domingo, 6 de abril de 2014

Fear. Capítulo treinta y seis.

Unos días despiertas entre besos y otros días entre lágrimas, unos días con alguien a tu lado que te roba sonrisas y otros abrazada a la almohada, sin nadie a quién abrazar. Algunas veces te gustaría dejar pasar las cosas y que todo suceda cuando tiene que suceder, sin ponerle fecha ni nombre. Que pasen si tienen que pasar. Pero otras veces no te gustaría, al revés, te gustaría saberlo todo para poder evitar algunas cosas que tienen que pasar. Te gustaría eliminar del futuro todo aquello que no quieres que pase. Pero aunque duela, aunque a veces no lo queramos entender, es imposible. Lo que tenga que pasar, pasará. Y  tienes que estar preparada porque en la vida el sesenta por ciento de las cosas que pasan…te dan miedo simplemente pensarlas.



Las calles de Butte son realmente frías, pasear por ellas en pleno mes de Marzo no es una buena idea. Pero para Jane y Justin eso no es un problema, ambos andan abrazados mientras el chico le explica a su novia todo lo que ven. En cada paso que dan tiene algo que explicar, y es que tenerla allí a su lado, es lo mejor que le ha pasado hasta ese momento.

Han caminado durante un par de horas, y aunque Jane no quiera decir nada, está totalmente cansada. Mira a Justin mientras asiente alguna que otra vez, y cuando ve un banco aprovecha y se sienta.

-          Vamos, nena. Nos queda ir hacia la cas…-se para cuando ve la cara de Jane y ríe divertido- ven aquí.

-          ¿Qué?

-          Ven.

Jane se levanta y camina hacia Justin con el ceño fruncido. El chico la coge de la cintura y le da un casto beso, para luego girarse y darle la espalda.

-          ¿Qué haces? –comenta divertida.

-          Sube.

-          Estás loco si piens…

-          Venga, sube.

Jane suelta un suspiro y con un pequeño salto se sube en la espalda de su novio para acurrucarse en ella. Justin pasa sus brazos por debajo de las piernas de Jane y la agarra bien mientras comienza a andar.

-          Te quiero.

-          ¿Por llevarte en la espalda?

-          Entre otras cosas.








-          Las vistas desde aquí son preciosas.

-          Desde donde yo estoy también.

Jane se gira y ve a Justin mirándola con una sonrisa. No tarda en acercarse a él y enredar sus brazos alrededor de su cintura.

-          ¿Cómo has encontrado este sitio?

-          Era de mi padre.

-          ¿Y ahora es tuyo?

-          No he venido aquí desde que él murió.

-          ¿Es tu primera vez después de que el mur…

-          Si.

-          ¿Y cómo te sientes?

Justin se queda callado mirando serio hacia la gran ventana de aquella pequeña casa. Mirando al exterior, al movimiento de las nubes y a la poca luz que transmite el sol hoy. Baja la mirada para poder mirar a su novia. La mira, la mira, y…

-          Me siento bien de que estés a mi lado.

Jane sonríe mientras siente como esas palabras logran emocionarla, se gira y se lanza a los labios de Justin haciendo que este la coja de la cintura impulsándola hacia arriba para que pueda enredar sus piernas en la cintura de él.

Se separan y se miran con intensión. Se devoran con la mirada y poco después lo hacen con sus bocas. Justin da pasos ciegos hacia atrás hasta chocar con el sofá y luego caerse de espalda en el llevándose consigo a Jane que suelta una pequeña carcajada que no tarda en silenciar Justin con sus labios.

Y se besan, se acarician, se susurran cuánto se quieren y desean. Giran entre risas, y se desnudan haciendo que el tiempo parezca eterno, que entre caricias y caricias parezca que pasen años.

Jane echa la cabeza hacia atrás mientras se aferra a la espalda de Justin, ambos se miran. Sus miradas no se distraen una de la otra. Por alguna extraña razón, necesitan ver su reflejo en los ojos de cada uno. Están a centímetros, y entre embestida ya se extrañan. Justin cubre el cuerpo entero de Jane de besos haciendo que esta sonría al sentir un pequeño cosquilleo.

La casa que ha estado totalmente en silencio durante años, hoy se llena de risas, de gemidos inocentes y de palabras llenas de amor. De pequeñas peleas por quién quiere más al otro. Las paredes totalmente desnudas de un color carmesí son iluminadas por el sol que comienza a salir.







-          Hoy tendría que tatuarte la última palabra de la frase.

Jane asiente.

-          Pero no lo haré.

-          ¿Qué?

-          No quiero escribir más por ahora.

-          ¿Cómo que no quieres escrib…

Justin niega con una sonrisa.

-          Pero Justin, hicimos un trato.

-          Hagamos otro trato.

-          No.

-          Nena, hagamos otro. Escúchame, te tatuaré esa palabra pero no ahora.

-          ¿Entonces…?

-          Te la tatuaré el día que seas completamente mía.

-          Soy tuya.

-          No, serás mía cuando te cases conmigo.

-          ¿Tú quieres que nos cas…

-          No, ahora no. Pero, ya sabes, sé que eres la mujer de mi vida. Eres la mujer más caprichosa y cabezona de la faz de la Tierra. Pero también eres la más hermosa y a la que más quiero.

-          Justin…

-          ¿Trato?

-          ¿Y si no pasa eso?

Justin besa la frente de Jane, y repite de nuevo…

-          ¿Trato?

-          Trato.

Ambos sonríen y vuelven a juntar sus labios para sellar el trato. La mano de Justin acaricia la espalda de su novia de arriba hacia abajo por su piel desnuda haciendo que Jane se estremezca entre sus brazos. Pero toda la tranquilidad acaba cuando empieza a sonar un móvil. El de Jane.

Jane hace el intento de levantarse pero Justin estira de su pierna para que caiga nuevamente encima de el haciendo que los dos rían fuertemente y vuelvan a unir sus labios sin importarle quién pueda llamar y el motivo. El móvil deja de sonar, pero sus labios no dejan de moverse uno contra el otro.

Jane se vuelve a separar cuando escucha su móvil sonar.

-          Quizás sea importante.

Justin asiente entendiéndola, la chica se pone una camiseta de su novio y coge el móvil de su pantalón.

-          Sexy.

Jane le guiña un ojo a Justin mientras que da una vuelta para que este pueda admirar su cuerpo mientras descuelga la llamada, y después de mirar quién le llama, responde con una pequeña risa.

-          ¡Hola, nena!

Pero la felicidad se le rompe cuando siente como la Enma rompe en un llanto.

-          ¿Qué pasa, Enm? –pregunta Jane asustada.

-          Darren, darren…

-          ¿Darren?

Esta vez quién mira preocupado es Justin que se levanta inmediatamente del sofá.

-          Darren ha muerto, Jane. Ha muerto.




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Primero de todo quiero disculparme por tardar, lo siento muchísimo. Pero estoy estudiando para todos los exámenes que me han puesto y ando muy liada. No saco tiempo para nada, lo siento. Espero que me entendáis.

Por otro lado, el final de el capítulo me ha hecho estremecer, de verdad. Simplemente imaginad a Justin cuando lo sepa, y sobretodo cuando sepa quién ha sido. El próximo capítulo va a ser una bomba además del último de la temporada. De verdad, tengo preparado ese final hace mucho  tiempo y woo. Creo que deberíais prepararos para el próximo que espero subirlo en las vacaciones de semana santa.

Espero vuestra opinión con muchas ganas.

¡HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO, Y MUCHAS GRACIAS!