va bajando la velocidad al acercarse a las afueras de la ciudad. Justin para la moto.

-      Baja –dice Justin haciendo que Jane pegue un pequeño salto para bajar de la moto. Segundos después él también baja.

Jane se queda mirando todo, tan solo ve árboles por todas partes. Justin se queda parado, este sitio le trae tantos recuerdos que piensa que ha sido una mala idea volver. Recuerda a su padre venir por aquí con una sonrisa mientras le contaba historias inventadas que les hacían soñar, este siempre será nuestro sitio, papá. Esa fue una de las últimas frases que le dijo Justin a su padre en este mismo sitio. Justin agacha la cabeza cuando siente que sus ojos escuecen. Jane le mira triste y se acerca a él. Justin al notar la cercanía le mira.

-          Si quieres, no tienes porque enseñarme este sitio Justin.

-          No, te dije que te iba a enseñar mi mundo. Y este sitio es la mayor parte de él.

Justin se adentra entre los árboles mientras Jane anda detrás. Poco a poco van escuchando la corriente del agua. El olor a humedad hace que Justin sonría ampliamente. Un río aparece a la vista de los dos. Se acercan al borde.

-          Aquí pasaba la mayor parte del día, todos los domingos venía con mi padre a pescar, le encantaba pescar.

-          Es muy bonito esto –susurra Jane mientras se abraza a sí misma. Justin asiente y luego le mira.

-          Puedes venir si quieres, pero me tendrás que llamar cuando lo hagas –dice Justin volviendo su mirada hacia el horizonte.

-          Lo haré sin duda, aunque no crea que yo sepa pescar –ríe divertida.

-          Te puedo enseñar.

-          ¿Me estás diciendo que quieres enseñarme a pescar?

-          Puede –contesta Justin mientras encoje sus hombros- ¿nos vamos?

-          ¿Tienes algo más que enseñar de tu mundo? –pregunta Jane. Justin niega, aunque sabe que lo que le ha enseñado es solo el principio de su mundo, pero es solo eso lo que ella puede saber de él- ¿me dejas decirte algo?

-          Dime.

-          No esperabas que fueras de esta forma –dice Jane recordando cuando Justin le dijo hace un par de horas que no era como ella esperaba- llevabas razón. Te imaginaba de otra forma…pero me encanta como eres –dice sonriendo.

-          No me conoces a mí, tan solo un poco de mi mundo. Si me conocieras a mí, saldrías corriendo.

-          Me basta con lo que he conocido de tu mundo, no saldría corriendo.

-          ¿Y eso por qué? –pregunta Justin confundido.

-          Porque creo que tengo demasiadas ganas de conocer lo que queda de tu mundo.

Justin sonríe mientras la mira.

-          Ahora te toca a ti.

-          ¿Qué?

-          Te toca enseñarme tu mundo, nena.

Jane asiente y los dos van hacia la moto. Justin se monta dejando espacio atrás para que Jane se pueda sentar. Pero ella niega con su cabeza.

-          Quiero ir delante.

-          ¿Y eso?

-          Te voy a guiar hacia donde quiero que vayamos. A un sitio donde mi mundo empezó y acabó a la vez –Justin se sorprende tras sus palabras y confuso le deja espacio a Jane delante.

Jane se monta justo delante mientras suspira, después de dieciocho años no ha vuelto a ir a ese maldito sitio donde le dieron la vida y a la vez se la quitaron. Pone sus manos sobre las de Justin que está en el manillar.

-          Justin…

-          Dime.

-          Quiero llevar yo la moto.

-          ¿Qué?

-          Quiero llevarla yo para llevarte donde quiero ir.

-          ¡Estás loca, nos vamos a matar!

-          Sé algo de coches, esto es parecido.

-          Jane, no.

-          Justin, por favor –susurra Jane.

-          Está bien, pero guíame con tus manos encima de las mías. Conduciremos los dos.

-          Está bien.

Juntan sus manos sobre el manillar y empiezan a conducir a una baja velocidad por las largas carreteras de una bonita ciudad. Con cuidado Jane aprieta las manos de Justin para que gire a la derecha. Está a una simple calle del mayor infierno de Jane. Giran una curva, una calle toda recta y llegan al lugar al cual Jane a indicado a Justin. Paran la moto.

-          ¿Un hospital? –pregunta Justin sorprendido.

-          Nací el catorce de mayo de hace dieciocho años pero no se lo digas a nadie, no me gusta que nadie lo sepa. Pocas personas lo saben.

-          ¿Por qué?

-          Porque ese mismo día fue el peor de mi vida.

-          Mírame –dice Justin cuando se da cuenta que Jane, al contrario que él, no ha podido aguantar las lágrimas. Ella se gira hasta dar con la mirada de Justin.

-          Mi madre murió poco después de darme a luz –susurra Jane mientras no puede aguantar las lágrimas. Justin mira como poco a poco la chica que tiene justo en frente agacha su cabeza para tapar con sus manos su cara.
'¡  
      Justin se acerca a ella y poco a poco hace que Jane destape su cara.

-          Ven aquí –susurra Justin haciendo que Jane le abrace y llore en su pecho.


Siempre se dice que es más sencillo abrir tu corazón a una persona que conoces de poco, a una persona que no te puede juzgar, a una persona que te da tanta confianza en tan poco tiempo. Los recuerdos se han apoderado sus corazones haciendo que ambos sepan el motivo por el cual cada uno es como es. O también haciendo que ambos sepan el motivo por el cual se han conocido…¿casualidad o destino? 


Hola lectoras, bueno aquí os dejo el capítulo nueve. En este capítulo he querido que ustedes conocierais a los personajes y que ellos también se conocieran entre sí. Muchas pensaréis que dentro de un par de capítulos ya se enamorarán y pasará lo típico que pasa siempre...pero me temo que os equivocáis. En esta novela no va a pasar nada de lo que pensáis que pueda pasar. Este capítulo ha sido suave, bonito, hasta e incluso ha tenido un toque de romanticismo. Pero ya. Tan solo este capítulo. Quería haceros saber cosas de Jane, como lo de su madre. Que será un punto importante en esta novela. Y también quería haceros saber el porqué Justin cambió de ciudad, y el motivo por el cual conocía a Darren. En los siguientes capítulos habrá tensión, empezarán los problemas, la tentación entre unos y otros, las ganas de un contacto físico, pero bueno...quizás todo se quede en las ganas. Poco a poco vais a conocer a Justin, y solo quiero avisaros que Justin tiene muchas facetas y vais a conocer cada una de ellas. Una por una. Desde la más buena...hasta la más hija de puta. Tan solo quería avisaros...y esto es todo. Siento contaros todo esto, pero necesitaba que lo supierais. 

Si queréis un nuevo capítulo solo tenéis que comentar en el capítulo o por twitter: @espeblumer o @espebieber.

¡Bienvenidas a todas las nuevas lectoras y hasta pronto!

SI HAS LEÍDO EL CAPÍTULO PULSA AQUÍ : 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Fear. Capítulo ocho.

Jane sale de la universidad mientras mira el sms que le escribió Justin la anterior noche, ¿le debería de esperar o no? Su voz interior le grita una respuesta rotunda y totalmente negativa. Baja los escalones mientras muerde su labio nerviosa. Busca con su mirada a Justin pero no lo ve, así que decide esperarle. Tiene un presentimiento que le pide a gritos que le espere. Los universitarios y las universitarias que estaban por todo el recinto lo abandonan poco a poco dejando a Jane sola sentada en el segundo escalón que conduce a la universidad. Estúpida, estúpida…se insulta mentalmente. Mira su reloj. Las tres y media del medio día, debería de haber llegado hace media hora. Se levanta enfadada y llama a Christian pidiéndole que vaya a por ella. Espera un par de minutos hasta que éste llega para recogerla, se sube en el coche y sin siquiera un saludo, le pide que vaya lo más rápido posible. Mira por la ventana, ¿qué te creías?¿qué iba a llegar pidiéndote perdón? Idiota.



Justin conduce a toda velocidad por la carretera, se le ha hecho totalmente tarde y se maldice interiormente por esto. Jane pensará que soy un completo gilipollaspiensa mientras cruza la última curva hasta llegar a la universidad y como se imaginaba: no había absolutamente nadie. Pega un puñetazo a su moto cabreado. Maldita sea…se maldice y arranca nuevamente la moto para ir hacia la casa de Jane. Cuando llega baja de la moto y duda en si llamar o no a la puerta, pero el recuerdo del padre de Jane una de las anteriores noches le llega a su mente. Muerde su labio buscando alguna idea, hasta que saca el móvil. Y teclea rápidamente un sms para la persona que ocupa ahora mismo todos sus pensamientos.

‘Sé que estás cabreada…pero por favor sal a la puerta de tu casa.’

Justin mira nervioso la pantalla sin saber siquiera el porqué de su nerviosismo, es la primera vez que necesita el perdón de una chica. Su móvil empieza a sonar. Un nuevo sms.

‘ Creo que lo que te voy a decir se te hará conocido, porque es la frase que más he utilizado contigo: vete a la mierda, Justin. ‘

Justin sonríe al leerlo. Es tan bonita cuando está enfadada, y tan malditamente sexy. Teclea la respuesta divertido.

‘ Si no sales tú, tendré que llamar yo a tu casa. Y no creo que a tu padre le agrade tan solo por la mirada que me echó la otra noche nena.’

Y de pronto la persiana de una de las ventanas que dan a la calle por el lado izquierdo de la casa empieza a subir atrayendo la mirada de Justin. Una mano se asoma dedicándole el dedo corazón, Justin ríe fuertemente. Y la propietaria de esa mano también lo hace.

-          ¡Baja! –exclama Justin haciendo que Jane se asome por la ventana.

-          Cállate.

-          No quiero.

-          Me da igual, cállate y vete.

-          Jane, baja o subo.

-          ¿Eres spiderman ahora? –pregunta divertida haciendo reír a Justin.

-          Puedo intentarlo.

-          Adelante –desafía Jane.

Justin muerde su labio, como le gusta que le desafíen y más si es ella. Esa chica le está volviendo completamente loco. Se acerca a la pared en la cual está la ventana en la que está asomada Jane mirándole sorprendida. Justo al nivel de Justin hay una ventana, pone su píe entre los barrotes y así sube hasta llegar a otra ventana. Justin suspira nervioso e intenta no mirar hacia abajo. Eleva su pierna derecha y se impulsa hacia arriba poniéndose de píe en la otra ventana. Mira hacia arriba donde está Jane mirándole. Hace lo que hizo hace unos minutos con la primera ventana. Jane se echa hacia atrás dejando pasar a Justin que pega un salto hasta entrar en su habitación. Se miran. Justin con la respiración agitada y Jane con una sonrisa divertida en sus labios.

-          Estás loco.

-          Un poco.

-          ¿Cómo has hecho eso?

-          Práctica.

-          ¿Entras normalmente por las ventanas en vez de por las puertas? –pregunta Jane soltando una risa al final.

Justin sonríe y da un par de pasos hacia delante acercándose a Jane. Ella no se mueve y Justin da unos cuantos de pasos más hasta estar totalmente cerca de ella. Eleva su brazo derecho y con su mano acaricia la mejilla de Jane. Se acerca un poco a ella haciendo que cierre los ojos. Aparta algunos mechones de pelos que caen por su rostro y cuando sus labios están cerca de su oído…es lo que spiderman hace ¿no? Susurra divertido ganándose una carcajada de Jane. Se separa un poco mirando la sonrisa de la chica que hace minutos estaba totalmente enfadada con él y ahora está parada justo enfrente pidiéndole con la mirada que se acerque cada vez más.

-          ¿Me perdonas?

-          ¿Por qué no estabas allí?

-          Tuve que hacer algunas cosas antes de ir –susurra Justin.

-          ¿El qué?

-          Jane…

-          Dime el qué y te perdono.

-          No.

Jane se separa y se miran directamente a los ojos.

-          Intento conocerte…-susurra Jane.

-          No quiero que me conozcas.

-          ¿Por qué?

-          No soy como esperas que sea.

-          Te quiero conocer.

-          ¿No te da miedo? –pregunta Justin divertido.

-          Alguien me dijo que el miedo está solo en mi cabeza.

-          Fumo, bebo, y a veces me drogo –dice Justin de pronto- soy el chico que toda familia no querría tener, no pienso lo que digo y pierdo los nervios muy pronto –dice sincero mirando a Jane a los ojos. Ella sonríe.

-          Creo que lo último ya lo conocía…-dice divertida.

-          Conoces tan solo algunas cosas malas de mí, nena. –sonríe Justin acercándose a ella.

-          Conozco lo que me dejas conocer.

-          Cuéntame algo de ti.

-          Siempre quiero saber más de lo que debo, nunca he hecho nada de lo que me apetece por miedo a los qué dirán. Siempre intento ser como quieren que sea pero no como soy realmente.

-          ¿Y qué te apetece hacer ahora mismo?

-          ¿Quieres que te diga la verdad? – Justin asiente curioso.

-          Quiero que bajemos por ahí –señala su ventana- me subas a tu moto y me lleves a tus lugares preferidos. A los lugares que me harán conocerte mejor.

-          ¿Por qué te empeñas tanto en conocerme?

-          Porque lo necesito.

Sus miradas se unen y unos segundos después los dos sonríen.

-          Pues cariño, ¿estás preparada? Vas a conocer un poco mi mundo. Pero te adelanto algo…-susurra Justin acercándose a ella.

-          ¿Qué?


-          Si después de esto te enamoras de mí, no es mi culpa. 

   ¡Hola, pequeñas! Como habéis comentado bastante y habéis subido mucho las visitas he querido daros una sorpresa y subiros dos capítulos seguidos. Espero que os gusten y sobre todo que comentéis y deis vuestras opiniones, puede ser por aquí o por twitter: @espeblumer o @espebieber. Os quiero dar las gracias y por favor, no dejéis de darme vuestras opiniones porque son muy importantes para mi. Un besazo, sois increíbles.

                                      ADELANTO DEL CAPÍTULO NUEVE: 

-          Si quieres, no tienes porque enseñarme este sitio Justin.
-          No, te dije que te iba a enseñar mi mundo. Y este sitio es la mayor parte de él.

     ¡Hasta pronto, mis niñas!


Si habéis leído el capítulo ocho pulsar aquí:  

Fear. Capítulo siete.

Jane me mira con el ceño fruncido haciéndome saber perfectamente lo que está pensando ahora mismo. Poco después niega con su cabeza y se gira para seguir caminando. Hago una mueca, quizás me pasé antes pienso. Vuelvo a donde está mi moto y me subo en ella, ¿debería ir detrás de ella? Y me sorprendo cuando me hago esa pregunta,  nunca he ido detrás de nadie. Y menos de una chica. Arranco la moto y me maldigo mentalmente por tomar la dirección que he tomado. Jane está a punto de llegar a su casa, cojo más velocidad llegando a su lado asustándola. Cuando me ve se relaja. Paro la moto y ella deja de caminar mientras me mira. Y no tardo en responder a su mirada.

-          Súbete…-murmuro haciendo que tan solo ella me escuche.

-          No.

-          Te quiero llevar a un sitio, súbete.

-          No quiero.

-          Eres una niñata –digo entre dientes y luego me arrepiento al ver su mirada. Mierda.

-          Vete a la mierda, Justin –dice para empezar a andar hacia su casa. Suspiro y me bajo de la moto. Corro hacia ella y la cojo del brazo haciendo que se pare. Pero no se voltea para mirarme. Me acerco más a su cuerpo.

-          Lo siento –susurro en su oído y sonrío al sentir como su respiración se ha vuelto agitada y su cuerpo se estremecido tras mi tacto. Se gira para chocar con mi mirada.

-          No quiero ir contigo a ningún sitio –susurra mientras me mira.

-          Pero da la casualidad de que yo si quiero…-susurro cerca de sus labios y me agacho para cogerla de sus piernas haciendo que despegue los píes del suelo y que su tronco descanse en mi hombro.

-          ¡Bájame, Justin!

-          No.

-          He dicho que me bajes, imbécil.

-          ¿Si te bajo vendrás conmigo?

-          ¡Noooo! –exclama alargando la ‘o’. Río entre dientes y giro mi cabeza para encontrarme con su trasero. Mojo mis labios para después morderlos.

-          No te voy a bajar.

-          Está bien, iré contigo.

-          ¿De verdad?

-          Sí, bájame –dice mientras para de mover sus piernas.

-          Nena, no soy tan estúpido. Sé que si te bajo, te vas a ir.

-          No me voy a ir, te lo prometo –dice tranquila y poco a poco la dejo de píe en el suelo. Suspira- ¿por qué quieres que vaya contigo?

-          No lo sé –susurro con sinceridad.

-          ¿No lo sabes? –pregunta incrédula.

-          No, tan solo quiero que vengas.

Jane mira hacia atrás un par de veces, y empieza a caminar pero esta vez en dirección contraria. Llega a mi moto y se queda mirándola.

-          Después me dices a mí que le pida perdón cuando tú la tiras al suelo…-dice divertida, y me mira haciendo que sonría- bueno, ¿te vas a quedar ahí parado?
     
      Niego con mi cabeza, y me acerco a ella. Me mira sorprendida al sentir mi cercanía. Muerdo mi labio y levanto mi mano para acariciar su mejilla. Jane frunce el ceño y luego moja sus labios haciendo que mi mirada baje hacia ellos. Me separo y me agacho levantando mi moto para luego montarme en ella. Me vuelvo hacia Jane que me mira haciendo una mueca.

-          ¿Vamos? –pregunto serio. Ella se va a subir detrás de mí pero yo la paro.

-          ¿Qué pasa?

-          Súbete delante.

-          ¿Delante? –pregunta con miedo. Sonrío, es preciosa.

-          Venga, ¿tienes miedo?

-          No –dice mientras muerde su labio tímida.

-          ¿Entonces…?

Me echo hacia atrás, y ella no tarda en subirse delante de mi dejando sus manos encima de las mías que están agarrando el manillar de la moto. Me pego detrás suya. Ella suspira y yo juro que me la tiraría ahora mismo. Justo aquí. Me acerco a su oído.

-          ¿Estás preparada? –pregunto con voz ronca.

-          Sí .

Arranco la moto y ella aprieta mis manos fuertemente. Sonrío.

-          Nena, si aprietas tan fuerte mis manos no creo que pueda conducir bien.

-          Justin…

-          Dime.

-          Tengo miedo –susurra asustada.

Echo uno de mis brazos hacia atrás haciendo que una de mis manos suelte el manillar, segundos después paso éste brazo por su cintura pegándola un poco más a mí. Ella pasa su mano libre por mi brazo y lo agarra pero sin apartarlo.

-          ¿Mejor? –pregunto contra su oído. Ella asiente.

-          Tranquila, el miedo está solo en tu cabeza.

Arranco la moto y salgo a una velocidad media de la calle para poco a poco coger más velocidad. Jane aprieta mi brazo que está en su cintura. Corro por las carreteras acordándome de cada sitio por el cual vamos pasando hasta llegar a la casa en la que vivíamos antes mi familia y yo,  pero que ahora está ocupada por otras personas. Bajo la velocidad y conduzco un poco más hacia delante. Paro la moto cuando llegamos justo a una parte que está a unos metros de la casa. Aflojo mi brazo de su cintura y ella también afloja su agarre.

-          Ya puedes bajar, cariño.

Baja de delante de mí poco a poco hasta que sus píes tocan el suelo que está cubierto por hierba. Después bajo yo echando el seguro para que así se quede de píe. Miro a mi alrededor, todo está tan cambiado. Busco con mi mirada la casa de árbol que hice con mi padre hace unos años, pero no la encuentro. Mi corazón empieza a acelerarse. No puede serAndo deprisa hasta el árbol más grande, y el corazón se me cae cuando veo que el único recuerdo que tenía mío y de mi padre ya no está. Arrastro mi mano por mi pelo pegándole leves estirones, entonces siento una mano en mi espalda acariciándola de arriba abajo. En un ritmo bastante relajante. Me giro para encontrarme con la mirada de Jane.

-          ¿Estás bien? –pregunta con dulzura.

-          Sí.

-          ¿Seguro?

-          Joder, te he dicho que sí –digo serio mientras me aparto de su toque. Me mira con el ceño fruncido y da un par de pasos hacia atrás para girarse y mirar a su alrededor.

-          Eres tan imbécil y bipolar.

-          ¿Qué? –pregunto enfadado, y sé que ella no tiene la culpa de nada de lo que está pasando pero estoy tan jodidamente furioso.

-          No debería de haber venido contigo.

-          ¡Pues vete! –exclamo fuertemente. Me mira y se acerca a mí.

-          Te recuerdo que eres tú el que has venido detrás de mí para que viniera contigo, te recuerdo que eres tú quien quería que viniera.

-          Cállate –susurro sabiendo que lleva razón.

-          Pero claro, como eres un gilipollas siempre tienes que arruinarlo todo con tus comentarios. Tan solo quería saber si estabas bien.

-          Me importa una mierda, Jane.

-          A ti te importa una mierda todo lo que no seas tú –susurra enfadada. Me giro y me enfrento a ella.

-          No sabes nada de mí, así que mejor cállate.

-          ¿O qué?

-          No me cabrees, Jane –digo entre dientes y ella ríe sarcástica haciendo que me enfade aún más. Me acerco a ella y agarro sus brazos fuertemente- deja de reírte y cállate la puta boca.

-          ¡Suéltame, me haces daño! –exclama mientras se mueve hasta que se aparta de mí. Le miro a los ojos mientras ella me mira con miedo. E incluso podría decir que con dolor. Acaricia sus brazos haciéndame saber que le he hecho daño. Me acerco a ella pero retrocede un par de pasos.

-          No te acerques, Justin.

-          No quería hacerte daño, solo qué…joder, no te callas. No me conoces, no puedes decir nada de esa mierda sobre mí –le miro esperando una respuesta, pero no habla- ¿no vas a decir nada?

-          Yo… quiero ir a mi casa, por favor.

-          Jane…

-          Por favor.

Le miro y luego asiento mientras ando hacia mi moto. Me subo en ella y espero a que Jane se suba delante de mí, pero empuja mi espalda haciendo que me siente más hacia delante. Se sienta detrás de mí y esta vez no me rodea con sus brazos, sino que se agarra al asiento. Arranco la moto, y cojo velocidad por la carretera hasta llegar a su casa. Ella se baja sin decir nada, sin siquiera dedicarme una mirada. Y me siento culpable. Es la primera vez en mi vida que llego a sentirme tan jodidamente culpable sobre algo.

-          ¡Jane! –la llamo haciendo que se pare, pero no se gira así que sigo hablando- lo siento, no quería hacerte daño.

Se queda parada unos segundos hasta que comienza a andar y la veo desaparecer en la entrada de su casa. Suspiro y me maldigo a mí mismo interiormente. Ya se le pasará…murmuro. Arranco la moto y me alejo de su casa para ir hacia la mía, cuando llego entro para buscar con mi mirada a Darren. Pero no hay nadie. Me siento en el sofá y saco mi móvil. Lo observo mientras le doy un par de vueltas, y sin saber siquiera porque hago lo que estoy a punto de hacer, busco su nombre entre los contactos. Jane. Tecleo rápidamente y le doy a enviar sin pensarlo. Y justo después de darle a enviar una parte de mi se arrepiente.


“ Mañana te espero en la salida de la universidad, lo siento. “

¡Ahora subo otro capítulo, pequeñas! Recordad darme vuestras opiniones en: @espeblumer o @espebieber.

Si habéis leído el capítulo siete, pulsar aquí: