miércoles, 13 de noviembre de 2013

Fear. Capítulo dieciocho.

El despertador suena a las seis y cuarenta y cinco como cada mañana. Jane gruñe mientras se mueve entre las sábanas que están enredadas con su cuerpo. Abre un poco los ojos hasta acostumbrarse a la luz y abrirlos completamente. Tiene tanto sueño. Por ella se quedaría tumbada en la cama durante todo el día, pero debe de seguir la rutina. Hoy era viernes. El último día que tiene universidad de la semana, y eso le anima a levantarse de la cama e ir hacia el baño. Se enjuaga la cara y se cepilla los dientes con la mano izquierda, mientras que con la derecha se cepilla el pelo. Cuando termina, se aplica un poco de maquillaje para poder tapar las ojeras que tiene bajo los ojos. Después se alinea la raya del ojo haciendo que estos resalten un poco, pero no exageradamente. Se mira al espejo, y después de maldecir su aspecto por lo bajo anda hacia el almario. Escoge unos jeans y un chaleco negro pegado que realza sus curvas. Se viste, y va hacia el espejo para mirarse un par de veces. Cuando termina, coge la maleta y sale de su habitación.

Como cada viernes, está completamente sola en casa. Su padre –como de costumbre- se fue de viaje de negocios de los cuales Jane apenas sabe. Suspira mientras camina hacia la cocina para coger una taza y echar leche dentro de ella, ayer llamó a Christian para avisarle que no le recogiera. Le mintió diciéndole que iría con una amiga, pero la verdad era que no le quería ver. No tenía ganas de sentirse incómoda con su mirada. Y a parte tiene ganas de pasear un rato hacia la universidad, aunque si sigue a ese ritmo si quiera llegaría. Jane deja la taza en el fregadero y anda hacia la puerta con la mochila en su espalda. En cuanto sale a la calle, un ligero viento frío hace que se abrace a ella misma. Tiene frío. Mira hacia el cielo y ve algunas nubes grises, quizás ir a la universidad con el tiempo así andando teniendo en cuenta que está lejos, no sería buena idea. Pero ya no tiene marcha atrás.

Suspira y camina a paso rápido hacia su destino: la universidad. Mientras camina conecta sus auriculares al móvil, activa el modo aleatorio, y éste acierta con una de sus canciones preferidas: James Blunt – You’re beautiful. Mientras tararea la canción va aligerando el paso. Va a empezar a llover, y todavía le queda un buen trozo que andar. Mira su reloj. Y también llegaría tarde. Mierda. Hoy no era su día, desde luego. Camina con la cabeza agachada y sus ojos reconocen algunas gotas en la acera. Acaba de empezar a llover. Jane empieza a correr, y las gotas empiezan a caer más fuerte. Con su mirada busca algún sitio en el cual meterse. Corre hacia un bar y se resguarda bajo el pequeño toldo, ¡Vaya suerte a tenido de que el bar dejara el toldo echado e incluso cuando está cerrado!

Ya no llegaría a la primera clase, y era de matemáticas. Asignatura que odiaba y que se le daba totalmente mal, y encima tenía el examen dentro de una semana. Jane suspira y se quita los auriculares desconectando la música de su teléfono. Han pasado ya cinco minutos, y cada vez llueve más. Su móvil empieza a sonar, el nombre de Enma ocupa toda la pantalla. Descuelga.

-          Jane, ¿cómo es que no has venido a clase, estás bien?

-          Sí, bueno, realmente podría estar mejor. Estoy bajo un toldo de un bar.

-          ¿Bajo un told…-Enma se para para reír fuertemente.

-          ¡No te rías de mi! –exclama Jane soltando también una pequeña risa.

-          Estás loca, ¿por qué no te ha traído Christian?

-          Verás es que…

-          Vuelve a casa, anda. Luego me acerco y te doy los apuntes.

-          ¿De verdad?

-          Claro que sí, además tengo que contarte algunas cosas. Y tú a mi también.

-          ¿Cómo qué?

-          ¡Darren me dijo que salías con Justin! –exclama Enma en medio del pasillo de la universidad ganándose algunas miradas que le hacen enrojecer.

-          Cállate –susurra Jane- no salgo con Justin. Pero de todas formas hablaremos más tarde.

-          Está bien, pero no me digas que no sal…

Jane cuelga dejando a su amiga sin acabar la frase mientras ríe, Enma está totalmente loca.


............

Después de darse una ducha de agua caliente, Jane va hacia el salón. Enciende el televisor mientras se sienta para buscar algún canal que le convenza. Pasa un par de programas hasta que encuentra una serie que le gusta. Su móvil empieza a sonar cuando está a punto de acomodarse. Se levanta y coge el teléfono que está encima de la chimenea. Lo desbloquea, y sonríe al ver que es un sms de Justin: sube a tu habitación. Jane frunce el ceño y confundida anda hacia la escalera para subirla. Cuando abre la puerta de su habitación, sonríe. Justin está, para su grata sorpresa, sentado en su cama.

-          ¿Qué haces aquí?

-          No te he visto en la universidad y supuse que estarías aquí.

-          Así es, ¿ha pasado algo? –pregunta Jane.

Justin se levanta de la cama y se acerca a Jane con pasos lentos los cuales hacen que ella se ponga totalmente nerviosa. Cuando está a centímetros de Jane, alarga sus brazos para abrazar su cintura y poder acercarla.

-          Me levanté con ganas de besarte –murmura Justin- entonces, fui a la universidad temprano, creo que es la primera vez que voy tan temprano –dice mientras frunce el ceño haciendo sonreír a Jane- vi que no estabas, entonces le pregunté a Enma. Me dijo que no habías ido, entonces pensé en que te podía haber pasado algo, luego me explicó que no pudiste ir porque empezó a llover. Y claro…yo tenía muchas ganas de…-Justin baja su mirada hacia los labios carnosos de Jane- besarte. Entonces vine hacia aquí.

-          ¿Solo para besarme? –pregunta Jane divertida.

-          Solo para besarte.

-          ¿Y ahora qué? – Justin frunce el ceño sin entender lo que ella quiere decir- digo, ahora que me tienes delante y puedes besarme…¿por qué no lo haces?

Y no hizo falta nada más. Justin se lanzó hacia sus labios cuando acabó de hacer aquella pregunta que le puso tanto, como todo lo que tiene que ver con ella. Mueve sus labios con desesperación, de verdad, se moría de ganas de besadla. Y eso se está convirtiendo en una costumbre diaria. Jane sube sus brazos y con ellos abraza el cuello de Justin, el cual siente los senos de Jane chocar contra su pecho. Éste se despega de los labios de Jane para bajar la mirada, maldita sea. Esta chica le pone tanto. Tantísimo. Jane se sonroja al notar como él mira sus pechos, pero en el fondo le satisface poder encender esa llama dentro de él. Le satisface muchísimo.

Justin eleva la mirada y traga saliva cuando nota los ojos de Jane quemar contra los suyos, tiene tantas ganas de tener sexo con ella. Tantas. Que apenas se puede controlar con unas simples caricias que le ponen a cien. O a mil. O quizás más. Pero solo ella. Es la única chica que le ha hecho tener tantas ganas. Y maldita sea, benditas ganas. Justin mete su cabeza entre la clavícula de Jane para allí dejar varios besos mojados. Tan mojados como están ambos. Justin descansa sus labios en la piel de la chica que le hace volverse completamente loco, y jodida locura. Le sobra de todo menos cordura. Más besos. Mordiscos. Caricias. Jane echa su cabeza hacia tras cuando nota la lengua de Justin bajar por su cuello hasta tocar el principio de sus senos. Dan pasos hacia atrás hasta que la espalda de ella choca contra la pared. Fuertemente, pero no le duele. Sino, que le pone aún más.

Jane sube sus piernas para colocarlas alrededor de la cintura de Justin, éste agarra su trasero para no dejarla caer, cosa que no pasaría. Ambos gimen cuando sus sexos se rozan. Un simple roce, y ya están muriendo de ganas el uno por el otro. Justin besa rápidamente los labios de ella, mientras que con sus manos desabrocha los botones de la blusa de Jane. No puede controlarse, las ganas de verla gemir bajo sus brazos son superiores a todo. Gemir de placer, del placer que él le de. Cuando acaba de desabrochar la blusa, la deja caer hacia atrás. Haciendo que Jane quede en ropa interior de la cintura hacia arriba.  Justin se separa para poder contemplarla. Es tan malditamente hermosa, y no sabe porqué pero tiene ganas de hacérselo saber.

-          Eres tan hermosa…-susurra Justin besando los labios de Jane fugazmente- preciosa…-un nuevo gemido se escapa de los labios de ambos. Y es que aquella escena le consume tanto a los dos, les llena tanto. Que se han olvidado de todo.

Justin juega con las tirantas del sujetador mientras que llena el cuello de Jane de besos fugaces y mojados. Por dios, aquello le estaba matando. Y justo cuando pensaba que no podía estar más caliente, siente las manos de Jane entrar por dentro de su camiseta mientras que hacia algún que otro movimiento con sus caderas rozándose con su miembro. Justin vuelca los ojos mientras echa la cabeza hacia atrás. Deja que Jane le quita la camiseta. Y cuando esto pasa, se acerca más a ella. Sintiendo piel contra piel.

-          Justin…-gime Jane cuando siente la lengua de él rozar sus pechos.

El cielo se quedaría corto para decir exactamente como se sentía en ese momento, Jane juega con la lengua de Justin dentro de su boca. Nunca le había pasado esto, pero ahora lo necesitaba. Lo necesitaba mucho. Apretando sus piernas, le hace saber a Justin que quiere ir a la cama. Ahora. Ya. Y éste capta la señal al momento, dan algún que otro paso hasta que Justin le deja caer en la cama colocándose él encima. Y ahora lo sentía mucho más, sentía la erección de Justin chocar contra su bajo vientre. Y por muy exagerado que pueda llegar a sonar…nunca antes se había sentido tan jodidamente bien.

-          ¿Quieres esto? –pregunta Justin mientras se separa de Jane para mirarla a los ojos. Moja sus labios y luego mira hacia abajo. Benditas vistas.

-          Quiero esto, Justin…-susurra Jane inclinándose para poder devorar la boca de él.

-          Yo también lo quiero, nena…lo quiero todo de ti –murmura ronco, y un poco nervioso al saber lo que acaba de decir e intenta arreglarlo- me gustas tanto, cariño.

Jane gime en respuesta mientras alza sus caderas para poder sentir el miembro de Justin y gime en protesta al sentir que todavía les separa la tela de ambos pantalones, tanto como el suyo como el de él. Y cuando están a punto de deshacerse de esas prendas, la puerta de la casa empieza a sonar. Jane se separa de Justin que le sigue besando el cuello dejando alguna que otra marca.

-          Justin…están…llamando –susurra como puede. Justin se separa al escucharla.

-          No abras.

-          Tengo que abrir, quizás es importante.

Y dicho esto, Jane se gira quedando encima de Justin. Le da un pequeño beso en los labios y baja de él. Coge su blusa que está tirada en el suelo, y después de echarle una última mirada a Justin baja la escalera mientras termina de abrocharse todos los botones. Se acomoda el pelo, y suspira intentando relajarse. Abre la puerta, y se sorprende. Mucho.

-          ¿Qué haces aquí?

-          Llamé a tu teléfono, y no lo cogías. Luego llamé a Enma y me dijo que te encontrabas mal y no fuiste a la universidad. Estaba preocupado y pensé en venir a verte.

-          Ya estoy bien, Christian. Gracias –Jane sonríe intentando esconder su nerviosismo.

-          ¿Estás bien? Pareces nerviosa.

-          No te preocupes, está todo bien.

-          Si quieres te puedo prep…

¿No te dijo que estaba todo bien?


La voz de Justin hace que Jane le maldiga por lo bajo y que los ojos de Christian pasen de un claro a un oscuro totalmente ardiente. Jane se gira sobre sus talones para mirar a Justin mientras frunce el ceño, pero ésta no encuentra su mirada ya que está fijada en la de Christian.

-          ¿Qué hace él aquí?

-          Verás Christ…- Justin le interrumpe.

-          Estabam…

-          Déjalo ya, Justin –amenaza Jane- él solo vino a ver como me encontraba.

-          ¿Sabe tu padre que te encuentras mal?

-          No, pero no le digas. Ya se me ha pasado. Gracias –sonríe Jane nuevamente. Christian asiente.

-          Será mejor que me vaya, si necesit…

-          Si necesita algo, ya estoy yo aquí –sonríe divertido Justin dejándose caer en la pared.

-          Adiós Jane, te llamaré más tarde.

-          Adiós y gracias por preocuparte.


Después de unas cuantas miradas, Christian se va. Jane se gira hacia Justin que le mira con el ceño fruncido.

-          ¿Pero qué haces?

-          No, ¿qué hacía ese tío aquí?

-          Solo se preocupaba por mí, maldita sea Justin. No puedes hacer est…

-          Si que puedo hacerlo, y lo acabo de hacer. Y lo haría otra vez si hiciera falta – susurra acercándose a Jane para abrazar su cintura- para dejarle claro a ese tío que tú er…

-          ¿Qué yo soy qué?

-     Que tú eres mía, solamente mía.


Si has leído el capítulo pulsa aquí:  o también puedes dejarme una mención en twitter @espeblumer o en un comentario en el capítulo.

¡Hola, lector@as! 

Este capítulo fue diferente a los demás que he escrito, ya que ha visto bastante roce entre Jane y Justin. Quiero disculparme, porque no se me da nada bien escribir ese tipo de escenas pero lo intento ya que en esta novela habrá muchas así. Espero vuestra opinión sobre esto, ya que quiero saber si os gustó como lo narraba. 

Quiero adelantaros algo del próximo capítulo, y es que la visita de Christian dará mucha tensión al próximo capítulo junto también a la llamada que hizo cuando vio a Justin y Jane en el bar. 

Los próximos capítulos serán ya un saltito más al descubrimiento de muchas mentiras, mentiras que harán que todo cambie.

¡Espero vuestra opinión ansiosa...!

¡Hasta pronto, y muchas gracias!



1 comentario:

  1. NO NOOOO JODERR¡¡ ODIO A CRISTIANNN¡¡¡jajaj no podía a ver llegado e otro momento ......jaja ayy que asco de niño¡¡
    y dioss que lindos ellos¡¡¡¡¡¡ de verdad que escribes muy bien, y la parte romántica que han tenido...madre mía jaja yo también quiero jaja y con la ultima frase ya me me muero¡¡¡
    SIGUIENTEEE

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