Un mes más
tarde…
Una moto honda 250 está parada justo
en frente de la puerta de la universidad, mientras el dueño de ésta está
fumándose el último cigarro que le queda en el paquete. La vista de Justin está
completamente fija hacia el frente, esperando, como cada día de este último
mes. Esperando a verla y que ella le vea a él. Mira su reloj y mentalmente
cuenta los segundos que quedan para que todos los adolescentes salgan de la
universidad. Cuando termina de contar, efectivamente, las puertas se abren para
ver a muchísimas personas salir. Pero él tan solo se fija en una. Jane sale
mientras que habla con una chica, no es Enma. No sabe quién es, pero tampoco le
interesa. Espera impaciente a coincidir con la mirada de Jane, hasta que lo
consigue. Consigue que sus miradas se junten. Justin suelta el humo para luego
tirar el cigarrillo a la carretera haciendo que Jane suelte una pequeña risa y
que después de un par de miradas más, Justin arranque la moto para alejarse de
la universidad. En eso se ha resumido su último mes respecto a Jane: en alguna que otra mirada.
Justin llega a su casa, aparca la moto
y entra dentro saludando a su amigo. Un par de palabras, y Justin sube hacia su
habitación. Se quita los pantalones y la camiseta, quedando en bóxers. Entra en
el baño, se desnuda y entra en la ducha. Enciende el grifo dejando que ciento
de gotas caigan sobre su cuerpo. Cierra los ojos y gime por lo bajo cuando
siente el agua caliente sobre su fría piel. Desde hace un mes está intentando
quitarse el olor de Jane de su cuerpo, pero como ella mismo le dijo, no puede.
Recuerda tanto sus malditos besos, y su forma de aferrarse a su espalda. Y el
hacer el amor antes de separarse fue una mala día, ya que ahora no quiere otra
cosa que hacérselo otra vez. Una y muchas veces más. Abre los ojos para mirar
hacia abajo cuando siente como su miembro a cobrado algunos centímetros.
Malditas ganas por sentirla cerca de nuevo. Malditas ganas de volver a hacerla
suya. Malditas ganas…
Jane juega con su cabello mientras
mira a su cuaderno e intenta repasar la teoría del examen que tiene dentro de
unos días. Cierra los ojos. No logra concentrarse, pero eso no le sorprende,
así lleva durante unos días, unas semanas…para ser exactos, un mes. Todo ha
cambiado, lo echa de menos. Muchísimo. Coge su móvil e introduce el número de
Justin, escribe un mensaje. Lo relee unas cuantas de veces. Pero lo borra, como
siempre. Deja el móvil encima del escritorio y se levanta de la silla para ir
hacia la ventana. La abre un poco y saca parte de su cuerpo. Se queda mirando a
la carretera y se sobresalta cuando escucha su móvil sonar. Corre hacia el
escritorio con la esperanza de que sea Justin. Pero se desilusiona cuando ve el
nombre de su mejor amiga en la pantalla. Descuelga.
-
¡Tengo un planazo
para esta noche y no vale decir que no! –exclama Enma desde la otra línea
totalmente ilusionada.
Justin mira con atención los datos que
tiene frente al ordenador, pero no logra concentrarse. Y eso le está pasando
desde hace unas semanas, cosa que nunca antes le ha pasado. Cliquea sobre la
foto de su padre con algunos compañeros mientras aumenta el zoom para ver a
Anthony, un poco más al lado hay una mujer y un hombre. No conoce a ninguno de
los dos, pero el hombre le recuerda a alguien…pero la maldita foto se ve totalmente
borrosa. Justin sube la mirada cuando escucha la puerta de la casa sonar. Ve a
su amigo entrar mientras niega con la cabeza y no puede resistir reírse. Apaga
el ordenado después de guardar los datos que ha podido conseguir durante toda
esa tarde.
-
¿Cómo es que no
vienes con tu chica pegada a tu culo? –pregunta Justin divertido.
-
Se va a una
fiesta con Jane porque dice que necesita conocer a otros chicos.
-
¿Te ha dicho que
tiene que conocer a otro chico? Vaya put…
-
No, imbécil. La
que tiene que conocer a otros chicos es Jane –comenta mientras coge una cerveza
del frigorífico. Justin frunce el ceño.
-
¿Qué?
-
Lo que has oído,
bro. Y no pongas esa cara, tú eres el culpable de eso. Eres tan jodido
gilipollas que te alejaste de ella, ahora no quieras que ella se quede todo el
puto día esperándote –dice Darren mientras encoje sus hombros.
Y para la sorpresa de Darren no
escucha ninguna contestación de parte de su amigo el cual está con la mirada
fija a la pared con unas ganas tremendas de partirle la cara a cualquier chico
que mire a Jane en esa jodida fiesta. Porque aunque estén separados, ella es
suya. Totalmente suya.
Jane se termina de vestir con un
vestido negro totalmente pegado a sus curvas resaltando sus largas piernas.
Pinta sus labios de un color rojo carmesí haciendo que sean aún más apetecible
de lo que son. Se sube en unos altos tacones negros y coloca bien su larga
melena castaña. Busca con su mirada la chaqueta que ha cogido anteriormente y
cuando la encuentra, se la pone haciendo que su cuerpo entre en calor. Se mira
en el espejo y no reconoce si realmente es ella la de su reflejo. Está
preciosa, y para su sorpresa le gusta lo que ve.
Sale de su habitación cuando escucha
como tocan la puerta con varios golpes. Baja la escalera y abre la puerta para
ver a su amiga. Se sonríen y se dan un gran abrazo.
-
¡Vas a volver
locos a todos los tíos de esa fiesta! –exclama Enma divertida.
-
Cállate, Enm. Eso
no pasará y ahora vámonos antes de que me arrepienta –sonríe Jane mientras sale
de su casa junto a su amiga.
Queda una larga noche con
acontecimientos que Jane no se espera.
...
La una y veinte de la madrugada.
Justin ve la televisión mientras bromea con Darren el cual no para de mirar el
móvil esperando alguna señal de Enma. Esa chica le está volviendo loco. Por
otro lado, Justin intenta no pensar en lo que estará haciendo Jane en ese
momento o con quien estará. Lo intenta pero…falla repentinas veces. Mira la
televisión intentando concentrarse en el programa que está viendo hace más de
una hora pero que todavía no sabe siquiera de lo que trata. Coge una nueva
cerveza y le da un par de buches. Un móvil empieza a sonar. Darren mira el suyo
pero frunce el ceño cuando ve que el suyo no es.
-
Bro, es tu móvil
el que suena.
Justin eleva una ceja y coge su móvil.
Número desconocido. Descuelga.
-
¿Quién mierd…
-
Me lo has puesto
bastante fácil –comenta una voz grave desde la otra línea.
-
¿Quién er…
-
Te alejaste de
ella para evitarle problemas pero adivina…hiciste todo lo contrario. Pensaba
que eras más listo.
-
Anthony –murmura
Justin enfurecido- ni se te ocurra tocarla, ¿qué mierda h…
-
La tengo, y ahora
me toca jugar con ella a mí.
Y la llamada se corta. La cara de
Justin está completamente roja mientras sus ojos se oscurecen cada vez más.
Pega un puñetazo en la mesa haciendo que el cristal de ésta se rompa y hieran
sus manos. Darren le mira con el ceño fruncido.
-
¿Qué mierd…
-
¿Dónde es la puta
fiesta a la que ha ido Jane?
-
¿Qué? ¿Qué ha
pasad…
-
Darren, dónde es
la maldita fiesta.
-
Al lado del pub
que está a las afuera de la ciudad. En uno de esos alm…
Pero la puerta de la casa ya se ha
cerrado con un gran portazo haciendo que Darren se calle.
Y ahora mismo en la cabeza de Justin
no pasa otro pensamiento que no sea matar a ese hijo de puta.
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¡Hola lector@as!
Voy a comenzar comentando el capítulo veintiuno: veréis no estoy acostumbrada a escribir ese tipo de escenas, por lo tanto me disculpo. Lo siento si no os ha gustado lo suficiente, pero me costó mucho trabajo escribir esa parte. Pero el final, cuando le dice Jane lo del olor de su cuerpo, pude morir de amor. Me encantó eso.
En éste capítulo, el veintidós: no quiero decir nada, porque quiero que vuestra imaginación os lleve a diferentes sitios. Solo voy a decir algo y es que como he dicho muchas veces siempre voy a intentar sorprenderos. Así que eso intentaré hacer siempre.
Y por último quiero daros las gracias, por cada comentario, cada opinión, de verdad, que me encanta leeros. Y saber lo que pensáis.
Espero vuestras opiniones en twitter o en comentarios aquí, como siempre.
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¡Hola lector@as!
Voy a comenzar comentando el capítulo veintiuno: veréis no estoy acostumbrada a escribir ese tipo de escenas, por lo tanto me disculpo. Lo siento si no os ha gustado lo suficiente, pero me costó mucho trabajo escribir esa parte. Pero el final, cuando le dice Jane lo del olor de su cuerpo, pude morir de amor. Me encantó eso.
En éste capítulo, el veintidós: no quiero decir nada, porque quiero que vuestra imaginación os lleve a diferentes sitios. Solo voy a decir algo y es que como he dicho muchas veces siempre voy a intentar sorprenderos. Así que eso intentaré hacer siempre.
Y por último quiero daros las gracias, por cada comentario, cada opinión, de verdad, que me encanta leeros. Y saber lo que pensáis.
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¡Hasta pronto, y mil gracias!