viernes, 25 de octubre de 2013

Fear. Capítulo dieciséis.

Durante el camino a la universidad ninguno de los dos han dicho nada. Ambos mantienen la mirada para un lado distinto. Y esta vez, al contrario que antes, no hay ninguna melodía de por medio. Justin mira de reojo un par de veces a Jane, pero ésta siquiera le mira. Está tan cansada de la misma situación siempre, que ha decidido no prestar más atención a ese chico. A partir de hoy en adelante ya no querrá saber más nada de él. Y es que desde que le conoce no ha visto siquiera una sola vez que hayan podido estar más de una hora juntos sin gritarse el uno al otro.

No pasa mucho tiempo hasta que llegan a la universidad, Justin aparca en el mismo sitio que antes, casi nadie viene en coche a la universidad así que lo tiene fácil para aparcar. Cuando el coche se para, Jane sale rápidamente dejando a Justin solo. Éste frunce el ceño al escuchar el golpe de la puerta contra el coche. Y eso hace que se cabree más de lo que estaba. Pero intenta controlarse interiormente. Sale del coche y corre hacia Jane hasta que coge su brazo haciéndola girar. Ésta se suelta de su agarre.

-          Ya no más –susurra mientras mira a Justin fijamente- estoy cansada de toda esta mierda, no entiendo nada. No entiendo porque tus golpes de ayer por la noche, tampoco entiendo porque te pusiste así cuando viste a ese hombre. Y me voy a volver loca con todo esto, Justin.

-          No tienes porque entender nada, Jane.

-          ¿Y entonces por qué no me dejas en paz? –pregunta Jane- mi vida ya era una mierda antes de conocerte como para que tú la empeores.

Justin frunce el ceño al escuchar las palabras de Jane que fueron directas a su corazón en forma de bala, ¿por qué mierda le importa tanto lo que diga ella?

-          ¿Eso quieres? ¿quieres que te deje en paz?

-          Si, eso quiero.

-          Pues eso haré pero…-susurra Justin mientras se acerca a ella- cuando me necesites, no iré a ayudarte.

-          Nunca he necesitado tu ayuda, Justin.

-          Ahora sí.

-          ¿Y eso por qué?

-          Porque ya estás dentro de toda la mierda que me rodea.

Y dicho esto, Justin se gira para ir hacia el coche dejando a Jane mirándole confundida. Entra en el coche y lo arranca yéndose a toda velocidad de ese sitio. Nade de lo que había dicho era cierto. Si una cosa tenía clara era que no dejaría a Jane sola. Ahora no. Porque si le pasara algo, sería por su culpa. Y porque…necesita protegerla de ese hijo de puta que si le llegara a tocar sería hombre muerto.

Pero a veces, todo sale al contrario de lo que pensamos.



Enciende un tercer cigarro mientras mira con decisión la puerta de la universidad, espera a que Jane salga mientras fuma calada tras calada. Cuando la ve, aplasta el cigarro y lo tira por la ventana. Mira como sonríe a una chica y mueve la cabeza hasta que da con sus ojos. Christian sonríe y eleva la mano para saludarla. Jane le devuelve el saludo pero sin sonreír. Y se acerca al coche hasta entrar en el.

-          Hola –saluda Christian- ¿qué tal te fue el día?

-          Cansado –responde la chica mientras se encoje de hombro.

Christian decide no decir nada más y arranca el coche. Jane frunce el ceño al notar que el coche va a una dirección contraria a la de siempre.

-          Christian, mi casa es por allí –señala Jane.

-          Ya lo sé pero tú padre me pidió que te llevara a almorzar.

-          No, vuelve para atrás. Comeré algo en mi casa.

-          De ninguna manera.

-          Christian, llévame a cas…

-          Tarde, ya hemos llegado –dice el chico parando el coche y dedicándole una sonrisa.

Jane baja del coche mientras gruñe por lo bajo. Con las ganas que tenía de llegar a su casa y olvidarse de todo lo que ha pasado hoy. Espera a Christian, y juntos entran en el Macdonnals. Se sientan en una de las mesas vacías.

-          ¿Qué vas a querer?

-          Lo que quieras tú –responde Jane intentando ser amable. Christian asiente y se aleja de la mesa.

Pasan unos minutos hasta que Christian vuelve con una bandeja llena de comida. Jane le sonríe, y éste se sienta frente a ella. Ambos abren su comida y empiezan a comer. La puerta suena para saber que alguien acaba de entrar. La mirada de Jane se dirige hacia la puerta y se sorprende cuando ve a Justin entrar con Darren. Pide por lo bajo que no le vea, pero como siempre, la mala suerte le acompaña.

Jane se estremece cuando nota la mirada de Justin en ella. Aparta la vista de él y mira hacia abajo.

-          ¿Te encuentras mal? –pregunta Christian. Jane niega.

-          Tengo que ir un momento al baño ¿vale?

Christian asiente. Jane se levanta de la silla y se dirige al baño mientras siente como la mirada de Justin le quema la espalda. Cuando entra, se deja caer en la fría pared mientras suspira. Todo le tiene que pasar a ella, maldita sea. Jane se asusta cuando siente la puerta abrirse con rapidez.

-          ¡¿Pero qué haces?! –exclama Jane.

-          No, qué haces tú aquí con ese.

-          ¿Qué más te da, Justin? Hace unos minutos te dije que me dej…

Pero Justin le interrumpe acercándose a ella haciéndole chocar contra la pared. Sus caras están a centímetros, y ambos mueren por acortarlos.

-          ¿Por qué haces esto?

-          ¿El qué hago?

-          Comportarte como un...

Jane pone sus manos sobre el pecho de Justin y le empuja haciendo que éste de varios pasos hacia atrás.

-          Porque él no es un jodido gilipollas como tú –responde Jane con una sonrisa divertida en sus labios.

Pero cuando se va a alejar nota el brazo de Justin en sus caderas haciéndola girar y en a penas segundos sus labios se están devorando sin previo aviso. Rapidez y pasión. Lujuria y deseo. Tantos sentimientos en un beso.

-          Suéltame –intenta susurrar Jane entre besos. Justin la agarra más fuerte de la cintura mientras le sigue besando. Se separa cuando nota como el aire le falta- ¿por qué sigues con esto? ¿por qué no me haces caso y desapareces de mi vida?

-          Porque no puedo ni quiero –susurra Justin con sinceridad antes de volver a los labios de Jane- porque me siento bien a tu lado, jodidamente bien Jane.




Jane vuelve a su sitio y segundos más tarde Justin pasa por su lado. Ambos intentan no mirarse, pero ¿para qué mentir?, es imposible no fijarse el uno en el otro. Christian se da cuenta y quiere reprochar, pero prefiere mantenerse callado. Después de la pelea que hubo la anterior noche no cree que reprocharle algo a Jane sea la mejor forma de ganarse su confianza. Que es lo que hará a partir de ahora. 

-          ¿Quieres que vayamos a algún sitio ahora?

-          No creo que sea buena idea, tengo que estudiar. Ya sabes. –responde Jane con la primera excusa que le vino a la cabeza. Christian asiente.

Un camarero se acerca a Jane, ésta le mira. El chico le da una servilleta y le dedica una sonrisa. Jane sin entender nada, coge la servilleta y le devuelve la sonrisa al chico que no tarda en girarse e irse.

-          ¿Estoy manchada? –pregunta Jane confusa.

-          No –ríe Christian.

Jane frunce el ceño. Mira la servilleta y ve que está doblada, la abre y se sorprende al ver que hay algo escrito.

‘ Sal fuera, nena. ‘

Jane ríe al leer lo que pone en la servilleta y con una sonrisa en sus labios busca con la mirada a Justin que le mira atenta desde un par de mesas más atrás. Jane niega, y éste eleva sus cejas mientras asiente. Darren que está al lado de Justin se ríe por lo bajo y Christian mira con el ceño fruncido hacia Jane la cual muerde su labio nerviosa. 

-          ¡Acabo de acordarme que quedé con Enma dentro de cinco minutos! – exclama mientras se levanta de la silla.

-          Espera, te llevaré.

-          No hace falta, su casa está cerca –comenta nerviosa- gracias por la comida, Christian.

Y dicho esto, anda hacia la salida sin antes dedicarle un guiño juguetón a Justin que sonríe divertido. Maldita chica, le vuelve totalmente loco.

-          Bro, me voy.

-          Esto es increíble –ríe Darren ganándose una risa de su amigo que no tarda en corre hacia la salida.

Jane le espera apoyada en la pared del local por la parte trasera. 

-          Creo que estás un poco loco –comenta Jane divertida.

-          ¿No te gustó lo de la servilleta? Fue totalmente romántico.

-          ¡Creía que estaba manchada!

Ambos ríen y sin darse cuenta se acercan uno al otro.

-          ¿Para qué querías que viniera aquí?

-          Para que no estuvieras más con ese imbécil.

-          ¡Justin!

-          ¿Qué?

-          ¿En serio me has hecho salir par…

-          Por eso y porque moría de ganas de volver a besarte.

-          ¿Si? -pregunta Jane- Tendrás que demostrármelo…-susurra con una sonrisa.

-          ¿Y cómo se supone que te lo tengo que demostrar?

-          No lo sé, prueba.

Justin sonríe, le gusta cuando ella le reta a algo. Le encanta, y desde luego ese reto era uno muy bueno. Se acerca a sus labios y los captura suavemente. Con sensualidad y lentitud. Como si fuera a romperse con el mínimo tacto. Se separan.

-          Creo que lo puedes hacer mejor…-susurra Jane divertida.

Justin posa sus manos en la cintura de Jane y la atrae a su cuerpo. Moja sus labios para luego posarlos con los de ella. Pequeños toques con una gran velocidad. Tentación y obsesión. Posesión y deseo. Una pareja de sentimientos que les agradan a ambos. Jane sube sus manos hasta el pecho de Justin para dejarlas ahí mientras sus cuerpos se juntan cada vez más.

Justin se separa y no tarda en dirigir sus manos hasta el trasero de Jane haciéndola gemir. Ambos se quedan mirándose con sus respiraciones agitadas. Justin suspira cuando siente las caricias de Jane en su pecho. Es malditamente preciosa y provocadora. Le volvía completamente loco y eso le asustaba. Pero también le gustaba, demasiado.



Pero no muy lejos de ellos, Christian mira la escena desde su coche. Pulsa rápidamente un número en su móvil. Quizás no sea la mejor manera de ganarse la confianza de Jane con lo que iba a hacer. Pero si era la mejor forma para quitarse a ese niñato del medio, lo haría.


Si has leído el capítulo dieciséis pulsa aquí: 

¡Hola, lector@as! 

Espero vuestra opinión en twitter @espeblumer o si no tienes a través de un comentario en el capítulo.

Wooo, ¿qué os pareció? ¡Estos chicos son tan bipolares que me encantan! Pueden mandarse a la mierda en un momento, que poco después pueden estar besándose. Hay más momentos de Jane y Justin, y por no olvidar los pequeños celos que tiene Justin sobre Christian...que hablando de él, lo último deja mucho que pensar.

¿A quién pensáis que estará llamando Christian? ¡Dejadme deciros algo importante...!
Nadie es quién parece ser.

¡Hasta pronto y bienvenidas a las nuevas lectoras! Muchas gracias por todo. 

martes, 22 de octubre de 2013

Fear. Capítulo quince.

El despertador empieza a sonar haciendo que Jane suerte un gruñido en desacuerdo, frunce el ceño cuando pasa su brazo derecho por el lado vacío de la cama. Abre un ojo primero y poco después el otro y parpadea un par de veces hasta que ambos se acostumbran a la luz del sol. Mira por toda la habitación. Juraría que ayer Justin se quedó dormido junto a ella. Se levanta de la cama, aún dormida, y anda hacia el cuarto de baño. Se lava la cara con un poco de agua fría para así poder despertarse del todo. Sale del baño, y algo llama su atención. En el cristal de la ventana hay un papel pegado. Da un par de pasos y lee lo que pone en el papel en voz baja.

‘Buenos días, nena.  Lo siento por irme sin avisar pero te veías muy sexy durmiendo. ‘

Jane sonríe interiormente mientras sus mejillas cogen algo de color. Mira la hora y se sorprende al darse cuenta de que si no se da prisa no llegará a la universidad. Abre el almario para coger unos jeans y una sudadera junto a unas converses un poco desgastas. Pero sus favoritas. Cuando termina de vestirse y de darle algo de volumen a su pelo, sale de la habitación. Se extraña al ver a su padre desayunar en la cocina.

-          Buenos días.

-          Buenos días, papá –contesta Jane mientras frunce el ceño.

-          ¿Qué pasa?

-          Nada, solo que es raro verte aquí a esta hora.

-          Me puedo permitir desayunar hoy con mi hija –sonríe su padre.

-          Está bien.

Jane se sienta junto a su padre, pero segundos más tarde llaman a la puerta.

-          Ve a abrir, será Christian.

-          Papá quería pedirte algo…

-          Dime.

-          Prefiero que Christian no me lleve a la universidad – Jack frunce el ceño al escuchar la proposición de su hija- verás, prefiero ir en autobús o quiz…

-          De ninguna manera, Jane.

-          Pero pap…

-          He dicho que no, y vete o llegarás tarde a la universidad.

La chica se levanta sin comer su desayuno y sale de la cocina dejando a su padre sorprendido por su actitud. Después de colgarse la mochila, abre la puerta para encarar a Christian que le mira un poco avergonzado por lo sucedido anoche. Andan en silencio hasta el coche para luego entrar en éste. Christian arranca y no puede evitar mirar de reojo a su acompañante. Es malditamente preciosa.

-          Deja de mirarme Christian.

-          Lo siento…por todo. Perdóname – Jane le mira y asiente mientras finge una sonrisa.

No hablan más hasta llegar a la puerta de la universidad, y con una fría despedida Jane sale del coche para ir hacia su amiga que la espera en el mismo sitio de siempre. Se saludan con una sonrisa y un pequeño abrazo.

-          ¿Qué pasó con estos dos anoche? –pregunta Enma curiosa.

-          ¿Qué dos?

-          No te hagas la tonta, Jane. Entre Justin y Christian.

-          Ah, no lo sé. Se les fue las manos a ambos.

-          ¿Sabes que a Justin le gustas, verdad?

-          Cállate –dice Jane quitándole importancia a las palabras de su amiga.

Cuando están a punto de entrar en la universidad, el móvil de Jane vibra en su bolsillo. Se para y con ella su amiga. Saca el móvil. Un sms. De Justin.

‘ No entres en la universidad, nena. ‘

Jane lee un par de veces el sms, y luego le dice a su amiga que ella ira después. Enma, después de algunas preguntas, le hace caso y entra en la universidad dejando a Jane sola en los escalones de la entrada. La chica mira su móvil otra vez, y muerde su labio nerviosa. Pero sonríe cuando siente unas manos abrazar su cintura por detrás. Justin deja caer su barbilla en el hombro de ella, por muy cursi que suene, la echaba de menos. Y tenía unas ganas terribles de verla. Jane se gira entre los brazos de Justin, para poder colocar los suyos en el cuello de éste.

-          ¿Me vas a secuestrar? –pregunta Jane.

Justin ríe divertido mientras se acerca a Jane para capturar sus labios. Dulces y carnosos labios. Saben tan bien que ambos se quedarían pegados uno al otro noche y día. Jane se echa hacia atrás cuando nota como Justin quiere profundizar el beso. Justin frunce el ceño. Jane sonríe divertida.

-          ¿Y dónde me vas a llevar?

-          ¿Te debería de llevar a alguna parte?

-          Deberías.

-          Entonces te llevaré.

Ambos andan hacia el coche que está aparcado en la carretera que está justo en frente de la universidad, Justin logró que Darren se lo dejara nuevamente. No se le hizo muy complicado convencerle, solo bastó un par de billetes y algún que otro cigarro. Jane abre la puerta de copiloto y se sienta. Justin poco después hace lo mismo pero por la puerta del conductor.

Justin arranca y al momento la radio deja sonar una de las canciones del cantante preferido de Jane. Bruno Mars. Nothing of you. Jane susurra la letra de la canción mientras Justin le mira de reojo y no puede evitar sonreír. Se ve tan bonita sin preocupaciones, sin nada por lo que preocuparse. Cuando Jane nota que le mira, deja de cantar y se ruboriza. Justin ríe divertido y Jane golpea su brazo fuertemente haciendo que el coche se desvíe un poco.

-          Eh, nena. Ten cuidado.

-          Pues deja de ser un idiota.

-          No hice nada.

-          Te ríes de mí –reprocha Jane como una niña pequeña.

-          Así que te gusta Bruno Mars.

-          Sí, ¿a ti no?

-          No tengo gran pasión de la música.

-          ¿Y por qué tienes pasión, entonces?

Pero Jane se sonroja al entender la mirada perversa de Justin. Ésta aparta la mirada y mira la ventana mientras escucha a su acompañante reír fuertemente. Justin alcanza el volumen de la radio y lo sube haciendo que la canción de Bruno Mars se apodere de todo el coche.

- Beautiful girls all over the world...-canta Justin acordándose de la letra de la canción que suena bastantes veces en la radio- I could be chasing but my time would be wasted. They got nothing on you baby – termina de cantar una parte del estribillo ganándose una sonrisa de Jane la cual no tarda en seguir la canción.

- Nothing on you baby...-sigue Jane cogiendo el ritmo- They might say hi and I might say hey. But you shouldn't worry about what they say cos they got nothing on you baby. Nothing on you baby.

Ambos se miran y no tardan en empezar a reír. 


- Creía que no tenías pasión por la música.

- Hay veces que te apasiona algo y ese algo te lleva a tener pasión por otras cosas.

Jane asiente de acuerdo con las palabras de Justin. Unos minutos más tardes el coche se para. Jane mira por la ventana dándose cuenta que están frente a una cafetería.

- Espero que no hallas desayunado.

- No lo hice.

- Me alegro, porque te voy a invitar a desayunar.

- Woo –exclama Jane burlona.

Salen del coche y andan hasta entrar en el bar que está casi vacío: una pareja de personas mayores y un hombre que está de espalda a la puerta de la entrada. Jane señala una mesa cerca de una gran ventana. Se sientan ahí. Un camarero se acerca para tomar nota.

- Quiero…-susurra Jane- un chocolate caliente.

- Un café con leche –pide Justin.

El camarero se aleja cuando toma nota de ambas bebidas. Jane se queda mirando por la ventana. Hace frío fuera, pero en cambio en esa cafetería se está realmente bien.

- ¿Has viajado alguna vez? –pregunta Justin rompiendo el silencio. Jane pone la mirada en él.

- No, pero me encantaría viajar por Inglaterra. ¿Tú has viajado mucho?

- Si, hace poc…

Pero Justin se calla cuando ve la cara del hombre que estaba en la barra vuelto de espalda hace unos minutos. Su cuerpo se tensa y la sangre se le congela. Maldita sea. El hombre le mira con una sonrisa divertida y no tarde en elevar el dedo pulgar hacia Justin.

- Vámonos.

- ¿Qué?

- He dicho que nos vamos –dice Justin mientras se levanta de su asiento dejando a Jane sorprendida.

- Pero todavía no hem…

- Joder, Jane –gruñe Justin por lo bajo. Se acerca a la chica y la levanta de la silla mientras estira de su brazo.

Salen de la cafería y después de varios empujones, Jane logra zafarse del agarre de Justin.

- ¡¿Pero qué te pasa?! –exclama Jane confundida y enfadada. No entiende nada.

- Cállate la puta boca y ve al coche.

- Vete a la mierda, Justin. No sé ni por qué acepto venir contigo. Eres un gilipollas.

- No me dig…

Pero Justin es interrumpido por una voz grave y bastante conocida desde ayer por la noche. Jane se gira para mirar al hombre que está en la puerta de la cafetería.

- ¿No vas a presentarme a tu chica, Justin?

Justin aprieta sus puños y se pone delante de Jane acercándose a Anthony. Ambos se miran con furia. Jane se acerca al cuerpo de Justin al darse cuenta de la tensión que conlleva la situación.

- Just…

- Ve al coche.

- Pero, Justin que pas…

- ¡Que te vayas al maldito coche, Jane! –exclama éste haciendo que la chica retroceda un par de pasos. Anthony mira la escena con una sonrisa divertida.

Jane mira a Justin, otra vez la misma situación que siempre. Sin decir nada se gira sobre sus talones y anda hacia el coche para apoyarse en éste. Justin aparta la mirada de ella para ponerla sobre el hombre que está justo en frente suya.

- ¿No tuviste suficiente ayer?

- Tuve lo suficiente como para hacerme saber que necesitas un pequeño escarmiento.

- ¿De qué coño hablas?

- Es muy guapa tu chica –comenta Anthony mientras dirige la mirada al cuerpo de Jane- deberías cuidarla.

Justin tensa su mandíbula y cierra ambos puños. Tiene unas ganas terribles de partirle la cara a ese jodido tío. Pero se contiene, tan solo por un motivo: Jane.

- Te acercas a ella y…

- ¿Y qué? –desafía Anthony- te has equivocado al meterte conmigo – Justin ríe fuertemente.

- No te tengo miedo, man. Me importa una mierda tus amenazas, pero a ti si te deberían de importar las mías. Te acercas a ella y te mato.

- Cuando menos te lo esperes…-susurra Anthony divertido- te quedarás sin ese bonito culo.

Y con una última mirada, Anthony da media vuelta para entrar en la cafetería. Justin cierra los ojos y con todas sus fuerzas golpea una de las paredes. Jane se sorprende al verle hacer eso y corre hacia él al escuchar como suelta un gruñido de dolor. Éste eleva su mirada para fijarse en los bonitos ojos de Jane que le transmite una mezcla de confusión, odio, cariño y sobre todo miedo.


¿Qué es esa maldita sensación que siente y esas terribles ganas de protegerla?


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¡Aquí tenéis un nuevo capítulo de fear! Podéis darme vuestra opinión a través de twitter: @espeblumer o si no tienes twitter por comentario en el capítulo.

Este capítulo es más largo que los demás, ya que siempre me decís que los haga un poco más largo, así que lo intenté hacer como queréis. ¿Qué os pareció? Yo creo que Jane ya se está cansando de la actitud de Justin y eso hará que él lo tenga más complicado a la hora de estar cerca suya para protegerla de toda la mierda de Anthony. Pero tendrá que hacerlo y sin decir nada de lo que está pasando, ¿qué creéis que pasará entre ellos dos?¿y qué pensáis que le pueda pasar a Jane?

Poco a poco iréis descubriendo cosas que os sorprenderá,así que si esto os parece 'drama' prepararos para todo lo que queda. Mil gracias por leer, y espero vuestros comentarios con ganas.


¡HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO LECTOR@S!

domingo, 20 de octubre de 2013

Fear. Capítulo catorce.



El coche sale disparado por las mismas calles que condujo anteriormente con la moto. Y por las calles que ha atravesado últimamente demasiadas veces para siempre acabar en el mismo sitio. Justin conduce concentrado en la carretera para no dejar que su mareo le haga cometer algún fallo con el coche de su amigo. Cuando está apunto de cruzar la última curva que le llevará a casa de Jane, su móvil empieza a sonar con una melodía bastante peculiar. No lo coge, realmente si soltara el volante ahora mismo acabaría estrellando el coche en uno de los edificios que le rodea. El móvil vuelve a vibrar, y con un gruñido de frustración no le queda otra que parar el coche a un lado de la carretera. Mete su mano derecha en el bolsillo delantero del pantalón y saca el móvil. No conoce el número que aparece en la pantalla, pero aún así recibe la llamada.

- ¿Quién? –pregunta enfadado, mareado e intrigado.


- Te quiero ahora mismo en la nave.

- No puedo ir ahora, tengo cosas que hacer.

- Créeme que deberías de venir, tengo información que te interesará. 

- ¿De qué hablas, bro? –pregunta Justin mientras choca las yemas de sus dedos contra el volante.

- Te diré cuando te vea –dice Simón para luego colgar.

Mierda. Arranca el coche y da la vuelta para ir dirección contraria a la que tenía prevista desde el principio, pero las ganas de girar e ir hacia casa de Jane son demasiado grande. Tendrá que elegir entre dos cosas: información o Jane. Y aunque se muera por ir a casa de la chica, conduce hacia la nave en la cual no sabe lo que le espera. Solo sabe que debe ir y eso es lo que haría.



Cuando llega a la puerta de la nave, aparca el coche justo en frente por si algo sale mal. Sale y cuando va a llamar para que abran se da cuenta que la puerta ya está abierta, frunce el ceño y deja caer su mano para abrirla del todo. Frunce el ceño cuando ve que no hay nadie. Entra a pasos lentos. Y cuando está dentro unas gotas rojas llaman su atención, se agacha para pasar su dedo índice por el líquido y cuando lo huele, se da cuenta que es sangre. Se pone de píe y anda un par de pasos más hacia delante, hasta que se encuentra con una imagen que le sorprende bastante. El cuerpo de Simón se halla sin vida en el suelo con un par de golpes en la cara y dos balas en el pecho. De pronto la puerta de la cancela se cierra y Justin se gira rápidamente. Mierda, debería de haber sabido que era una maldita trampa. Un hombre de unos treinta y pico años anda hacia Justin con una sonrisa divertida en los labios, una sonrisa que Justin no tarda en responder. Ahora mismo se está enfrentando al hombre que estaba buscando desde que llegó, Anthony Green.

- Me he enterado que me buscabas…-sonríe Anthony y abre los brazos- aquí me tienes, Bieber.

Justin cierra los puños y da un par de pasos vacilante hacia él.

- Has acertado, te estaba buscando. Creo que tenemos mucho de lo que hablar.

- ¿Del hijo de puta de tu padre? –Justin aprieta sus labios y tensa su mandíbula.

- Te voy a matar –susurra en respuesta haciendo reír a Anthony fuertemente.

- Te pareces tanto a tu padre, pero si lo que quieres saber es si yo lo mate…-Anthony se queda pensativo- no, yo no lo hice. Aunque ganas me sobraran, pero me daba pena. La puta de tu madre se quedaría sola con dos bastardos.


Justin cierra los ojos y se lanza de improvisto hacia Anthony golpeando su rostro fuertemente. Un puñetazo tras otro. Patada tras patada. Furia mezclada con impotencia. Hijo de puta susurra Justin dándole un fuerte golpe en la nariz pero a cambio recibe uno en la mejilla y un empujón hacia al lado haciendo que acabe debajo de Anthony. Recibe un puñetazo en el labio que le hace gruñir fuertemente. Anthony se levanta de encima y le da una patada en las costillas. Justin se encoje del dolor, pero la rabia es mucho mayor. Con la pierna derecha golpea la rodilla de Anthony haciendo que este caiga al suelo dándose un gran golpe. Justin se levanta y se acerca para patear el cuerpo del hombre que está en el suelo completamente dolorido. Ve como Anthony intenta coger la pistola que tiene metida en la cinturilla del pantalón, y sin pensárselo golpea su mano con una fuerte patada. Y se agacha a coger la pistola. La carga y apunta hacia Anthony.

- Hazlo –gruñe- hazlo y no sabrás una mierda de todo lo que pasó con tu padre. Soy el único que te puede dar la información que necesitas, y tengo a bastantes hombres detrás de tu culo. Así que si me matas, despídete de esa perra que tienes como compañía, ¿cómo se llama? –dice Anthony con la voz cada vez más ronca- ¿Jane?

Al escuchar su nombre, la piel de Justin se estremece, y con fuerza patea nuevamente las costillas de Anthony.

- Escúchame, hijo de puta. Ella no tiene nada que ver en esto, si la tocas, te juro que acabaré con tu vida y con la de toda tu familia ¿me estás escuchando? – Justin mira al hombre que está tirado en el suelo retorcerse- ¡Respóndeme! –grita mientras se agacha para golpear la mandíbula de éste.

- Si me matas, será tu familia la que acabe muerta. Será esa perra la que acabe muerta.

Justin cierra los ojos con fuerza y aprieta el gatillo para disparar en el hombro de Anthony, éste gime de dolor.

- No te voy a matar ahora, pero lo haré si te acercas a ella o a mi familia.

Y con unos cuantos pasos sale de la nave para meterse en el coche. Guarda la pistola en la guantera que tiene al lado. Y arranca para salir de ese sitio. Cuando sabe que está lo bastante lejos, para el coche. Y el nombre de Jane pronunciado por ese hijo de puta le ronda la cabeza. Sin pensarlo coge su móvil y teclea el número de la chica.

- ¿Qué quieres, Justin? –pregunta Jane apenada al otro lado del teléfono. Justin suspira aliviado al escuchar su voz.

- Necesito verte.

- No creo que sea buena idea, ya me has dej…

- De verdad que necesito verte, perdóname nena. Soy un gilipollas. Lo siento.

El silencio se apodera de ambos.

- Está bien, Justin. Pero no s…

Pero antes de que acabe la frase Justin ya ha colgado para dirigirse a su casa a toda hostia.




Jane se asusta cuando siente a alguien abrir su ventana, pero se relaja cuando le ve. Estira el brazo y enciende la luz. Cuando vuelve la cabeza, se encuentra con la mirada de Justin puesta en ella, pero Jane no se fija en sus ojos. Sino en cada uno de los golpes que tiene en su cara. Se acerca a él a paso rápido.

- ¿Qué te ha pasado, Justin? – pregunta mientras frunce el ceño.

- Parece ser que hoy me he ganado más de un puñetazo.

- Cuéntame –susurra Jane preocupada por los golpes.

- No es nada de lo que preocuparse.

Jane levanta su mano y con las yemas de sus dedos acaricia la mejilla de Justin que está completamente roja con algún que otro moratón. Éste cierra los ojos al sentir las caricias de la chica. Le duele cuando sus dedos se posan en las heridas pero a la vez le alivia sus caricias.

- Perdóname, yo no quería decirte nada de eso –susurra Justin cuando abre los ojos. Jane asiente sin mirarle a los ojos – mírame, Jane -ella primero se niega, pero cuando se da cuenta de la necesidad en la voz de Justin alza la mirada- de verdad, lo siento. Sabes que siempre digo cosas que no pienso cuando estoy enfadado – Jane asiente- pero tú defendías a ese gilipollas y él te trató mal. Y yo solo quer…

Y se calla, bueno, le callan. Los labios de Jane se apoderan con necesidad de los suyos. Justin gruñe al principio al sentir el dolor de su labio herido, pero aprieta la cintura de Jane cuando nota como se quiere separar. Justin profundiza más el beso, un beso deseado por ambos. La intensidad con la que sus labios se mueven, la rapidez con la cual se mueven sus bocas, todo eso es demasiado para los dos. Se desean tanto. Jane gime cuando siente las manos de Justin en su trasero. Dan pasos a ciega hasta que la espalda de Justin choca contra el almario. Se separan cuando sienten como el aire les falta. Los ojos de Justin captan los de Jane en el momento en el cual sus miradas se encuentran.

- ¿Sabes nena? –pregunta Justin, y se responde a si mismo- Darren lleva razón.

Jane frunce el ceño, no sabe de lo que está hablando. Pero él si lo sabe, acaba de aceptarlo. Le importa, esa chica le importa. Y por mucho que le joda, eso ya no cambiará.


¡Pulsa aquí si has leído el capítulo! 


¡Hola, lector@s! Woooo, este capítulo tuvo un poco de todo. Pero la última parte fue muy tierna, ¿no? Anthony dará mucho juego en esta novela junto a algunos personajes más que irán saliendo poco a poco a lo largo de la historia. Y...¡Justin aceptó que Jane le importa! Aunque ella no lo sabe. 

Me gustaría saber vuestras opiniones. Podéis hacérmela saber por twitter: @espeblumer y si no tienes twitter pues por un comentario en el capítulo. Muchas gracias por leerme, de verdad. Mil gracias, ¡OS QUIERO!


¡HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO! 

lunes, 14 de octubre de 2013

Fear. Capítulo trece.

“ Ven y toma una oportunidad, vamos a bailar y a vivir sin miedos. “

La música empieza a sonar más fuerte que al principio haciendo que todo el mundo grite mientras elevan sus brazos a un mismo ritmo. Miro a mi amiga que mueve sus caderas con una sonrisa y coge mis manos invitándome a bailar. Niego mientras me sonrojo. Pero ella no se da por vencida y me hace bailar. Un paso, dos, un movimiento de caderas y poco después mi cuerpo empieza a moverse solo. Sin siquiera yo misma poder manejarlo.

Ladeo mi cabeza para encontrarme con los ojos de Justin que miran  mi silueta sin parpadear. Muerdo mi labio al recordar lo que ha pasado hace unos minutos. Y sin querer sonrío mientras le miro y él no tarda en devolverme la sonrisa. Se ve tan jodidamente sexy con esa blusa de cuadros y esos pantalones negros caídos. Me dan unas ganas terribles de enredar mis manos en su cabello y despeinarlo mientras le doy pequeños besos. Sacudo mi cabeza cuando me doy cuenta que al tan solo imaginarlo mi respiración se ha agitado, y tan solo por su sonrisa divertida sé que sabe perfectamente lo que estaba pensando. Aparto la mirada con las mejillas ruborizadas. Y sigo bailando con mi amiga que me mira sin entender nada. Sacudo mi mano quitándole importancia. Cuando empieza el estribillo de la canción muevo las caderas más rápido y miro a mi amiga que mira detrás de mi divertida. Estoy a punto de girarme para ver a quién mira así pero esa persona ya está demasiado cerca de mí.

Siento una respiración cerca de mi oído haciéndome saber quién es. Sus manos aprietan mi cadera acercándome a su cuerpo haciendo que mi espalda choque contra su pecho. Suspiro sin poder evitar sonreír. Sus manos en mi cadera hacen que la mueva de un lado a otro. Me siento como una marioneta en sus manos y realmente ahora mismo no me importa. Me siento bien. Jodidamente bien, ¿es eso malo? Siento como coloca su barbilla en mi hombro y echo mi cabeza hacia atrás. Pongo mis manos sobre las suyas y bailamos pegados. Muy pegados. Tanto que puedo atreverme a decir que siquiera un alfiler puede caber entre nosotros. Sus manos bajan para pasearse por mi silueta y puedo sentir como el corazón de Justin empieza a bombear deprisa. Como el mío quizás.

-          Me gusta esto.

-          ¿El qué?

-          Tenerte así de cerca.

-          ¿Por qué?

-          Me hace sentir bien.

Sonrío al escuchar su respuesta. Cojo sus manos para que dejen de agarrar mi cadera y me giro para enfrentarlo. Vuelve a colocar sus manos en mí. Cuelgo mis brazos en su cuello para entrelazar mis dedos tras su nuca y pegar nuestros pechos. Un paso hacia delante y dos hacia atrás. Un movimiento más de cintura y la canción termina con los gritos de todas las personas que nos rodea. Pero que durante la canción he podido olvidar completamente. Escucho unos aplausos y me giro para encontrarme con Christian. Me suelto de Justin pero él no me suelta. Me pega más a él. Suspiro cuando veo que Christian se acerca a nosotros.

-          Vámonos, Jane –exige. Elevo mis cejas.

-          ¿Desde cuándo me mandas?

-          Desde que has venido conmigo. Vámonos.

-          No, Christian.

Christian coge mi brazo y me empuja hacia él haciendo que Justin quite sus manos de mi cadera. Veo como Justin tensa su mandíbula mirando hacia el chico de mi lado. Christian da un paso hacia delante y yo frunzo el ceño. Me adelanto a Justin y me pongo en medio.

-          Vámonos.

-          Primero quiero hablar con tu amigo –sonríe divertido.

-          ¡Vámonos! –exclamo mientras señalo hacia la salida y empujo su pecho para que dé un paso hacia atrás.

Christian me mira y luego se gira mientras me empuja a su lado. Miro por última vez a Justin que sigue mirando a Christian con su mandíbula apretada y sus puños cerrados. Aparto mi mirada y ando hacia la salida junto a mi acompañante. Y de pronto todo pasa muy rápido. El cuerpo de Christian se vuelve hacia atrás por culpa de una mano que agarra su brazo, y un puño le golpea fuertemente en la mandíbula haciendo que éste suelte algunos quejidos. Miro a Justin que está a punto de dar otro puñetazo. Me aproximo a él, y me pongo justo delante. Agarro su puño con mi mano haciendo que su cuerpo se relaje.

-          No sigas con esto.

Y cuando está a punto de decir algo, alguien golpea mi cuerpo echándome hacia el lado. Miro a Christian que acaba de pegar un puñetazo a Justin en la nariz. Intento pararlos y separarlos. Y pronto aparece Darren ayudándome. Hasta que conseguimos separarlos.

-          ¿Qué mierda ha pasado? –pregunta Darren sin entender nada.

-          No vuelvas a tratarla así –advierte Justin.

-          Vámonos, Christian –digo mientras empujo su pecho hacia la salida.

Y sin mirar hacia atrás me alejo de Justin, de esa casa y de esa maldita fiesta.

-          No vuelvas a tocarme –miro a Christian.

-          Jane, yo…

-          Tú nada. No eres nada mío. No tiene que importarte una mierda nada sobre mí.

-          Pero me gustas –confiesa Christian parando el coche justo delante de mi casa. Le miro sorprendida por su confesión. Se acerca a mí y justo cuando está a centímetros me echo hacia atrás. Niego con la cabeza. Abro la puerta del coche.

-          Adiós.

Cierro la puerta y entro en mi casa intentando no hacer ruido para no despertar a mi padre. Me quito los tacones y subo la escalera hasta llegar a mi habitación. Dejo caer los zapatos junto a mi bolso en la cama. Voy hacia el baño y quito mi maquillaje que está hecho un desastre. Cansada ando hacia la cama para tirarme en ella. Mi móvil empieza a vibrar dentro del bolso. Estiro el brazo hasta coger el móvil. Un sms. De Justin:  Quiero verte. Contesto rápidamente:  Yo no te quiero ver a ti.

La contestación me llega pronto pero no vía sms exactamente. Un par de toques suenan en mi ventana. Y suspiro al saber quién es, ¿qué otra persona podría entrar por mi ventana? Ando en la oscuridad de mi habitación hasta abrir mi ventana. Mi rostro encara el suyo que está hecho totalmente una mierda.

-          Te he dicho que no te quería ver.

-          Si no me quisieras ver no habrías abierto la ventana.

Mis mejillas se sonrojan y agradezco mentalmente a la luz de mi habitación por estar apagada. Pega un pequeño salto y cae de píe justo delante de mí. Un par de centímetros nos separan. Se acerca pero me echo hacia atrás.

-          No deberías de estar aquí…

-          Nena…-susurra en mi oído- se me fue las manos, está bien. Perdóname.

-          Justin…

-          Ya te pedí perdón, ¿qué más quieres que haga? –pregunta mientras se separa de mí.

-          Yo no quie…

-          Me arrastro como un gilipollas viniendo hasta aquí y tú me dices que no debería estar aquí.

-          ¿Qué te pasa? Solo quiero decirt…

-          Eres una perra…-susurra. Pero lo he escuchado.

-          ¿Qué mierda te pasa?

-          Todas las tías sois iguales, no sé ni que hago aquí.

-          Pues vete.

-          Eso voy a hacer.

-          ¡Adiós! –exclamo pero me calmo al saber que me podrían escuchar.






Aparco el coche para luego cerrar la puerta con fuerza. Entro en la casa y Darren me mira al escuchar el portazo que acabo de dar. Toda la casa está hecha una mierda por culpa de la fiesta, pero realmente no me importa. Ando hacia una mesa donde hay una botella de whisky y me siento al lado de mi amigo, que me mira sorprendido. Elevo la botella en mis labios y el alcohol pasa por mi garganta haciéndome arder.

-          Woo, ¿qué te pasa?

-          Las tías son unas putas.

-          ¿Todo esto es por una tía? –pregunta divertido pero su sonrisa se apaga cuando le miro- ¿es esa amiga de Enma, no?

-          Le fui a pedir perdón…-susurro mientras vuelvo a beber de la botella- y ella me dijo que no debería de estar allí.

-          Estará molesta.

-          ¡Me importa una mierda, ella solo defendía al hijo de puta ese!

-          Justin –me llama Darren divertido. Le miro – nunca te he visto así por una tía.

-          No estoy de ninguna forma, solo qu…

-          Te gusta.

-          ¿Qué dices, bro? ¡Tan solo quiero acostarme con ella! –exclamo intentando convencer a mi amigo. Y quizás también a mí mismo.

-          Te gusta y mucho. Acéptalo, man.

-          No aceptaré una mierda.

-          Te importa esa chica, quizás cuando te dije que era diferente no mentía. Estás acostumbrado a que todas las tías se abran de piernas cuando quieras. Y ahora llega ella y te pone el camino difícil.

-          Cállate –murmuro.

-          No diré nada más si no quieres –dice mientras se levanta y va hacia las escaleras- pero te importa.


Gruño por lo bajo y vuelvo a beber de la botella esta vez dando un sorbo aún más largo. Cierro los ojos y me echo hacia atrás dejando descansar mi espalda en el sofá. Lamo mis labios recogiendo el sabor a alcohol pero el verdadero sabor que quiero recoger es el de sus labios. Sus labios sientan tan bien sobre los míos. Y me entran unas ganas terribles de volverla a besar. Una vez tras otra. Sin parar. Abro los ojos y cojo mi móvil. Miro la pantalla un par de veces. Podría enviarle un sms para pedirle perdón o ir nuevamente hacia su casa y hacerle saber todas las jodidas ganas que tengo de besarla. Y me decanto por la segunda opción. Me levanto del sofá un poco mareado y cojo las llaves del coche con el pensamiento de ir hacia casa de Jane aunque un presentimiento me dice que no será exactamente donde acabe esta noche.


Si has leído el capítulo, pulsa aquí: 

¡Hola, pues estoy aquí de nuevo para dejaros el capítulo trece! Wooo, a mi personalmente, me gustó. No sé, más o menos ya se va viendo al Justin de verdad. La charla con Darren me gustó bastante, pero el final, justo la frase del final os va a dar mucho de lo que pensar. Y creo que pensareis de todos menos lo que va a pasar realmente.

Me hariais muy muy feliz si me dais vuestra opinión a través de twitter: @espeblumer y si no tenéis twitter pues podéis comentar en el capítulo. Espero que os guste y...


¡HASTA PRONTO, Y MUCHAS GRACIAS!