miércoles, 18 de septiembre de 2013

Fear. Capítulo siete.

Jane me mira con el ceño fruncido haciéndome saber perfectamente lo que está pensando ahora mismo. Poco después niega con su cabeza y se gira para seguir caminando. Hago una mueca, quizás me pasé antes pienso. Vuelvo a donde está mi moto y me subo en ella, ¿debería ir detrás de ella? Y me sorprendo cuando me hago esa pregunta,  nunca he ido detrás de nadie. Y menos de una chica. Arranco la moto y me maldigo mentalmente por tomar la dirección que he tomado. Jane está a punto de llegar a su casa, cojo más velocidad llegando a su lado asustándola. Cuando me ve se relaja. Paro la moto y ella deja de caminar mientras me mira. Y no tardo en responder a su mirada.

-          Súbete…-murmuro haciendo que tan solo ella me escuche.

-          No.

-          Te quiero llevar a un sitio, súbete.

-          No quiero.

-          Eres una niñata –digo entre dientes y luego me arrepiento al ver su mirada. Mierda.

-          Vete a la mierda, Justin –dice para empezar a andar hacia su casa. Suspiro y me bajo de la moto. Corro hacia ella y la cojo del brazo haciendo que se pare. Pero no se voltea para mirarme. Me acerco más a su cuerpo.

-          Lo siento –susurro en su oído y sonrío al sentir como su respiración se ha vuelto agitada y su cuerpo se estremecido tras mi tacto. Se gira para chocar con mi mirada.

-          No quiero ir contigo a ningún sitio –susurra mientras me mira.

-          Pero da la casualidad de que yo si quiero…-susurro cerca de sus labios y me agacho para cogerla de sus piernas haciendo que despegue los píes del suelo y que su tronco descanse en mi hombro.

-          ¡Bájame, Justin!

-          No.

-          He dicho que me bajes, imbécil.

-          ¿Si te bajo vendrás conmigo?

-          ¡Noooo! –exclama alargando la ‘o’. Río entre dientes y giro mi cabeza para encontrarme con su trasero. Mojo mis labios para después morderlos.

-          No te voy a bajar.

-          Está bien, iré contigo.

-          ¿De verdad?

-          Sí, bájame –dice mientras para de mover sus piernas.

-          Nena, no soy tan estúpido. Sé que si te bajo, te vas a ir.

-          No me voy a ir, te lo prometo –dice tranquila y poco a poco la dejo de píe en el suelo. Suspira- ¿por qué quieres que vaya contigo?

-          No lo sé –susurro con sinceridad.

-          ¿No lo sabes? –pregunta incrédula.

-          No, tan solo quiero que vengas.

Jane mira hacia atrás un par de veces, y empieza a caminar pero esta vez en dirección contraria. Llega a mi moto y se queda mirándola.

-          Después me dices a mí que le pida perdón cuando tú la tiras al suelo…-dice divertida, y me mira haciendo que sonría- bueno, ¿te vas a quedar ahí parado?
     
      Niego con mi cabeza, y me acerco a ella. Me mira sorprendida al sentir mi cercanía. Muerdo mi labio y levanto mi mano para acariciar su mejilla. Jane frunce el ceño y luego moja sus labios haciendo que mi mirada baje hacia ellos. Me separo y me agacho levantando mi moto para luego montarme en ella. Me vuelvo hacia Jane que me mira haciendo una mueca.

-          ¿Vamos? –pregunto serio. Ella se va a subir detrás de mí pero yo la paro.

-          ¿Qué pasa?

-          Súbete delante.

-          ¿Delante? –pregunta con miedo. Sonrío, es preciosa.

-          Venga, ¿tienes miedo?

-          No –dice mientras muerde su labio tímida.

-          ¿Entonces…?

Me echo hacia atrás, y ella no tarda en subirse delante de mi dejando sus manos encima de las mías que están agarrando el manillar de la moto. Me pego detrás suya. Ella suspira y yo juro que me la tiraría ahora mismo. Justo aquí. Me acerco a su oído.

-          ¿Estás preparada? –pregunto con voz ronca.

-          Sí .

Arranco la moto y ella aprieta mis manos fuertemente. Sonrío.

-          Nena, si aprietas tan fuerte mis manos no creo que pueda conducir bien.

-          Justin…

-          Dime.

-          Tengo miedo –susurra asustada.

Echo uno de mis brazos hacia atrás haciendo que una de mis manos suelte el manillar, segundos después paso éste brazo por su cintura pegándola un poco más a mí. Ella pasa su mano libre por mi brazo y lo agarra pero sin apartarlo.

-          ¿Mejor? –pregunto contra su oído. Ella asiente.

-          Tranquila, el miedo está solo en tu cabeza.

Arranco la moto y salgo a una velocidad media de la calle para poco a poco coger más velocidad. Jane aprieta mi brazo que está en su cintura. Corro por las carreteras acordándome de cada sitio por el cual vamos pasando hasta llegar a la casa en la que vivíamos antes mi familia y yo,  pero que ahora está ocupada por otras personas. Bajo la velocidad y conduzco un poco más hacia delante. Paro la moto cuando llegamos justo a una parte que está a unos metros de la casa. Aflojo mi brazo de su cintura y ella también afloja su agarre.

-          Ya puedes bajar, cariño.

Baja de delante de mí poco a poco hasta que sus píes tocan el suelo que está cubierto por hierba. Después bajo yo echando el seguro para que así se quede de píe. Miro a mi alrededor, todo está tan cambiado. Busco con mi mirada la casa de árbol que hice con mi padre hace unos años, pero no la encuentro. Mi corazón empieza a acelerarse. No puede serAndo deprisa hasta el árbol más grande, y el corazón se me cae cuando veo que el único recuerdo que tenía mío y de mi padre ya no está. Arrastro mi mano por mi pelo pegándole leves estirones, entonces siento una mano en mi espalda acariciándola de arriba abajo. En un ritmo bastante relajante. Me giro para encontrarme con la mirada de Jane.

-          ¿Estás bien? –pregunta con dulzura.

-          Sí.

-          ¿Seguro?

-          Joder, te he dicho que sí –digo serio mientras me aparto de su toque. Me mira con el ceño fruncido y da un par de pasos hacia atrás para girarse y mirar a su alrededor.

-          Eres tan imbécil y bipolar.

-          ¿Qué? –pregunto enfadado, y sé que ella no tiene la culpa de nada de lo que está pasando pero estoy tan jodidamente furioso.

-          No debería de haber venido contigo.

-          ¡Pues vete! –exclamo fuertemente. Me mira y se acerca a mí.

-          Te recuerdo que eres tú el que has venido detrás de mí para que viniera contigo, te recuerdo que eres tú quien quería que viniera.

-          Cállate –susurro sabiendo que lleva razón.

-          Pero claro, como eres un gilipollas siempre tienes que arruinarlo todo con tus comentarios. Tan solo quería saber si estabas bien.

-          Me importa una mierda, Jane.

-          A ti te importa una mierda todo lo que no seas tú –susurra enfadada. Me giro y me enfrento a ella.

-          No sabes nada de mí, así que mejor cállate.

-          ¿O qué?

-          No me cabrees, Jane –digo entre dientes y ella ríe sarcástica haciendo que me enfade aún más. Me acerco a ella y agarro sus brazos fuertemente- deja de reírte y cállate la puta boca.

-          ¡Suéltame, me haces daño! –exclama mientras se mueve hasta que se aparta de mí. Le miro a los ojos mientras ella me mira con miedo. E incluso podría decir que con dolor. Acaricia sus brazos haciéndame saber que le he hecho daño. Me acerco a ella pero retrocede un par de pasos.

-          No te acerques, Justin.

-          No quería hacerte daño, solo qué…joder, no te callas. No me conoces, no puedes decir nada de esa mierda sobre mí –le miro esperando una respuesta, pero no habla- ¿no vas a decir nada?

-          Yo… quiero ir a mi casa, por favor.

-          Jane…

-          Por favor.

Le miro y luego asiento mientras ando hacia mi moto. Me subo en ella y espero a que Jane se suba delante de mí, pero empuja mi espalda haciendo que me siente más hacia delante. Se sienta detrás de mí y esta vez no me rodea con sus brazos, sino que se agarra al asiento. Arranco la moto, y cojo velocidad por la carretera hasta llegar a su casa. Ella se baja sin decir nada, sin siquiera dedicarme una mirada. Y me siento culpable. Es la primera vez en mi vida que llego a sentirme tan jodidamente culpable sobre algo.

-          ¡Jane! –la llamo haciendo que se pare, pero no se gira así que sigo hablando- lo siento, no quería hacerte daño.

Se queda parada unos segundos hasta que comienza a andar y la veo desaparecer en la entrada de su casa. Suspiro y me maldigo a mí mismo interiormente. Ya se le pasará…murmuro. Arranco la moto y me alejo de su casa para ir hacia la mía, cuando llego entro para buscar con mi mirada a Darren. Pero no hay nadie. Me siento en el sofá y saco mi móvil. Lo observo mientras le doy un par de vueltas, y sin saber siquiera porque hago lo que estoy a punto de hacer, busco su nombre entre los contactos. Jane. Tecleo rápidamente y le doy a enviar sin pensarlo. Y justo después de darle a enviar una parte de mi se arrepiente.


“ Mañana te espero en la salida de la universidad, lo siento. “

¡Ahora subo otro capítulo, pequeñas! Recordad darme vuestras opiniones en: @espeblumer o @espebieber.

Si habéis leído el capítulo siete, pulsar aquí:

No hay comentarios:

Publicar un comentario