La oscuridad se adueña de todo el
pasillo, intento correr pero nunca encuentro la luz. Estoy asustada. Todo esto
me asusta. Poco a poco puedo encontrar una pequeña línea de luz, parpadeo un
par de veces. Hay un chico. Entrecierro mis ojos para poder adivinar quién es,
pero no tengo ni idea. Estoy a punto de verlo, de tocarlo, y justo cuando se
gira todo desaparece para volver a verlo todo oscuro.
La alarma empieza a sonar haciéndome despertar de un sueño
bastante extraño. Abro mis ojos mientras suelto un pequeño gemido, me giro
hacia el despertador. Las siete menos cuarto de la mañana. Mierda, hoy tengo clase…murmuro mientras me acurruco en la
almohada. La alarma empieza a sonar otra vez, me giro y la apago mientras
refunfuño por lo bajo. Me levanto y cojo la ropa que dejé en la silla ayer por
la noche. Un pantalón vaquero junto a un jersey negro y unas converses del mismo color que éste. Entro
en el baño, después de vestirme me aplico un poco de base por toda la cara y
finalmente repaso con lápiz negro mis ojos. Recojo todo mi pelo en una cola
bastante alta y sonrío al espejo para luego girarme e irme del baño. Cojo la
maleta y salgo de mi habitación para bajar las escaleras. Cundo llego a la
cocina cojo un cartón de leche del frigorífico, un tazón de cristal de una de
las pequeñas puertas de los lados, y después la caja de cereales que está
encima de la encimera. Después de desayunar, miro la hora en mi móvil. Las siete y media. Salgo de mi casa para
encontrarme a Christian esperándome con el coche. Christian tiene unos cuantos
años más que yo, veinticuatro años exactamente. Cuando mi padre no está en casa
siempre me lleva a los sitios que le pido, aunque nunca lo hago yo, siempre se
lo dice mi padre. Controlador como
siempre. Le dedico una sonrisa antes de entrar en la parte del copiloto.
Christian no tarda en sentarse a mi lado para poner el coche en marcha hacia la
universidad. Estiro mi brazo y pongo música, empieza a sonar Blurred Lines.
La tarareo por lo bajo ganándome alguna mirada que otra de
Christian, que me pueden llegar a intimidar. Llegamos a la universidad y bajo
del coche rápidamente después de despedirme de Christian. Busco con mi mirada a
mi amiga hasta encontrármela sentada en uno de los escalones que conducen a la
puerta de la universidad. Me mira y sonríe, se levanta y entramos dentro
mientras hablamos un poco de todo lo que ha pasado este fin de semana.
-
¿Entonces te llamó ayer para volver a veros?
–pregunto sorprendida.
-
Sí, no sé qué hacer.
-
No sé, Enma. Parece raro –hago una mueca.
-
Me gusta, Jane.
-
No digas tonterías –suelto una pequeña
carcajada. Mi amiga me mira mal- no me mires así. Si quieres quedar con él,
hazlo. Tú sabrás –le sonrío.
-
¿Sabes que eres bastante mala dando consejos,
verdad? –pregunta divertida, haciéndome reír mientras asiento.
La campana empieza a sonar y los pasillos se llenan de
personas. Me separo de mi amiga y voy hacia mi clase. Matemáticas a primera hora debería ser realmente ilegal. Llego a la
clase y me siento en una de las mesas del principio. Cuando el profesor entra
está cada asiento completo. Miro concentrada a lo que el profesor explica más
para sí mismo que para toda la clase. Las horas empiezan a pasar hasta que
suena la alarma para hacernos saber que la tercera clase de la mañana está
acabada. Todo el mundo sale corriendo y yo espero a que todo el mundo salga
para luego salir. Voy andando mientras miro mis pies hasta que choco con
alguien haciendo que mis libros caigan al suelo. Suspiro por lo bajo y recojo
los libros. Elevo mi vista para ver a la persona que se ha chocado conmigo
andar rápido por el final del pasillo. Podría
haberse parado a ayudarme susurro para mí misma y luego me levanto para
salir de la universidad. Hoy tan solo tenía tres clases, tres interminables
clases. Cuando bajo los escalones mi móvil comienza a vibrar. Lo miro. Un nuevo
mensaje de Enma.
Quedé
con Darren para ir a comer después de la universidad. Creo que me gusta mucho…y
que yo le gusto a él. Estoy nerviosa. Nos vemos luego, y te cuento.
Me río por lo bajo
ante el nerviosismo de mi amiga. Realmente ese chico me transmite algo extraño,
pero no soy nadie para decirle a Enma lo que debe hacer o no. Además me gusta
verla así. Contenta.
Está
bien, ten cuidado. Luego nos vemos y hablamos, zorra.
Le doy a enviar y
luego guardo mi móvil para buscar con mi vista a Christian pero no hay ni
rastro de él. Suspiro. Vuelvo a coger mi móvil y tecleo el número de Chris. No
me lo coge. Suspiro y me siento en uno de los escalones, quizás se le hizo
tarde. Empieza a pasar los minutos, e incluso podría decir que pasa un cuarto
de hora y no hay rastro de Chris. Mi casa queda muy lejos de la universidad.
Busco en mis bolsillos algo de dinero, pero no traigo nada. Muerdo mi labio
nerviosa, y vuelvo a llamar a Christian. No contesta.
-
Hey
–escucho una voz. Busco con mi mirada a quien me llama hasta encontrar a lo
lejos un chico con los pelos hacia arriba totalmente despeinado. Justin.
-
Hey
–contesto mientras vuelvo la mirada a mi móvil.
-
¿Tu
novio te dejó tirada? –pregunta divertido. Miro hacia él.
-
No eres
divertido.
-
Que
lástima, tú si eres realmente graciosa.
Muerdo mi labio
para no contestar y vuelvo a llamar a Christian. Espero hasta que escucho su
voz. Menos mal…susurro.
|| Justin
||
Miro sus largas
piernas hasta perderme en su silueta mientras muerdo mi labio. Es realmente
sexy. Si quiera sé su nombre y ya tengo ganas de ella. Sonrío divertido
mientras veo como grita a quien quiera que esté al otro lado del móvil.
Enfadada es mucho más sexy que antes. Me quedo mirando cada rasgo de su cara
mientras bajo pasando por sus pechos. Justo cuando los miro ella me mira
atrapando mi mirada y vuelca sus ojos haciéndome reír. Se levanta para darme la
espalda. Christian vete a la mierda susurra
y apaga el teléfono para luego metérselo en su bolsillo que está encima de su
trasero, hablando de su trasero, ¿he dicho que tiene un trasero bastante
deseable? Ella se gira hacia los escalones coge su mochila y después de
colgársela en la espalda empieza a andar rápido hacia delante. Está enfadada,
se le nota. Y no sé porqué, pero me encanta.
-
¡Oye!
–exclamo haciendo que se pare. Se gira y me mira regalándome una mueca.
-
¿Qué?
-
¿Quieres
que te lleve a algún lado?
-
No
–dice para girarse de nuevo y seguir andando.
Río por lo bajo, y
voy hacia mi moto que está aparcada justo detrás de uno de los tantos árboles
que rodea la universidad. Me monto y luego de arrancarla voy hacia ella para ir
a su lado mientras camina. Le miro divertido mientras ella lucha por no
mirarme. Hasta que no puede más y se para. Paro la moto. Justo en la carretera.
Los coches empiezan a pasar por al lado.
-
Deja de
ser un idiota. Y déjame en paz. No
estoy de humor.
-
Que
estúpida…-digo haciéndome el dolido- encima que te invito a llevarte donde
quieras.
-
No
necesito que me lleves a ninguna parte.
-
Yo creo
que sí.
-
Vete a
la mierda, Justin.
-
Me
encanta como suena de tu boca, cariño. –
juego con ella mientras sonrío divertido.
-
Deja de
llamarme así –contesta y poco después se asusta al escuchar un claxon quejarse
por mi aparcamiento. Río divertido, y ella me mira mientras eleva una ceja- ¿no
te vas a mover del medio de la carretera?
-
No,
hasta que tú te subas en mi moto.
-
¿Para
qué quieres que me suba ahí? –señala mi moto con desdén.
-
Hey,
hey…-susurro molesto- no la trates así. Mi moto es un tesoro –ella se ríe
divertida para luego suspirar- ¿te subes? –me mira mientras piensa mi pregunta.
Mira hacia los lados y luego anda hacia mí. Está a punto de subirse cuando la
paro.
-
¿Qué
pasa ahora?
-
Pídele
perdón.
-
¿A
quién? –pregunta mientras frunce el ceño.
-
A la
moto –digo serio pero no puedo impedir dejar un toque divertido en mis
palabras.
-
¿Hablas
en serio?
-
Mucho, nena. Si no le pides perdón, no podrás
subir.
-
Perdón
–dice divertida pero un poco enfada mientras mira a la moto. Me río fuertemente
y le dejo que se suba en la moto. Abraza mi cintura cuando está sentada justo
atrás de mi.
-
Eres un
cabrón –murmura cerca de mi cuello.
-
Bien
hecho, cariño.
Arranco la moto
cuando noto otro claxon pitar en nuestra contra, y a toda velocidad viajo por
la carretera. Me paro en un descampado que veo a lo lejos.
-
¿Para
qué te paras?
-
Verás…-susurro
divertido- no me has dicho donde quieres que te lleve –noto como la chica se
pone roja mientras suelta una pequeña carcajada. Me dice la calle donde quiere
que la deje.
-
Venga
arranca, Justin.
-
¿Cómo
te llamas?
-
¿Qué?
-
Dije,
¿cómo te llamas?
-
Jane,
me llamo Jane.
-
Pues
Jane, agárrate fuerte. Te voy a enseñar un poco lo que es la adrenalina porque
creo que te hace falta.
Arranco la moto y
luego de derrapar un par de veces sintiendo los pequeños gritos de Jane a mi
espalda, recorro las calles de Canadá, cogiendo los caminos más largos a toda
velocidad mientras siento el pecho de Jane apretarse a mi espalda demasiado
fuerte. Río divertido, mientras aumento la velocidad. Suelto mi brazo derecho,
conduciendo la moto con tan solo la mano izquierda. Veo por el espejo
retrovisor como Jane abre los ojos sorprendida.
-
¿Pero
qué estás haciendo? –pregunta a mi oído gritando.
-
Adrenalina,
cariño.
Me mira y no puedo
descifrar lo que quiere decirme con esa mirada. Y noto como un brazo suyo me va
soltando la cintura poco a poco. Le miro mientras frunzo el ceño, y noto como
eleva el brazo hacia arriba. Sonrío mientras capto también su sonrisa por el
pequeño espejo. Su otro brazo me suelta levemente y no tarda en elevarlo
también. Miro sus rasgos y puedo notar que tiene miedo. Sonrío divertido, y
subo la velocidad de la moto haciendo que Jane rápidamente me sujete. Río
fuertemente, y noto como golpea mi espalda. Imbécil
grita en mi oído y yo giro un poco mi cara para dar con la suya, mientras
dejo de prestar atención a la carretera un momento para guiñarle un ojo. Vuelvo
mi vista a la carretera. Y pocos minutos llego a donde ella antes me había
indicado. Se baja de mi moto, y yo le miro mientras veo como respira un poco
agitada.
-
No
vuelvo a montarme contigo en una moto.
-
¿Me has
preguntado si yo te volvería a invitar a montarte?
Me mira mientras
frunce el ceño, está a punto de decir algo pero la puerta de su casa se abre
para aparecer entre ella un hombre mayor. Noto como Jane se pone nerviosa. Me
mira será mejor que te vayas…susurra
mientras se gira para andar hacia el hombre que le mira serio. Creo que se
acaba de meter en problemas. Arranco mi moto mientras pienso en lo que acaba de
pasar…creo que me voy a divertir mucho con esta chica. Pero por ahora no puedo.
Tengo algo que hacer. No olvido por lo que he venido hasta aquí. Me queda
muchas personas que visitar, y sobre todo a un hijo de puta que encontrar.
¡Hola pequeñas!
Bueno aquí tenéis un capítulo nuevo de fear, espero que os guste y que me deis vuestra opinión. Podéis mencionarme aquí: @espebieber o @espeblumer. Donde queráis.
Decidme que tal os parece el capítulo, realmente me costó mucho trabajo escribir este capítulo. Y necesito que me digáis que os parece. Por favor.
¡BIENVENIDAS A LAS NUEVAS LECTORAS Y HASTA PRONTO!
OOiii me parece estupendo este capítulo. Enserio esa parte de
ResponderEliminar- No vuelvo a montarme contigo en una moto.
- ¿Me has preguntado si yo te volvería a invitar a montarte?
JAJAJAJAJAJAJA ME MEEO
Tí a mi me encanta :))) sube el siguietne y avisame ;)