domingo, 20 de enero de 2013

La mecánica del amor {50, 51}

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Cierro los ojos mientras lucho por que las lágrimas no salgan disparadas una tras otra. Mi corazón se encoge bajo la palma de mi mano que tiembla con miedo. Abro los ojos para poder ver como el avión donde está el ladrón de mi corazón despega para perderse volando entre el cielo. Me entra un pequeño escalofrío y cojo mi móvil lo más rápido que puedo. 

                        ‘ Ya te extraño, mi amor’. 

Meto el móvil en mi bolsillo trasero después de darle a ENVIAR y sonrío mientras las lágrimas desembocan entre mis labios. ‘Pronto nos veremos, pequeña. Te amo.’ Ojala sea pronto, Justin. Porque realmente no puedo estar lejos de ti si quiera un simple segundo. Me giro y al salir del aeropuerto me doy cuenta que llevo una chaqueta. Su chaqueta. Sonrío mientras me abrazo a ella. Echo mi cabeza hacía el lado derecho y huelo su perfume mientras una sonrisa se apodera de mis labios. Y sin despegar la sonrisa de mi cara y las lágrimas de mis ojos me monto en mi coche para poder regresar a casa. Aparco en el garaje cuando llego y bajo del coche. Entro en casa para encontrarme con mi hermana en la cocina. Con suaves pasos le abrazo por detrás y ella grita de la sorpresa. Río. Se gira y seca mis lágrimas.

- Pronto le volverás a ver – muevo mis hombros y siento como mis ojos vuelven a inundarse de lágrimas- no llores más, enana. Ponte guapa que nos vamos de compra y luego vamos a enseñarle a mamá todo lo que hemos comprado ¿qué te parece? –asiento con una sonrisa y beso su mejilla. Me giro y ella da un pequeño golpe en mi trasero.

Río mientras subo las escaleras y llego en mi habitación cierro la puerta y me dejo resbalar por ella hasta que me siento en el frío suelo. Dejo caer la chaqueta de Justin y la cojo entras mis manos colocándola en mis rodillas. Meto mis manos en sus bolsillo y frunzo el ceño al sentir un papel. Lo saco y lo abro.



‘Hola, pequeña. Supongo que si estás leyendo esta carta es porque yo ya me he ido y te he dejado mi chaqueta. Mi favorita eh. Te escribo esto mientras tú estás duchándote y ya te extraño. Imagínate lo que te extrañaré ahora que estamos lejos, princesa. Dejé mi chaqueta porque quiero que cuando tengas frío te aferres a ella como si fuera yo y te protejas. Para cuando me eches de menos puedas oler mi perfume. Para cuando me extrañes entre tus sábanas te abraces a ella y pienses que estoy justo a tu lado. Cuidándote. Queriéndote. Porque es lo que estaré haciendo aunque sea a kilómetros de distancia. Pero…yo no me podía ir con las manos vacías. Yo también necesito aferrarme a algo tuyo cuando tenga frío, cuando extrañe tu perfume, cuando te extrañe en mi cama, cuando te necesite entre mis brazos…así que me llevé ese pañuelo color cielo que tanto te gusta. Ese pañuelo que llevaste el primer día que peleamos en el patio del instituto. Ese pañuelo que fue testigo del primer beso que te di. Lo tengo conmigo para poder tenerte cerca aún estando lejos. Hasta la próxima, princesa. Mientras tanto estaré rodeado de tu pañuelo mientras pienso en ti. Te amo’ 

Termino de leer y dejo escapar un suspiro de entre mis labios. Dejo caer el papel hacia un lado y me aferro a la chaqueta. Paso mi lengua por mis labios recogiendo el sabor salado que han dejado mis lágrimas. Espero que ese ‘hasta la próxima’ dure poco. Me levanto del suelo y dejo la chaqueta encima de la cama y el papel encima de mi escritorio. Abro el cajón de este y saco el paquete de tabaco junto al mechero. 

Abro la gran ventana y después enciendo el cigarro que agarro entre mis dedos. Doy una calada y luego suelto el humo despacio mientras miro como se esfuma. Una nueva calada. Apoyo mis codos en el pequeño hueco de la ventana y me dejo caer en ellos. Miro hacia el cielo un avión pasa por allí dejando su huella con el humo que no tarda en esfumarse al igual que lo hace el humo de mi cigarro. Dejo caer la ceniza hacia abajo y le doy una nueva calada mientras hago algún que otro sonido con mis dedos chocando contra la ventana que está abierta. Una nueva calada pero esta es más fuerte. Miro el cigarro y veo que ya ha llegado a su final. Lo apago contra el pequeño hueco de la ventana y lo dejo caer hacia la calle. Cierro las ventanas para abrir ahora las puertas del ropero. Cojo la ropa interior y un pantalón vaquero junto a un chaleco de mangas cortas rosa pastel. Entro en el baño y luego de una relajante ducha me visto y maquillo. Salgo del baño y me pongo la chaqueta de Justin. Remango las mangas que me están un poco largas y sonrío mientras me miro al espejo. Miro mi móvil esperando que haya algún SMS de Justin, pero al poco tiempo caigo en cuenta en que seguirá estando en el avión. Después de un largo suspiro, meto mi móvil en el bolsillo y salgo de mi cuarto para bajar hacia el salón donde mi hermana me espera con una hermosa sonrisa y así nos disponemos a ir de compras para luego ir a visitar a mi madre al centro. 



|| NARRA JUSTIN ||


Dejo pasar a una persona mayor y luego bajo las escaleras que me dejan salir del avión. Suspiro y voy hacia el interior del aeropuerto para coger mi maleta. Una niña pequeña se pone a mi lado mientras juega con sus pequeñas manos. Sonrío. La pequeña empieza a saltar pidiéndole algo a su madre y pierde al equilibrio cayendo hacia mi pierna, la agarro antes de que caiga al suelo. Suspiro aliviado. La niña me dedica una sonrisa mientras su madre se disculpa y luego regaña a la pequeña. Yo sonrío en forma de respuesta y me giro para poder coger mi maleta que pasa en ese mismo momento por mi lado. La cojo y me dispongo a irme pero una pequeña mano se posa en mi pierna. 

- Adiós –sonríe la pequeña niña con dulzura.

- Adiós –sonrío de vuelta mientras acaricio sus pequeños mofletes.

Me giro con la maleta y ando fuera del aeropuerto. Cojo mi móvil y lo enciendo. Empieza a vibrar. Cuatro llamadas perdidas. Un SMS. Las llamadas perdidas son de mi madre, la llamo y le digo que estaba en el avión y que cogería el coche que lo dejé aquí cuando me fui. Después de unos minutos cuelgo y leo el SMS. ‘ Te extraño, mi amor’. Sonrío como un completo estúpido. ‘ Yo también te extraño, pequeña. Ya te extraño’ Le doy a ENVIAR y guardo el móvil en mi bolsillo. 

Voy hacia mi coche, lo abro. Dejo la maleta en el maletero, y entro dentro del coche. Pongo una emisora de música. Y arranco para ir hacia casa al ritmo de Locked Out Of Heaven de Bruno Mars. Meto primera y salgo del aparcamiento para correr por las calles de Canadá. Aparco justo delante de la puerta de mi casa, salgo del coche y cojo la maleta. Llamo a la puerta.

- ¿Quién es? –pregunta mi pequeña hermana al otro lado de la puerta. Sonrío.

- Soy yo, pequeña.

Rápidamente la puerta se abre y Jazzy se tira encima de mí. Me tambaleo un poco pero finalmente la cojo entre mis brazos. Entro dentro de casa y dejo la maleta en el suelo. Mi madre aparece de la cocina y sonríe.

- Te ha echado de menos.

- Yo también la he echado de menos, y…. ¿qué es eso qué huele tan bien?

- ¡Es chocolate! –exclama Jazzy y salta de mis brazos para correr hacia la cocina.

Río, y paso mis brazos por encima de los hombros de mi madre y así entramos en la cocina. Nos sentamos los tres en la mesa mientras tomamos chocolate caliente. Frunzo el ceño.

- Oye, ¿y papá?

- Trabajando.

- Ah.

Después de tomar chocolate y que mi madre me mandara a subir la maleta por séptima vez: Subo la maleta a mi habitación. La abro y arqueo una ceja al ver una cajita que yo no he puesto ahí. La cojo y me siento en la cama. La miro por alrededor y leo una nota que hay escrita.

                           ‘Para que no me olvides en este tiempo’
Sonrío al saber que es su letra, y abro la caja. Miro hacia el lado con un tono divertido y cojo las fotos que hay dentro. Me echo hacia atrás en la cama y las voy mirando una por una. Yo solo dormido. Yo con _____ en la playa. Y de pronto se me caen todas las fotos encima de la cama. Maldigo por lo bajo y me dispongo a recogerlas pero me detengo al ver que todas tienen algo escrito por detrás. Cojo una. Salgo yo dormido con algo pintando en el pecho. Y en ese momento recuerdo lo que pasó ese día.



| Flashback |

Me despierto por causa de que algo me está haciendo cosquilla en el pecho, pero no abro los ojos al saber que es ella la que está causando esa sensación. Escucho una risita de su parte y luego como baja de la cama. Sonrío. Escucho como se sube nuevamente a la cama y de pronto se escucha un ruido raro. Como una foto. Abro mis ojos poco a poco y exactamente: Me estaba echando una foto. Ella sonríe perversamente. Le miro divertido.

- ¿Qué has hecho?

- Mírate en el espejo.

Me levanto de la cama medio dormido, y con un poco de dificultad por culpa de mi torpeza ando hacia el espejo y sonrío al leer lo que pone en mi pecho con pintalabios rojo: ‘Te quiero’ junto a un corazón hecho torpemente. Me giro mientras elevo mis cejas. Ella me mira y me doy cuenta que lleva puesta mi blusa. Sonríe y le devuelvo la sonrisa, corro hacia ella y la tiro en la cama poniéndome encima suya y llenándola de besos mientras ríe sin parar. Es realmente hermosa.

| FIN DE FLASHBACK |

Mientras río le doy la vuelta a la foto y leo lo que tiene escrito : ‘Cuando pequeña me enseñaron a captar los momentos más felices de mi vida, y realmente ese día fue uno de los mejores, ¿sabes lo bonito qué es levantarse por la mañana y ver a la persona más bonita de tu vida al lado tuya?’ Saco mi móvil con un poco de dificultad al notar que está vibrando. Acepto la llamada.

- Hola –murmuro mientras me siento mejor en la cama.

- Hola –murmura ella por encima de una melodía que puedo escuchar a lo lejos desde el teléfono. 

- ¿Me echas de menos?

- Solo un poquito.

- ¿Un poquito solo?

- Si –dice con una risa nerviosa.

- Entonces yo ¿por qué te echo tanto de menos y tú tan poquito?

- Porque yo tengo puesta tu chaqueta y tú seguramente no lleves puesto mi pañuelo –sonrío al escucharla.

- Si, es por eso. A parte de que estoy viendo algunas fotos.

- ¿Ah sí?¿de qué?

- De una chica y yo.

- ¿De una chica?¿no será guapa no?

- Es la chica más guapa del mundo.

- Tendré que hablar con ella por hacer que mi chico vea sus fotos. – suelta una risa que me hace sonreír.

- ¿Qué tal todo, pequeña?

- Extraño sin ti, ¿qué tal te fue el vuelo?

- Movidito, pero finalmente aterrizamos bien.

- Me alegro de eso, sino también tendría que hablar con un piloto.

- ¿Protegiéndome?

- Siempre lo hago.

- Te quiero.

- Yo a ti mucho –murmura- me tengo que ir ya Justin. Mi hermana me llama. 

- Vale, te llamaré después. 

- Adiós.

- Adiós.

- Te amo.

- Y yo a ti, nena.

Cuelgo y dejo el móvil encima de la cama mientras sigo viendo las fotos una por una y leyendo cada una de las dedicatorias que hay escritas por detrás. La puerta de mi habitación se abre y una pequeña cabeza se asoma por ella. Sonrío al ver a mi hermana pequeña. Ella entra en mi habitación y se sube en la cama a mi lado. Coge un foto de la pequeña caja, donde sale _____ sonriendo. Esa foto la hice yo.

- Es muy guapa –susurra mientras mira la foto- es _____, ¿has estado con ella?

- Si –digo mientras paso mi brazo por su pequeña espalda y beso su cabeza.

- ¿Y cuándo viene a casa? 

- No lo sé, ahora está con su mamá y su hermana.

- ¿Lejos?

- Un poco.

- ¿Y por qué no vienen a vivir aquí con su mamá y su hermana?

- Porque necesitan estar allí.

- Ah, pues le tengo que decir algo.

- ¿A _____?

- Si.

- ¿El qué?

- No te puedo decir Justin –dice mi hermana mientras sus mofletes se ponen rojizos.

- ¿Por qué?

- Son cosas de chicas – besa mi mejilla y baja de la cama para irse corriendo. Sonrío divertido y sigo viendo las fotos que mi novia dejó en la pequeña caja. 



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Después de regresar de ver a mamá llegamos a casa. Dejo las bolsas encima de mi cama y me tumbo al lado de ellas. Estoy terriblemente cansada. Meto mi mano dentro de mi camiseta y acaricio mi vientre lentamente. Relajándome. Me quedo mirando el techo buscando algún punto fijo por el cual perderme. Encuentro una pequeña mancha y me quedo mirándola. ‘Cuando me eches de menos entre tus sábanas aférrate a mi chaqueta’ recuerdo las palabras escritas por Justin y me aferro a la chaqueta mientras me pongo de lado en la cama, ahora, mirando hacia la ventana cerrada. Distancia. Cuanto daría porque la distancia no existiera. Porque existieran esas puertas mágicas de los dibujos animados que me dejarán transportarme a cualquier lugar que quisiera. Cuando daría por una pequeña lámpara a la cual le pudiera pedir deseos, y poder desearle que él estuviera a mi lado. Abrazándome. Acariciándome. Me siento pequeña. Demasiado pequeña para no perderme por un mundo tan grande. Para no perderme entre los kilómetros que me alejan de sus brazos. De su sonrisa. Mis pensamientos se esfuman al escuchar Don’t wake me up de Chris Brown me muevo por la cama hasta que encuentro mi móvil. Justin. Sonrío y acepto la llamada.

- ¿Puedes conectarte al ordenador para hablar por la cam?

- Claro, pero no me cuelgues hasta que no encienda el ordenador.

- No tenía previsto hacerlo.

- Me alegro de eso.

- Tenía previsto de hacer otra cosa…

- Sorpréndeme. 

- Ahora lo haré por cam, nena.

- Me haces pensar mal –suelto una carcajada y él se une con su risa. El ordenador se enciende y el MSN se ocupad e toda la pantalla. Introduzco mi e-mail y mi contraseña, y pronto salta una ventanita hablándome. Hola preciosa. Sonrío al ver que es Justin y conecto la cam. Y comenzamos una videollamada. Le veo sonreír y apagamos los dos a la vez el teléfono. 

Empezamos a hablar de tonterías mientras nos reímos. Me cuenta todo lo que le contó una persona mayor que estaba sentada a su lado en el avión, y mientras bromeamos se hace tarde. 21:30h. Su móvil empieza a sonar y frunce el ceño mirándolo. Yo le miro intrigada. 'Ahora vengo pequeña' y dicho esto se levanta de la silla y sale de su habitación. Me quedo preocupada mientras juego con los dedos de mi mano esperando. A pasado media hora y todavía no vuelve. Estoy inquieta. Me siento en la cama. En el suelo. Nuevamente en la silla. Giro hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Suena un sonido y me doy cuenta que es la puerta de su habitación y su cara aparece en la pantalla, me mira y sus ojos se vuelven brillantes dándome a saber que algo no v
a bien. Nada bien.  

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