¿Qué jodido ruido es ese que suena sin parar? Es la primera
pregunta que me hago mentalmente al escuchar una canción un tanto conocida
haciéndome despertar con un dolor de cabeza terrible. Abro los ojos y parpadeo
un par de veces hasta acostumbrarme a la luz que entra por los pequeños huecos
de la persiana. La canción para y agradezco a Dios en un susurro antes de
girarme en la cama e intentar poder dormir otra vez. Siquiera pasa cinco
segundos cuando la canción vuelve a sonar, gruño por lo bajo. Busco con mi
mirada de donde proviene la música hasta darme cuenta que es mi móvil. Estiro
el brazo y cojo la llamada sin mirar quien es, ya que realmente no me interesa.
Solo quiero que me dejen dormir y que este dolor de cabeza terrible me
abandone.
- ¿Quién es? –pregunto de una forma no muy
agradable.
- ¿Has borrado mi número? -pregunta una voz aguda bastante conocida.
Hago un poco de memoria hasta que sé quién es. Enma.
- Debería, pero no. Todavía no.
-
Jane…
-
¿Qué? Te has despertado en la cama de un tío que
no conoces de nada, no sabes qué coño hacer y me llamas para solucionarte la
vida ¿cierto? –pregunto enfadada mientras mi cabeza empieza a gritarme a voces
que me calle la puta boca y vuelva a dormir. Enma no contesta e intento
forzarla a responder con un simple ¿Hmm?
-
Sí , lo siento. Pero no me acuerdo de nada de lo
que hice. Y no sé siquiera donde estoy.
-
Resulta que la amargada tiene razón, eh.
-
Perdóname, Jane.
-
Está bien, dime más o menos por donde es la casa
de ese chico.
-
Está cerca de la casa de la fiesta de ayer,
quizás unas cuatro o cinco casas más atrás. No recuerdo bien.
-
Te voy a matar…
-
Ven a por mí, por favor.
-
¿Qué?
-
Por favor, Jane. No sé qué hacer –dice mientras
suelta un pequeño sollozo. Vuelco mis ojos y suspiro.
-
Está bien, intentaré llegar lo más pronto que
pueda.
Cuelgo sin siquiera despedirme pero realmente no me apetece
mucho establecer una conversación ahora. Si
no hubieras bebido…me susurra una voz interior. Frunzo el ceño y me levanto
de la cama poco a poco hasta acabar de pie. Ando hacia el baño y miro mi
aspecto. Un aspecto totalmente horrible. ¿Qué
esperas después de todo lo que pasó ayer? Habla nuevamente mi voz interior
y la maldigo por lo bajo. Salgo para coger algo de ropa. Un pantalón negro
ajustado y un jersey color blanco estará bien. Me lo pongo para después ordenar
un poco mi cabello. Lavo mi cara para luego echar un poco de base bajo mis ojos
tapando las pequeñas ojeras que hay. Luego me pongo unas converse y salgo de mi cuarto. Bajo las escaleras y cojo las llaves
que están encima de la mesa. Salgo deprisa de mi casa para recorrer el mismo
camino que recorrí la noche anterior. Me paro frente la casa de madera que está
rodeada de botellas de bebida alcohólica. Suspiro y ando hacia delante contando
las casas una por una hasta llegar a la cuarta, ¿será esta? Miro un poco por
alrededor hasta encontrar un columpio. Frunzo el ceño, no creo que un chico de dieciochos años tenga un columpio en su jardín,
decido seguir hacia delante. En la entrada de la siguiente casa hay una
moto que se me hace bastante conocida pero ahora mismo no estoy como para
recordar nada que tenga que ver con eso. Abro la cancela que me conduce a la
puerta de la casa. Miro nerviosa hacia los lados sin saber si llamar o no. Pero
decido llamar. Golpeo la puerta un par de veces, y cuento interiormente los
segundos que tarda sea quien sea en abrir la puerta. Uno, dos, tres, cuatro,
cinco…y la puerta se abre dejándome ver a un chico con el pelo alborotado y los
ojos entrecerrados. Creo que me he
equivocado…pienso interiormente.
-
¿Vive aquí Darren? –pregunto tímida.
-
Entre otros…-me mira divertido. Elevo una ceja.
-
¿Entonces vive aquí no? ¿puedes decirle a la
chica que está con él que estoy aquí?
-
¿Y tú eres…?
-
Una amiga suya.
-
¿Y te llamas…?
-
¿Para qué quieres que te diga cómo me llamo? Tan
solo dile que estoy aquí, por favor.
-
Me despiertas de mi tan interesante sueño que
estaba teniendo contigo vestida con ese bonito vestido negro y aparte me hablas
así…-chasquea con su lengua haciendo un sonido negativo- que mal educada.
-
¿Qué? –pregunto sorprendida. Pero los recuerdos
de ayer por la noche vienen a mi mente pronto. Giro hacia atrás y veo la moto. Mierda, este es el chico de ayer…murmuro
para mí misma algo enfadada. Me acerco hacia él y le doy un golpe en su pecho
haciendo que retroceda dos o tres pasos mientras frunce el ceño sorprendido por
mi reacción. Entro dentro de la casa enfada mientras miro por todas partes
intentando divisar a mi amiga con la mirada.
-
¿Qué estás haciendo? –pregunta el chico de pelo
castaño detrás de mí mientras no deja de fruncir el ceño, y eso me está
poniendo muy nerviosa.
-
Deja de fruncir el ceño –gruño por lo bajo- y
busco a mi amiga –suspiro para luego coger aire- ¡Enma! –exclamo en voz alta.
-
Eres un dolor de cabeza –susurra el chico
mientras niega con la cabeza- deja de gritar, no estás en tu casa.
-
Pero da la casualidad que mi amiga me ha llamado
sin saber donde está pidiéndome que venga por ella, así que veo lógico buscarla
¿no? –me mira pensativo.
-
Bien hecho, tienes un punto –dice divertido.
Ruedo mis ojos- creía que ayer por la noche eras graciosa porque estabas
borracha pero parece ser que sigues siendo divertida. Me gusta –se burla de mí
mientras suelta una pequeña risa. Le fulmino con la mirada.
-
Deja de ser un gilipollas, no tengo ganas de aguantar tonterías.
-
Créeme yo tampoco tenía ganas que una loca
llamara a mi casa y se pusiera a gritar el nombre de su amiga, pero cariño las cosas pasan.
-
Mira, chico…
-
Justin –me corrige- me llamo Justin.
-
No me importa cómo te llamas, simplemente ve a
llamar a mi amiga. O subiré yo por esa escalera –señalé la escalera que da al
piso de arriba- y abriré habitación por habitación hasta encontrarla.
-
Adelante –me desafía divertido. Elevo mis cejas
y me giro para subir las escaleras.
Hay tres puertas y un ventanal pequeño al final del pasillo.
Muerdo mi labio nerviosa. Ando hasta la primera puerta, entrecierro mis ojos
por miedo a lo que me pueda encontrar al otro lado de la puerta. Suspiro y la
abro poco a poco hasta encontrarme con el cuarto de baño. Ruedo los ojos y
escucho una risa divertida al final del pasillo. Dirijo mi mirada hasta el
causante de esa risa y no tardo en sacarle el dedo corazón. Imbécil. Voy hacia la segunda puerta,
entrecierro nuevamente mis ojos y abro la puerta. Me encuentro con una
habitación. Hay una gran cama desecha y al lado un almario abierto con la ropa
desordenada. Si quieres te invito a mi
cama…susurra Justin en mi oído haciéndome estremecer. Me giro para
encararlo y le sonrío falsamente para luego apartarlo con un leve empujón
ganándome una carcajada de su parte. Me queda una puerta. Suspiro y abro la
puerta poco a poco. Menos mal…susurro
mentalmente. Mi amiga está sentada en una silla con la ropa de ayer mientras
mira al chico, Darren creo recordar su
nombre, que está mirándole mientras hablan. Los dos se giran cuando abro la
puerta.
-
¡Jane! –exclama Enma mientras viene hacia mí
corriendo para abrazarme. Le devuelvo el abrazo.
-
Hey –me saluda Darren desde la cama. Frunzo el
ceño.
-
Hola –respondo seria. Se folla a mi amiga borracha y encima quiere que le salude, será
imbécil.
-
Venga, vámonos Enma. Tu madre seguro que estará
preocupada.
-
Jane…-susurra haciéndome saber que ha hecho algo
que no debería de hacer- le envíe un sms diciéndole
que estaba en tu casa – asiento mientras cojo su mano para tirar de ella hasta
salir de esa habitación. Justin me mira divertido.
-
¿Qué miras así, idiota?
-
Cuando me insulta eres muy sexy –dice Justin
para luego mojar sus labios sintiéndose victorioso al notar como la mirada de
Jane baja hacia estos.
Mi amiga me aprieta la mano al notar como me he quedado
mirando los labios de Justin y sin querer he mordido los míos tímidamente.
Niego con la cabeza haciéndome entrar en razón. Tiro de la mano de Enma y
juntas bajamos la escalera mientras escuchamos unas risas detrás. Salimos de la
casa juntas pero una voz me detiene. Me giro para ver a Justin parado en la
puerta con mi bolso de la anterior noche entre sus manos. Nos miramos
fijamente, y no puedo aguantar sonreír divertida y él no tarda en imitar mi
sonrisa.
-
Te tengo una proposición…- enarco una ceja
mientras le escucho- te devuelvo tu querido bolso si me das tu número de
teléfono –suelto una carcajada. Me separo de mi amiga y me acerco a Justin con
paso gracioso. Me quedo cerca de su rostro poniéndonos nerviosos a ambos- ¿qué
dices? –pregunta divertido.
-
Ni en tus sueños, imbécil.
Me giro con una sonrisa mientras cojo la mano de Enma para
salir por la pequeña cancela, escucho la risa de Justin detrás de mí haciéndome
reír.
-
¿Sabes una cosa? –pregunta haciendo que gire
mientras ando. Al darse cuenta que le estoy mirando continúa hablando- lo que pasa en mis sueños contigo pronto se
hará realidad, bonita.
- IMPORTANTE -
Bueno aquí os dejo el capítulo tres de fear, tengo algunos capítulos escritos más así que puedo subir más rápido. Pero la visitas suben, pero casi nadie me da su opinión y creerme que me vengo a bajo respecto al tema de escribir. Simplemente os pido que me deis vuestra opinión o que me digáis que os gusta o que no os gusta. Simplemente eso, por favor. Hagamos una cosa, es muy sencilla. Tan solo tenéis que pulsar encima de donde pone 'tweet'. Si me llegan un número de menciones suficientes, es decir, no os pido mucho tan solo que pulséis encima del botón tweet, si esto pasa pues os subo algunos capítulos dentro de poco. Un día o quizás dos. Según ustedes. Está todo en vuestras manos, por favor hacerlo. Tan solo os pido eso. Un besazo y os quiero. Gracias por todo.
¡HASTA DENTRO DE POCO, PEQUEÑAS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario