lunes, 9 de septiembre de 2013

Fear. Capítulo tres.





¿Qué jodido ruido es ese que suena sin parar? Es la primera pregunta que me hago mentalmente al escuchar una canción un tanto conocida haciéndome despertar con un dolor de cabeza terrible. Abro los ojos y parpadeo un par de veces hasta acostumbrarme a la luz que entra por los pequeños huecos de la persiana. La canción para y agradezco a Dios en un susurro antes de girarme en la cama e intentar poder dormir otra vez. Siquiera pasa cinco segundos cuando la canción vuelve a sonar, gruño por lo bajo. Busco con mi mirada de donde proviene la música hasta darme cuenta que es mi móvil. Estiro el brazo y cojo la llamada sin mirar quien es, ya que realmente no me interesa. Solo quiero que me dejen dormir y que este dolor de cabeza terrible me abandone.

      -   ¿Quién es? –pregunto de una forma no muy agradable.

     -  ¿Has borrado mi número?  -pregunta una voz aguda bastante conocida. Hago un poco de memoria hasta que sé quién es. Enma.

-      Debería, pero no. Todavía no.

-          Jane…

-          ¿Qué? Te has despertado en la cama de un tío que no conoces de nada, no sabes qué coño hacer y me llamas para solucionarte la vida ¿cierto? –pregunto enfadada mientras mi cabeza empieza a gritarme a voces que me calle la puta boca y vuelva a dormir. Enma no contesta e intento forzarla a responder con un simple ¿Hmm?

-          Sí , lo siento. Pero no me acuerdo de nada de lo que hice. Y no sé siquiera donde estoy.
-          Resulta que la amargada tiene razón, eh.

-          Perdóname, Jane.

-          Está bien, dime más o menos por donde es la casa de ese chico.

-          Está cerca de la casa de la fiesta de ayer, quizás unas cuatro o cinco casas más atrás. No recuerdo bien.

-          Te voy a matar…

-          Ven a por mí, por favor.

-          ¿Qué?

-          Por favor, Jane. No sé qué hacer –dice mientras suelta un pequeño sollozo. Vuelco mis ojos y suspiro.

-          Está bien, intentaré llegar lo más pronto que pueda.

Cuelgo sin siquiera despedirme pero realmente no me apetece mucho establecer una conversación ahora. Si no hubieras bebido…me susurra una voz interior. Frunzo el ceño y me levanto de la cama poco a poco hasta acabar de pie. Ando hacia el baño y miro mi aspecto. Un aspecto totalmente horrible. ¿Qué esperas después de todo lo que pasó ayer? Habla nuevamente mi voz interior y la maldigo por lo bajo. Salgo para coger algo de ropa. Un pantalón negro ajustado y un jersey color blanco estará bien. Me lo pongo para después ordenar un poco mi cabello. Lavo mi cara para luego echar un poco de base bajo mis ojos tapando las pequeñas ojeras que hay. Luego me pongo unas converse y salgo de mi cuarto. Bajo las escaleras y cojo las llaves que están encima de la mesa. Salgo deprisa de mi casa para recorrer el mismo camino que recorrí la noche anterior. Me paro frente la casa de madera que está rodeada de botellas de bebida alcohólica. Suspiro y ando hacia delante contando las casas una por una hasta llegar a la cuarta, ¿será esta? Miro un poco por alrededor hasta encontrar un columpio. Frunzo el ceño, no creo que un chico de dieciochos años tenga un columpio en su jardín, decido seguir hacia delante. En la entrada de la siguiente casa hay una moto que se me hace bastante conocida pero ahora mismo no estoy como para recordar nada que tenga que ver con eso. Abro la cancela que me conduce a la puerta de la casa. Miro nerviosa hacia los lados sin saber si llamar o no. Pero decido llamar. Golpeo la puerta un par de veces, y cuento interiormente los segundos que tarda sea quien sea en abrir la puerta. Uno, dos, tres, cuatro, cinco…y la puerta se abre dejándome ver a un chico con el pelo alborotado y los ojos entrecerrados. Creo que me he equivocadopienso interiormente.

-          ¿Vive aquí Darren? –pregunto tímida.

-          Entre otros…-me mira divertido. Elevo una ceja.

-          ¿Entonces vive aquí no? ¿puedes decirle a la chica que está con él que estoy aquí?

-          ¿Y tú eres…?

-          Una amiga suya.

-          ¿Y te llamas…?

-          ¿Para qué quieres que te diga cómo me llamo? Tan solo dile que estoy aquí, por favor.
-          Me despiertas de mi tan interesante sueño que estaba teniendo contigo vestida con ese bonito vestido negro y aparte me hablas así…-chasquea con su lengua haciendo un sonido negativo- que mal educada.

-          ¿Qué? –pregunto sorprendida. Pero los recuerdos de ayer por la noche vienen a mi mente pronto. Giro hacia atrás y veo la moto. Mierda, este es el chico de ayermurmuro para mí misma algo enfadada. Me acerco hacia él y le doy un golpe en su pecho haciendo que retroceda dos o tres pasos mientras frunce el ceño sorprendido por mi reacción. Entro dentro de la casa enfada mientras miro por todas partes intentando divisar a mi amiga con la mirada.

-          ¿Qué estás haciendo? –pregunta el chico de pelo castaño detrás de mí mientras no deja de fruncir el ceño, y eso me está poniendo muy nerviosa.

-          Deja de fruncir el ceño –gruño por lo bajo- y busco a mi amiga –suspiro para luego coger aire- ¡Enma! –exclamo en voz alta.

-          Eres un dolor de cabeza –susurra el chico mientras niega con la cabeza- deja de gritar, no estás en tu casa.

-          Pero da la casualidad que mi amiga me ha llamado sin saber donde está pidiéndome que venga por ella, así que veo lógico buscarla ¿no? –me mira pensativo.

-          Bien hecho, tienes un punto –dice divertido. Ruedo mis ojos- creía que ayer por la noche eras graciosa porque estabas borracha pero parece ser que sigues siendo divertida. Me gusta –se burla de mí mientras suelta una pequeña risa. Le fulmino con la mirada.

-          Deja de ser un gilipollas, no tengo ganas de aguantar tonterías.

-          Créeme yo tampoco tenía ganas que una loca llamara a mi casa y se pusiera a gritar el nombre de su amiga, pero cariño las cosas pasan.

-          Mira, chico…

-          Justin –me corrige- me llamo Justin.

-          No me importa cómo te llamas, simplemente ve a llamar a mi amiga. O subiré yo por esa escalera –señalé la escalera que da al piso de arriba- y abriré habitación por habitación hasta encontrarla.

-          Adelante –me desafía divertido. Elevo mis cejas y me giro para subir las escaleras.

Hay tres puertas y un ventanal pequeño al final del pasillo. Muerdo mi labio nerviosa. Ando hasta la primera puerta, entrecierro mis ojos por miedo a lo que me pueda encontrar al otro lado de la puerta. Suspiro y la abro poco a poco hasta encontrarme con el cuarto de baño. Ruedo los ojos y escucho una risa divertida al final del pasillo. Dirijo mi mirada hasta el causante de esa risa y no tardo en sacarle el dedo corazón. Imbécil. Voy hacia la segunda puerta, entrecierro nuevamente mis ojos y abro la puerta. Me encuentro con una habitación. Hay una gran cama desecha y al lado un almario abierto con la ropa desordenada. Si quieres te invito a mi camasusurra Justin en mi oído haciéndome estremecer. Me giro para encararlo y le sonrío falsamente para luego apartarlo con un leve empujón ganándome una carcajada de su parte. Me queda una puerta. Suspiro y abro la puerta poco a poco. Menos mal…susurro mentalmente. Mi amiga está sentada en una silla con la ropa de ayer mientras mira al chico, Darren creo recordar su nombre, que está mirándole mientras hablan. Los dos se giran cuando abro la puerta.

-          ¡Jane! –exclama Enma mientras viene hacia mí corriendo para abrazarme. Le devuelvo el abrazo.

-          Hey –me saluda Darren desde la cama. Frunzo el ceño.

-          Hola –respondo seria. Se folla a mi amiga borracha y encima quiere que le salude, será imbécil.

-          Venga, vámonos Enma. Tu madre seguro que estará preocupada.

-          Jane…-susurra haciéndome saber que ha hecho algo que no debería de hacer- le envíe un sms diciéndole que estaba en tu casa – asiento mientras cojo su mano para tirar de ella hasta salir de esa habitación. Justin me mira divertido.

-          ¿Qué miras así, idiota?

-          Cuando me insulta eres muy sexy –dice Justin para luego mojar sus labios sintiéndose victorioso al notar como la mirada de Jane baja hacia estos.

Mi amiga me aprieta la mano al notar como me he quedado mirando los labios de Justin y sin querer he mordido los míos tímidamente. Niego con la cabeza haciéndome entrar en razón. Tiro de la mano de Enma y juntas bajamos la escalera mientras escuchamos unas risas detrás. Salimos de la casa juntas pero una voz me detiene. Me giro para ver a Justin parado en la puerta con mi bolso de la anterior noche entre sus manos. Nos miramos fijamente, y no puedo aguantar sonreír divertida y él no tarda en imitar mi sonrisa.

-          Te tengo una proposición…- enarco una ceja mientras le escucho- te devuelvo tu querido bolso si me das tu número de teléfono –suelto una carcajada. Me separo de mi amiga y me acerco a Justin con paso gracioso. Me quedo cerca de su rostro poniéndonos nerviosos a ambos- ¿qué dices? –pregunta divertido.

-          Ni en tus sueños, imbécil.

Me giro con una sonrisa mientras cojo la mano de Enma para salir por la pequeña cancela, escucho la risa de Justin detrás de mí haciéndome reír.


-          ¿Sabes una cosa? –pregunta haciendo que gire mientras ando. Al darse cuenta que le estoy mirando continúa hablando-  lo que pasa en mis sueños contigo pronto se hará realidad, bonita. 




  •     IMPORTANTE -
      Bueno aquí os dejo el capítulo tres de fear, tengo algunos capítulos escritos más así que puedo subir más rápido. Pero la visitas suben, pero casi nadie me da su opinión y creerme que me vengo a bajo respecto al tema de escribir. Simplemente os pido que me deis vuestra opinión o que me digáis que os gusta o que no os gusta. Simplemente eso, por favor. Hagamos una cosa, es muy sencilla. Tan solo tenéis que pulsar encima de donde pone 'tweet'. Si me llegan un número de menciones suficientes, es decir, no os pido mucho tan solo que pulséis encima del botón tweet, si esto pasa pues os subo algunos capítulos dentro de poco. Un día o quizás dos. Según ustedes. Está todo en vuestras manos, por favor hacerlo. Tan solo os pido eso. Un besazo y os quiero. Gracias por todo. 


                             Si lo habéis leído pulsar aquí ----> 


¡HASTA DENTRO DE POCO, PEQUEÑAS!

No hay comentarios:

Publicar un comentario