miércoles, 27 de marzo de 2013

La mecánica del amor {54}


¿Qué hora es?

_____ hace una extraña melodía chocando las yemas de sus dedos con el escritorio mientras mira el ordenador portátil que está encendido hace aproximadamente una hora. Mira nuevamente el reloj. 16:17h. Quedan trece minutos para que pueda ver a Justin a través de sus cam. No puede esperar más. Tiene un presentimiento un tanto extraño que no sabe realmente si es bueno o no. Las agujas del reloj cada vez van más lentas y ______ está a punto de tirarse de los pelos. Una idea aparece de pronto en su cerebro: ¿por qué no le llama y le dice que se conecte ya? Inmediatamente una voz interior le contesta ‘Quedan tan solo minutos, no seas impaciente’asiente para sí misma y mira el reloj. Diez minutos. Resopla nerviosa, y se levanta de la silla para mirarse en el pequeño espejo que está colgado en la pared de su habitación. Está bien…quizás un poco sonrojada, pero tan solo eso. Está bien. Sonríe mientras hace algunas muecas, y después vuelve a sentarse en la silla giratoria frente a su escritorio. Seis minutos. Entra en Messenger. Silba mientras da algunas vueltas en la silla y piensa que le va a decir, porque ella sabe que algo no va bien. Nada bien. Y quiere saber el qué. El reloj del ordenador indica que son las cuatro y media de la tarde. El corazón de _____ lucha por salirse del pecho ‘¿por qué tanto nerviosismo?’ se pregunta por dentro, y hace desaparecer la pregunta tan pronto como puede ya que no encuentra ninguna respuesta medianamente lógica. Mira impaciente los username. Justin no está conectado. Frunce el ceño. Ella ahí muriéndose de los nervios y él sin aparecer. Tan tardón como siempre. Sonríe ante el pensamiento, y es que tiene unas ganas loca de ver su sonrisa aunque sea a través de una pantalla. Le echa tanto de menos. Las cinco menos veinte. Decide poner un poco de música. Cliquea encima de una de sus canciones preferidas ‘Impossible de James Arthur’. La tararea por lo bajo mientras mira impaciente la pantalla de su ordenador. Las cinco menos cuarto. Empieza a sentirse un poco mal, ¿no se habrá acordado? claro que se habrá acordado...¿no? Las dudas empiezan a surgirle y los ojos a aguarse. La canción acaba. Las cinco menos diez. De forma aleatoria empieza a sonar otra ‘when I was your men de Bruno Mars’. Las primeras lágrimas empiezan a deslizarse por su mejilla cuando el reloj marca las cinco empunto. No se lo puede creer. Coge el móvil y abre una conversación con él en whatsapp.

¿Por qué no te conectas? *carita triste*

Rápidamente bajo el nombre de Justin pone que está en línea, sonríe mientras se quita las lágrimas. Seguramente tiene algún motivo. Pero las lágrimas vuelven a aparecer cuando se desconecta sin haberle dicho absolutamente nada. Tira el móvil a la cama y se acurruca en la silla mientras las lágrimas empiezan a inundar todos y cada uno de los huecos de su rostro. Imbécil. Se levanta de la silla y cierra el portátil sin apagarlo. Abre la ventana de su habitación y saca la cabeza por ella. Con las mangas de su camiseta se quita las lágrimas de una forma vulgar, pero que realmente ahora no le importa lo más mínimo. El móvil empieza a sonar en la cama, _____ con la esperanza de que sea Justin coge el móvil. Es un número desconocido. Una batalla de si cogerlo o no comienza a su mente, hasta que por medio de un impulso lo coge.

-¿Quién es?

-Justin no es quien piensas, no es el chico del cual estás enamorada. Tiene muchos secretos.

La llamada finaliza y siente como su corazón se ha apagado al igual que esa llamada de teléfono. Era una voz femenina, de eso no tiene duda, ¿qué es lo que Justin le esconde? ‘no pienses en eso,quizás sea una broma’ le dice su subconsciente intentándole tranquilizar, pero realmente es imposible. Ahora mismo solo quiere saber de qué iba aquella maldita llamada y de qué estaba hablando esa chica. Mira el móvil. Duda en si hacer o no lo que está pensando, pero sin hacer una gran pelea entre su cerebro y su corazón coge el móvil y marca el número de Justin. Se lo pone en la oreja mientras nerviosa espera a escuchar su voz. ‘Pi,pi,pi’ no sabe si es el ruido del móvil comunicando o es su corazón que cada vez palpita más rápido haciendo un extraño ruido. Una voz suena, y la cara de cae al no escuchar su voz, sino la del contestador. ‘Hola soy Justin, si quieres…’ antes de que termine la mítica frase, cuelga. No quiere llorar, por una vez en la vida no quiere llorar y esconderse de todo. Y ahora mismo lo que menos le importa es el porqué Justin no se ha conectado, ahora mismo lo que le importa es esa maldita llamada. Pero ella no sabe lo que está pasando a unos kilómetros de su casa. Ella no sabe todo lo que producirá esa llamada, y sobre todo no sabe nada acerca de todos los secretos que esconde ese chico del cual está totalmente enamorada.

-_____, ¿le dijiste a Blas que te ibas a quedar en su casa? 

La hermana de _______ abre la puerta de la habitación.

-Uis…no. Pero ahora mismo le llamo.

-Vale, ¡gracias nena!

Y dicho esto, con una sonrisa su hermana abandona el cuarto. _____ coge el móvil y le escribe un whatsapp a Blas.

¿Puedo quedarme esta noche en tu casa, por favor?

Si quiera pasa un minuto cuando ya obtiene la respuesta…

¡Claro que sí! Mi madre estará encantada de verte, y hoy hay de cenar ese plato especial que te encanta.

Lee el whatsapp de su amigo y sonríe al leer la última frase. Deja el móvil en la mesita de noche y va hacia el ropero para coger todo lo que le hace falta. Cuando termina, lo mete todo en una pequeña mochila. Coge el móvil y lo mete en su bolsillo trasero. Sale de su habitación y se despide de su hermana con un beso en la mejilla y con algunas bromas sobre su cita de esta noche. Sale a la calle, y de pronto siente como su pierna empieza a vibrar. Frunce el ceño, e inmediatamente se da cuenta de que ‘Diamons de Rihanna’ está sonando en su bolsillo trasero. Coge el móvil y sin mirar acepta la llamada.

-¿Sí?

-Perdóname, por favor. No he podido conectarme.

El corazón le da un vuelco al escuchar su voz rota.

-Justin…

-Entiendo si estás enfadada, pequeña. Pero perdóname, por favor. Lo siento.

-¿Por qué no me cogiste la llamada ni me contestaste a los mensajes?

-No los vi, acabo de coger el móvil.

-No me mientas, Justin. Por favor. 

La voz de _____ empieza a ahogarse con las lágrimas que luchan por salir.

-No llores, ______.

-¡Pues no me mientas! ¿qué está pasando, Justin? Háblame. 

-______, yo…

-¿Tú qué?

-¿Me quieres?

-¿Por qué me lo preguntas?

-Contéstame, por favor.

-Claro que te quiero.

-Pues confía en mí, por favor.

-Justin, hoy me ha llamado un número desconocido…

-¿Qué?

-Y me ha dicho que guardas muchos secretos. Que no eres el chico del cual estoy enamorada.

-¡¿Qué?! 

-Justin…

-No, _______. Yo te amo. 

-Yo también, pero…¿por qué me mientes?¿por qué no me cuentas lo que sea que está pasando?

-_______....

-¡Deja ya de decir mi nombre!¡Para ya con el _____! Estoy cansada de que no me cuentes que mierda está pasando.

-Por favor, princesa…

-¿A caso eres tú quién no confía en mí?

-Te prometo que te contaré todo.

-Entonces…¿es verdad esa llamada?

El silencio se apodera de la llamada. De sus voces. De sus corazones. El silencio se hace dueño de una respuesta esperada.

-Escápate conmigo.

-¿Qué? 

-Vayámonos, ______. Lejos.

-Pero, contéstame.

-Te contaré todo lo que quieras saber, pero…vente conmigo.

-Estás loco.

-Por ti.

-¿No eres el chico del que estoy enamorada?

-Soy el chico que daría su vida por ti. Que mataría por ver tu sonrisa.

-Justin…

-Vente conmigo, _____. 

-Vale, lo haré.

-¿De verdad?

-Sí, me iré contigo. Pero prométeme que me dirás todo.

-Te lo prometo, cariño.

-Justin…

-Dime.

-No hagas que me arrepienta de esto.

-Te amo.

-Yo también te amo, ¿cómo lo haremos?

-Este sábado iré hacia Georgia, ¿sabes dónde está la parada del tren?

-Sí.

-Pues espérame allí a las nueve de la noche.

-Tengo miedo.

-¿De mi?

-De tus secretos.

-Esos secretos son pasado, ahora mi presente eres tú.

-Te amo.

_____ puede sentir el suspiro acompañado de una sonrisa de Justin.

-Yo también, ______.

-Hasta el sábado.

-Hasta el sábado, nena.

Y la llamada finaliza.Guarda su móvil en el bolsillo trasero, ‘¡Estás loca, ____!¿qué estás haciendo?’ su cerebro le reclama mientras tanto su corazón asiente con una sonrisa y alguna que otra lágrima. ‘Confía en mí, por favor’ la frase que le ha dicho Justin bombea en su cabeza una vez tras otra mientras se queda mirando hacia un punto fijo de aquella calle. No sabe si habrá hecho bien o no, tan solo sabe que era lo que quería hacer. Que quiere saber toda la verdad, y que quiere estar con él. Aunque…¿cuándo sepa todos esos secretos realmente querrá estar con Justin?¿seguirá sintiendo lo mismo que siente en este momento? ___ no tiene la mínima idea de todo lo que pasará el sábado.