El reloj marca
las once de la noche. El coche de Justin comienza a ir cada vez más rápido por las largas carreteras de Stratford. No hay nada que
le detenga a llevar a cabo lo que tiene pensado. Cambia de marcha y coge una
curva que le lleva al lugar donde quiere ir. Cuando está frente el club que le
indicó su amigo, para el coche y sale de el para luego apoyarse en el capó.
Parece que el club está cerrado, ya que no hay luces ni se escuchan voces. Coge
un cigarro del paquete de tabaco que tiene dentro de su bolsillo trasero.
Cuando lo enciende, tira el paquete dentro del coche. Y calada tras calada
espera a la llegada de Christian. La cual no se hace esperar.
Un mercedes
gris metalizado se acerca a donde él está aparcando justo en frente. Dos
minutos más tarde, Christian sale de el con una sonrisa divertida en sus labios
dirigida hacia Justin, el cual tira el cigarrillo al suelo para luego pisarlo
con la punta de su zapato. Da un par de pasos hacia el hombre que tiene en
frente y cuando está lo suficiente cerca…
-
Te
avisé amigo…-dice para luego cerrar sus puños y golpear la cara de Christian
con uno de ellos- te avisé de que no te acercaras a Jane, y lo hiciste, así que
déjame decirte que la cagaste, bro. La cagaste poniendo tus manos en mi chica.
Y tan rápido
como termina, le da otro puñetazo a Christian haciendo que éste caiga al suelo.
Justin frunce el ceño al ver que no hay reacción por parte de él. Y eso le
cabrea aún más, así que no duda en golpear el estómago del hombre que está
tumbado en el suelo. Christian gime de dolor mientras curva su cuerpo
aferrándose a el. Otra patada, otro puñetazo, otro cúmulo de insultos…
-
No
sé a qué coño estás jugando…-comenta Justin enfurecido- pero te equivocaste de
juego y de persona. No vuelvas a tocarla porque te juro que la próxima vez te
mato, hijo de puta.
Y con una
última mirada en el rostro ensangrentado de Christian, Justin se gira hacia su
coche en el cual no tarda en subirse y arrancar para marcharse de allí, pero para
su sorpresa no se siente mejor sino que tiene un extraño presentimiento.
Jane sonríe
mientras prepara su maleta con un par de prendas de ropa y zapatos. Y algún que
otro complemento. Está tan contenta. Acaba de llamar a Enma para contárselo y
para pedirle que le coja los apuntes de las siguientes clases. Su amiga está
igual de contenta que ella. Ya era hora de que le ocurriera algo bueno. Cuando
está apunto de ir al baño para bañarse, la puerta comienza a sonar. Seguramente
es Justin, no le ha llamado desde que se han visto y eso es extraño. Con una
sonrisa baja las escaleras y sin preguntar abre la puerta. Y cuando ve a la
persona que hay detrás de ella y su aspecto, su sonrisa se va para dejar
escapar un pequeño grito.
-
¿Pero
Christian, qué te ha…-pero se calla al saber perfectamente que le ha pasado. Se
lo imagina, maldita sea. Le hizo prometer que nada de esto pasaría.
-
Parece
ser que tu chico se quedó bastante a gusto…-suelta una risa sin humor- pero me
lo merecía. Vine a pedirte perdón, lo siento mucho Jane. Yo solo no sabía lo
que hacía, te quiero tanto qu…
-
Sh…-dice
Jane con confusión- siéntate ahí –señala una silla- te curaré.
Christian
asiente y hace lo que Jane le ha indicado. La chica coge el neceser y se acerca
al chico para comenzar a curarle. Christian suelta algún que otro gruñido.
-
Ya
he terminado, lo siento por lo que él hizo sol…
-
No,
está bien. Lo entiendo, si algún hombre te hiciera lo que yo te hice a ti, no
dudaría en partir su cara.
-
¿Justin
está bi…
-
No
me defendí, no lo merecía.
Jane asiente.
-
Deberías
de irte –Christian asiente.
-
Lo
siento, de nuevo. A veces no pienso lo que hago ni lo que digo, ¿tú muñeca está
bien? –pregunta al fijarse en la venda.
-
Si,
no te preocupes.
Ambos van hacia
la puerta, y con una seca despedida. Christian se marcha. Jane maldice por lo
bajo a su novio, con el cual está totalmente cabreada. Sube las escaleras
rápidamente y coge el teléfono, pulsando el número de Justin.
-
Hola,
mi amor ¿ya has prepar…
-
Me
prometiste que no lo harías, Justin. Me dijiste que no te meterías en líos con
Christian.
-
Nena,
yo…
-
Tú
nada, todos sois iguales. Todo el mundo me promete mierdas para luego que…
-
Jane,
no iba a permitir que ese cabrón te tocara. Yo no ib…
-
Me
voy.
-
Nena…
-
No,
nena nada. Quizás esto no sirva y debería…
-
¿Qué
estás tratando de decir, Jane?
-
Que
somos tan jodidamente diferentes, Justin.
-
Lo
siento, ¿está bien? Te prom…
-
No,
no me prometas nada. No quiero que me prometas algo nunca más.
-
Jane…
-
No
voy a ir mañana contigo a ninguna parte.
-
¿Qué?
-
Lo
que escuchas.
-
Pero,
mi am…
-
No
me digas mi amor. Estoy tan cabreada ahora mismo.
-
Jane,
lo sien…
-
Vete
a la mierda.
Y dicho esto,
Jane cuelga ya que sabe que si sigue hablando con él no tardará a penas unos
segundos en perdonarle. Y no, esta vez será diferente. Durante toda su vida ha
visto personas que le han prometido cosas y se han ido. O se han burlado de
ella. Está cansada de todas esas promesas que solo sirven para sacarle una
sonrisa un segundo y miles de lágrimas durante días. Está jodidamente cansada.
Tumbándose en
la cama, se aferra a las sabanas mientras mira con nostalgia la maleta en la
esquina de su habitación. Le hacía tanta ilusión, muchísima pero…
Sus
pensamientos son distraídos por una dulce melodía que le hace saber que tiene
un sms. Coge el teléfono y duda si leer
o no el mensaje al saber de quién es. Pero su curiosidad, sus ganas y su
corazón les indican que lo lea.
‘A las
doce sale el avión, tengo tu billete junto al mío. Te espero en el aeropuerto a
las once. Te quiero nena, perdóname. ‘
Será imbécil piensa mientras bloquea el móvil. Pero
éste vuelve a sonar.
‘TE
PROMETO QUE TE QUIERO MÁS DE LO QUE PENSÉ QUERER A ALGUIEN. Y SI, TE LO PROMETO. ‘
Jane sonríe sin
poder evitarlo, y es que cuando éste chico quiere detrás de su capa de chico
duro puede ser la persona más romántica del mundo. Pero su sonrisa se quita, no
va a caer con dos o tres cosas bonitas que le diga, no. El móvil vuelve a
sonar.
‘Quiero
que vengas conmigo, pasear de tu mano por las calles de Butte mientras todas las personas nos miran y sonríen al imaginarse cuánto nos queremos. Y créeme que no se equivocan, porque no importa una mierda lo diferente que seamos. Las peleas que tengamos. Al final del día siempre vamos a ser tú y yo nena. Te quiero. ‘
Y con los ojos bañados en lágrimas, deja el móvil en la mesita de noche mientras se acurruca en las frías sábanas blancas. Y su último pensamiento es una clara decisión: no va a ir con Justin a ninguna parte.
Si has leído el capítulo pulsa aquí: Tweet o déjame tu opinión vía twitter: @espeblumer o por un comentario en el capítulo.¡Hola, lector@as!
Vuelvo pronto para deciros que acabo de subir un nuevo capítulo y si hay muchas opiniones mañana subiré otro más. Tenía esta parte pensada hace tiempo así que espero que os guste. El capítulo no quedó como me gustaría, pero pienso que el próximo os va a gustar más, ¡y espero no equivocarme!
En vuestras manos está -como siempre- que suba mañana o no, ¡necesito vuestras opiniones muchísimo!
PD: Butte es una ciudad de Montana, donde Justin vivía antes con sus padres como le explicó a Jane al principio de la novela y en la primera confesión del primer tatuaje.
¡HASTA MUY MUY PRONTO!
¡No se pueden enfadar! Estúpido Christian... que se vaya a joder a otro, que los deje vivir tranquilos xD
ResponderEliminarEspero que todo se solucione entre ellos y Jane decida presentarse en el aeropuerto para ir con Justin
Espero impaciente el siguiente capitulo :)
ME INDIGNO , ME ENFADO , ODIO A EL HIJO DE PUTA DE CHRISTIAN , QEU ASCO , JODERRR NO NO¡¡¡
ResponderEliminarsubeee el otro hoy , por dio o vamos a morir ¡¡
aggg como le odio , lo tenia todo planeado... pobre justin joder¡¡
no no , luego vas a subir el siguiente capitulo con la reconciliación , o yo esta noche no duermo ¡
jaja
en serio subee hoy por fii¡